Sinología: El papel de la República Popular China y Japón en la construcción del orden regional del Asia Oriental

In by Andrea Pira

En la sinología de esta semana se analiza el papel de las dos potencias que hoy atraviesan una fuerte tensión debido a las islas Senkaku/Diaoyu. Un repaso histórico de las relaciones entre los dos países y el papel que desarrollaron en la construcción de un orden regional.


Introducción

Todo orden regional o internacional constituye un patrón de actividad que limita la frecuencia y la intensidad de la violenciaentre las unidades de un determinado sistema y que refleja las creencias, las preferencias, los intereses y las acciones del actor o los actores internacionales más influyentes del mismo.

No resulta extraño, pues, que a lo largo de la historia no haya existido un único tipo de orden, sino que se hayan sucedido –y, en ocasiones, solapado– órdenes regionales e internacionales de naturaleza muy distinta. En general, el remplazo de un orden por otro se ha producido a través de un enfrentamiento bélico que ha puesto de relieve la incapacidad de los actores para contener las tensiones acumuladas y para resolver de forma pacífica sus divergencias.De ahí que, como Peter J. Katzenstein ha señalado gráficamente, la imagen más cercana a la sucesión de unos órdenes por otros en el tiempo sea la de una “secuencia de big bangs irregulares”.

Esta constatación suscita un conjunto de preguntas: ¿Qué factores concretos impulsan las variaciones dentro de un determinado orden? ¿Qué factores determinan el fin de un orden y su sustitución por otro? ¿Qué importancia tienen las creencias, las preferencias, los intereses y las acciones de los actores internacionales en estos procesos? ¿Cuáles son los principales condicionantes de su comportamiento? Estas cuestiones dibujan el marco de reflexión en el que se ubica la presente tesis doctoral, que se construye a partir de dos líneas de investigación de la Teoría de las Relaciones Internacionales. La primera se centra en el análisis del cambio en las relaciones internacionales y de los factores que lo motivan.

Aunque su diferente concepción ha estado en la base de los grandes debates de la disciplina y cada vez son más los trabajos académicos dedicados a su estudio, el cambio continúa siendo hoy un fenómeno apenas conocido. La segunda línea de investigación busca comprender el modo en que se desarrollan las interacciones entre los actores internacionales y las estructuras de poder. Al igual que en el caso anterior, la percepción de estas interacciones se ha reflejado en los principales debates intra e interdisciplinares y su comprensión todavía encierra numerosos interrogantes pese a la existencia de un número considerable de trabajos teóricos.

Siguiendo estas dos líneas, el objetivo de este trabajo consiste en analizar el comportamiento de los actores internacionales en el proceso de gestación, consolidación y transformación del orden y los factores que lo impulsan a través del estudio del papel desempeñado por la República Popular China y por Japón en la construcción del orden regional de Asia oriental. Su idea principal es que, lejos de ser casuales, el grado de aceptación y el nivel de implicación de los actores internacionales en la construcción de un determinado orden dependen de un cálculo racional. En éste, además, cuatro factores se revelan especialmente relevantes:

1) la satisfacción de cada actor con el orden ya existente

2) su percepción de los potenciales beneficios del nuevo orden, todavía en ciernes

3) su capacidad para hacer frente a la conflictividad

4) su confianza en la capacidad y, sobre todo, en la voluntad de otros actores para defender sus propios intereses en el proceso de construcción del nuevo orden.

La investigación hace suyas tres premisas fundamentales. La primera asume que los actores internacionales gozan de un mínimo grado de racionalidad y que, por consiguiente, entre sus creencias, preferencias, intereses y acciones existe cierta coherencia. Ello no implica que sus acciones siempre satisfagan sus preferencias e intereses o que sean plenamente congruentes con sus creencias, pero sí se anula la posibilidad de que las acciones de un actor se opongan de forma sistemática a ellas. Entendiendo que todo orden es un patrón de actividad construido, la segunda premisa sostiene que la relación entre los actores y cualquier orden regional o internacional es dinámica y de influencia recíproca.

Las creencias, las preferencias, los intereses y las acciones de los actores de un sistema determinan la estructura y el contenido del orden y estos últimos, a su vez, establecen límites sobre las acciones de los actores, e incluso condicionan sus intereses, preferencias y creencias. Por último, la tercera premisa defiende que existe un orden regional de Asia oriental que ha conseguido reducir la frecuencia y la intensidad de la violencia entre los actores que participan de él. Este orden presenta unos rasgos particulares y no constituye una reproducción a menor escala del más amplio orden internacional, sino un orden autónomo y diferenciado.

