En 2006 tres artistas de Taiwan, Dai Dudu, Li Tiezi, and Zhang An, crearon una obra que podría ser uno de los mejores ejemplos de un producto made in China: "Discutiendo la Divina Comedia con Dante". En ella se fusionan años, historias, personas, lugares y técnicas sin rigor alguno. Stalin está sentado al lado de Leonardo da Vinci, Mao Zedong fuma un cigarro al lado de Abraham Lincoln y Platón apoya su mano sobre Bill Gates. Como trasfondo se ve escenarios mundiales: la Gran Muralla China, los moáis de la Isla de Pascua, Stonehenge y las pirámides de Egipto. Y si bien, el encuentro de 103 personas se ambienta en un espacio similar a la obra de Rafael "La escuela de Atenas", hay una conjugación de técnicas y artistas: Dante está retratado al estilo de Piero della Francesca y Osama Bin Laden camina junto a una mujer tomada de una fotografía de Henri Cartier-Bresson.
Los artistas dicen haber pensado esta obra como una representación de la historia mundial. Dai, quien es el vicepresidente del Instituto de Arte de Liaoning, dijo que trabajaron diez meses en esta obra de 6m x 2.6m con el fin de hacer que los espectadores "sientan como si estuvieran pasando las páginas de un libro de historia". Pero esta es una historia narrada desde oriente y por lo tanto se privilegian figuras que no son famosas en occidente y que son en su mayoría, chinas.
Encontrando las caras
En el campo del arte se encuentra a Li Bai (701-762), uno de los más grandes poetas de China de comienzos de siglo y famoso por su lírica con elementos taoístas. Se dice que este poeta le gustaba beber y en esta obra se presenta en un estado de éxtasis o somnolencia. Opuesto a Li Bai, entre Stalin y la Reina Elizabeth II, está Lu Xun (1881-1936), fundador de la literatura moderna china y cuyos escritos eran admirados por Mao. Quizá es por esto que ambos poetas se encuentran sentados en la misma mesa que el ex presidente. El pintor Qi Baishi (1864-1957), reconocido por su trabajo en acuarelas y considerado como uno de los pintores contemporáneos de mayor influencia en China está cerca al Príncipe Carlos. El magnate de la televisión y cine en Hong Kong, Run Run Shaw (1907), al lado izquierdo y cerca al apostol Pablo, está retratado con una cámara en mano aunque nunca ha sido director sino productor de cine. Por su parte, el "padre del rock chino", Cui Jian (1961) toca su guitarra al lado de Lenin. Cui, ganó reconocimiento especial entre los estudiantes de 1989 y debido a sus constantes actos reaccionarios, fue objeto de control por parte del gobierno chino que lo alejaron de los escenarios por más de 15 años.
Al retratar la esfera política, los tres artistas se preciaron de elementos humorísticos y críticos. Siguiendo una línea temporal, el primer líder es Qin Shi Huang (259-210 A.C.), recordado como la primera persona que integró a China como un solo país y como el creador de la primera versión de la Muralla China y del ejército de Terracota, es también tenido como una persona tirana y despiadada. Qin Shi Huang se encuentra de pie, mientras Hideki Tōjō, general del ejército imperial japonés quien fue condenado a muerte en 1948, se arrodilla en forma de súplica. A Hideki Tōjō se le atribuye la segunda guerra china-japonesa, que dejó entre solados y civiles, más de 10 millones de muertos chinos.
Entre Pelé y Hitler se encuentra a Guan Yu (160-219 D.C.), una de las figuras militares más importantes de China durante la dinastía Han y hoy en día es adorado como figura que representa lealtad y justicia. Guan Yu luchó de la mano de Liu Bei (161 – 223 D.C.), emperador del Reino Shu, quien está retratado en la esquina derecha, cerca a San Pedro. Ambas vidas fueron transformadas en ficción en la novela histórica "Romance de los tres reinos" y de esta forma popularizada en todo el territorio Chino. Y siguiendo la línea militar, se encuentra a Lei Feng, el soldado del ejército de liberación del pueblo. Murió a los 22 años, dejado una imagen de soldado ejemplar por su modestia y devoción a Mao.
Solo dos mujeres chinas están presentes: Cixi y Soong Ching-Ling. La Emperatriz Cixi (1835-1908), hábil concubina del emperador Xianfang que en 1861 dominó China al ser la madre del único heredero al trono, se encuentra rodeada de Ariel Sharon, Michael Jordan, el Principe Carlos y Salvador Dalí. Debido a su avaricia, su mal uso de los fondos militares y su rígida forma de gobernar, es considerada por muchos como la responsable de la caída de China ante la alianza de las ocho naciones. Soong Ching-ling (1893-1981) fue la esposa de Sun Yatsen, y es recordada como una de las mujeres más influyentes del siglo XX y llegó a ocupar el cargo de Vice Presidenta de la República Popular. Ironía o símbolo de beatificación, esta líder del país donde la religión fue mal vista por varios años se encuentra entre la Madre Teresa de Calcuta y Pablo el Apóstol.
Y cuando se retratan los personajes de la política moderna es donde entra el humor crítico. Como en la vida real, detrás de Mao Zedong, está Zhou Enlai (1898-1976) quien fue el primer Primer Ministro de la República Popular China. Sun Yat-sen (1866-1925), fundador del Kuomintang y autor de los tres principios del pueblo: nacionalismo, democracia y socialismo. Se dice que en sus discursos, Sun Yat-Sen tenía una posición ambigua entre capitalismo y comunismo. Y así se expresa al estar sentado al frente de Deng Xiaoping (1904-1997) y Chiang Kai Shek (1887-1975). Sun Yat-sen, en 1924 se unió a los comunistas para crear una nueva China. Deng, es el ex líder del Partido Comunista Chino, quien sucedió a Mao Zedong y es considerado como el que propulsó a China como futura potencia mundial. Chiang Kai-Shek, sucedió a Sun Yat-sen, se convirtió en el líder del Kuomintang. Los enfrentamientos entre ambos partidos llevaron a que éste se exiliara en Taiwan, y los comunistas lideraran lo que es hoy China continental.
El humor y las posiciones estratégicas no son exclusivas del ámbito chino: George W. Bush mira con un pequeño telescopio y apunta a Saddam Hussein. Pero, detrás de él y fuera de su alcance de visión, está Osama Bin Laden que camina como un fantasma hacia el horizonte. Por último, en esta historia narrada en Chino, la ficción ocupa espacios de realidad con Marlon Brando vestido de Don Corleone, y el mundo latinoamericano lo representan las figuras tradicionales: líderes de izquierda como Fidel y el Che, y del fútbol, con Pelé.