Sinología: El Islam en China: Ningxia y una alternativa al separatismo uigur

In by Andrea Pira

En este artículo, Germán Padinger, periodista, politólogo y escritor argentino, intenta presentar las similitudes y diferencias entre la nacionalidad "hui" y la etnia uigur, las dos comunidades musulmanas que coexisten en China. Para ello, analizará las características étnicas, religiosas y culturales, así como la influencia ejercida por la mayoría han y las características geográficas e históricas de cada comunidad, intentado establecer una relación entre el Islam y el nacionalismo en China.
Introducción

La región autónoma de Ningxia, una de las cinco oficialmente designadas por el gobierno de la República Popular China, se ubica en el centro del país; al noroeste de la meseta de Huangtu y atravesada, en parte, por el río Amarillo. Su territorio, con capital en Yinchuan, es uno de los más pequeños y su población, para los estándares de China, es también limitada. A pesar de tener uno de los productos brutos más reducidos, la región de Ningxia se caracteriza por albergar una importante minoría de chinos musulmanes hui. Esta alta concentración ha generado tensiones étnicas y religiosas en los últimos dos siglos. Sin embargo, los hui se han diferenciado de la comunidad uigur, otra minoría musulmana, al distanciarse de las posiciones separatistas.

En el presente Artículo de Investigación se estudiarán las características de la nacionalidad hui, sus relaciones frente a la mayoría han y se intentará explicar por qué, a diferencia de la nacionalidad uigur, los hui no han expresado aún intenciones separatistas. Para ello se revistará la historia y cultura Hui, las tensiones producidas frente al gobierno de la República Popular de China y se hará una comparación con la reciente violencia en la región autónoma de Xinjiang, sitio de una importante minoría uigur.

La nacionalidad hui

Los hui son una de las cincuenta y cinco nacionalidades reconocidas por la República Popular China. A pesar de estar desperdigada por prácticamente toda China, desde Xinjiang hasta Hubei, constituye la primera minoría en la región de Ningxia, impregnando un marcado carácter hui en todo este territorio.

Junto con otras minorías como los uigures, los uzbekos, los kazajos, entre otros, los hui profesan el Islam y mantienen lazos culturales y religiosos con los países del mundo musulmán. A diferencia de todos éstos, sin embargo, los hui presentan un alto grado de identificación cultural con los chinos han, mayoría nacional no musulmana.

El Islam en China: Ningxia

El censo nacional realizado en el año 2000 por el gobierno de China arrojó que la población total de musulmanes supera los 20 millones. De entre éstos, la nacionalidad hui alcanzaba los 9.800.000 y los uigures los 8.400.000. No obstante representan menos del 2% de la población total china, los musulmanes chinos constituyen, así, una de las colectividades islámicas más grandes del mundo, superando incluso la población de muchos países del medio oriente (Gladney, 2008). Esta situación, explica Gladney (2008, p. 179), genera un desafío de mil trescientos años de antigüedad; la integración de un sector religioso proporcionalmente reducido en un país secular, politeísta y, en términos islámicos, infiel.

La historia del Islam en China lleva cerca de mil trescientos años marcados por las tensiones étnicas y religiosas. En este contexto, los chinos musulmanes fueron esparcidos por todo el territorio chino y las distintas nacionalidades, incluso en sectores dentro de cada una de las mismas, desarrollaron características diferenciadas. Las regiones autónomas de Xinjiang y Ningxia, sin embargo, acabaron concentrando las poblaciones más importantes de uigures y hui, respectivamente. En ambos casos, las migraciones provinieron desde Turquía y Arabia entre los siglos séptimo y decimocuarto, en forma de comerciantes, oficiales y soldados que se asentaron en el territorio chino. Empero se trata de un proceso de integración que ya lleva varios siglos, y que ha incluido la extensa unión matrimonial con mujeres han -miembros de la nacionalidad china ampliamente mayoritaria y no musulmana-, los hui continúan siendo considerados como extraños en China (Gladney, 2008). Las diferencias culturales frente a los han así como la profesión del Islam constituyen explicaciones ineludibles ante este fenómeno. Incluso se ha reprochado la tendencia a un proceso de Hanisación (Dillon, 1999). No obstante, la minoría más importante de Ningxia dista de ser homogénea y abarca diferencias étnicas y culturales que hacen difícil la utilización del término generalizador hui. Incluso, los miembros de la comunidad han acabado aceptando y promocionando el término cómo símbolo de identidad étnica, en el marco de una etnicidad auto-asignada (Dillon, 1999), a pesar de que en el idioma chino signifique “Volver” y que haya sido utilizado en el pasado por las autoridades chinas para denotar a la totalidad de los chinos musulmanes.

Al igual que en el resto del mundo musulmán y también en otras religiones, el Islam en China, adherente al sunismo, ha desarrollado, también, una tendencia al sectarianismo. Dillon (1999, p. 91) argumenta que para muchos chinos musulmanes, sean uigures o hui, la pertenencia a una Orden Islámica determinada constituye el evento más importante de sus vidas. Este fenómeno está directamente conectado a las fuertes relaciones familiares que caracterizan a estas comunidades. De tal manera, las relaciones entre las diferentes sectas han sido conflictivas, y el Islam en China se presenta como una compleja relación entre factores religiosos, sociales y familiares (Dillon, 1999), organizadas en cuatro divisiones principales:

La más antigua y ortodoxa de las sectas es la Gedimu, considerada la forma original en la que el Islam ingresó a China. Sus bases conservadoras la hacen reaccionaria frente a la novedad y la heterodoxia, aunque, luego de varios siglos en territorio chino, los Gedimu han adaptado en parte sus costumbres a la cultura han, llegando incluso a hacer un uso extendido de la lengua china. El sistema de mezquitas responde a una organización en parroquias que actúan independientemente, similar al sistema utilizado en comunidades cristianas (Dillon, 1999). En lo doctrinal, la división Gedimu sostiene que el mundo y la vida después de la muerte son estadios inseparables dónde la actuación meritoria en el primero asegura la felicidad en la segunda. Así, la secta Gedimu es la que agrupa la mayor cantidad de fieles en toda la China Islámica.

A fines del siglo XIX surgió una nueva secta llamada Yihewani, en directa oposición al carácter sino-islámico de la Gedimu. Respetando la misma organización parroquial, la incipiente secta buscó restablecer la identidad musulmana del Islam Chino mediante el estudio extensivo de las escrituras, principalmente del Corán, al mismo tiempo alejándose de las enseñanzas más conservadoras de la Gedimu. Sin embargo, al igual que ésta la secta Yihewani pertenece a la escuela Hanafi, y recibe rechazos violentos por parte de las órdenes sufistas.

El Sufismo constituye el tercer grupo de sectas arraigado en el país, caracterizado por un entendimiento místico del Islam por el cual Dios y el hombre actúan en directa comunión (Trimingham, 1971 citado en Dillon, 1999, p. 107). Su antiguo origen puede rastrearse en la península arábiga, desde dónde un gran número de musulmanes emigraron a China, entre los siglos séptimo y decimocuarto. Además de su naturaleza mística, el Sufismo difiere tanto de la Gedimu como de la Yihewani en el modo de organización en hermandades o Menhuan; estructuras mucho más rígidas que las parroquias y orientadas a la realización de actividades tales como el estudio de las escrituras, la oración en grupo, el ayuno, la danza y otras manifestaciones religiosas.

La última gran secta del Islam en China es la Xidaotang, reconocida por su carácter eminentemente chino -a diferencia de la influencia árabe en las demás sectas y por el estudio casi exclusivo de textos producidos en la lengua china o bien traducidos a ésta.

Los Hui de Ningxia pertenecen en su mayor parte, al igual que el resto de los musulmanes chinos, incluyendo a los uigures, a la secta Gedimu y a la escuela Hanafi del Sunismo. Sin embargo, a diferencia de éstos los uigures no comparten el idioma chino. Dillon (1999, p. 105) asegura que los musulmanes en China pueden dividirse en dos grandes grupos, y la diferencia en el lenguaje es uno los puntos principales. En Xinjiang, donde la mayoría es uigur, las conexiones lingüísticas y étnicas con el Asia Central son muy importantes. Por lo tanto, la conciencia étnica es más fuerte que la conciencia religiosa. En Ningxia, Gansu y otras regiones en el centro de China, en cambio, la ausencia de fronteras exteriores hace que la conciencia religiosa, como elemento de identidad, sea más importante que la étnica (Dillon, 1999). Se puede entender, de esta manera, que las diferentes condiciones geográficas y lingüísticas, aún compartiendo el nivel religioso, derivan en diferentes reclamos en la comunidad uigur y la hui. Además, a pesar de compartir la confesión musulmana, la mayoría de los hui presentan mayores similitudes culturales y demográficas con los chinos han que con los uigur u otras nacionalidades islámicas (Gladney, 2008).

Haz click aquí para ver la sinología completa.

China Files en su deseo de ser un puente comunicativo entre las personas hispanohablantes interesadas en China, publica semanalmente en su sección "Sinología", textos académicos destacados sobre China, y sobre la relación entre China y América Latina, para compartirlos con sus lectores. En la mayoría de los casos son los autores o editores quienes nos proporcionan los textos. Sin embargo, si este no es su caso y no desea que su texto sea compartido en esta sección, por favor escríbanos a redaccion@china-files.com

[Crédito foto: Xinhua]

También puedes leer: 

China, más cerca de intervenir en la lucha contra Estado Islámico

– Sinología: China, sus minorías étnicas y las resistencias uigur y tibetana

– Sinología: El conflicto de Xinjiang: La minoría uigur y la política de Pekín