La elección de los casos de estudio mencionados, por otra parte, responde a tres motivos principales que también ponen de relieve el interés académico de la investigación.

En primer lugar, el análisis de un orden regional permite adentrarse en una tendencia –la emergencia de distintos órdenes regionales incardinados en el más amplio orden internacional– con claras implicaciones sobre la dinámica de las relaciones internacionales y sobre los esfuerzos encaminados a mejorar los mecanismos de gobernanza global. Esta tendencia se ha visto favorecida por el impulso del regionalismo en la posguerra fría. Por un lado, éste ha incrementado la frecuencia y la intensidad de las interacciones entre los actores de una misma región, reduciendo la desconfianza entre ellos e incentivándoles a explorar nuevas vías e iniciativas para la gestión de los desafíos convencionales y no convencionales a su seguridad. Por otro, el regionalismo ha ofrecido a esos actores un nuevo espacio tanto para la búsqueda de legitimidad como para la expresión de identidades estatales y subestatales.

De ahí que, tal y como ha apuntado Mark Beeson, “una de las características más ampliamente aceptadas y contrarias la intuición de la era ‘global’ contemporánea sea que posee un claro regusto regional”. En segundo lugar, el estudio del orden regional de Asia oriental en particular sirve para aproximarse a una de las regiones económicamente más dinámicas del planeta, responsable de una quinta parte del producto interior bruto mundial. Su ascenso en las últimas décadas ha propiciado un “desplazamiento global del poder” que, de agudizarse, podría cuestionar la posición hegemónica de Estados Unidos en el sistema internacional.9 Por si ello no fuera suficiente motivo, el interés del orden regional de Asia oriental se explica también por la incertidumbre que le rodea. Así, mientras que algunos autores han aventurado el estallido de fuertes rivalidades y conflictos armados en la región como consecuencia del fin del equilibrio bipolar y la parcial retirada estadounidense, otros han interpretado estos factores como un impulso a la progresiva desaparición de la conflictividad y como un preludio de la emergencia de un sentimiento identitario de comunidad.

Todos ellos parecen coincidir, no obstante, en la idea de que el futuro de Asia oriental y del orden regional que guía las interacciones de los actores regionales repercutirá significativamente en la evolución del sistema y la sociedad internacional, así como en el orden internacional liderado por Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial hasta hoy. En tercer lugar, la exploración del papel desempeñado por la República Popular China y Japón en la construcción del orden regional de Asia oriental puede ayudar a comprender mejor los cambios y continuidades de dicho orden.

Ello se debe a que, tal y como ha señalado Rick Fawn, la correcta interpretación de las dinámicas de una región y de un orden regional exige entender primero el comportamiento de los principales actores que interactúan en y con ellos. Durante los últimos setenta años los actores estatales y no estatales de Asia oriental que se han implicado en el proceso de construcción del orden regional son numerosos, pero no cabe duda de que República Popular China y Japón son los dos mejor posicionados para liderar la región. Uno y otro poseen un vasto y diverso conjunto de recursos tangibles e intangibles muy superior al de cualquiera de sus vecinos.

Desde la Segunda Guerra Mundial hasta hoy, además, ambos han experimentado una notable transformación que los ha erigido en grandes potencias con una influencia que rebasa los límites geográficos de Asia oriental. Más importante aún, la relación entre Pekín y Tokio configura una de las variables más importantes, si no la principal, de las que dependen la gobernanza y la estabilidad en una región históricamente marcada por la desconfianza y la conflictividad. En nuestra opinión, junto a estos tres motivos existen dos razones adicionales que refuerzan el interés académico de la investigación, una de naturaleza teórica y otra más práctica.

La primera es que el análisis del comportamiento de los actores en el proceso de construcción de un orden y de los factores que lo motivan puede ayudar a dar respuesta a las cuestiones que hemos planteado al inicio de esta introducción y, por extensión, a profundizar en las dos líneas de investigación que vertebran el trabajo. Dicho de otro modo, conocer qué impulsa a los actores a actuar de una manera determinada respecto de un orden puede arrojar alguna luz sobre cómo se relacionan con las estructuras de poder y sobre cuándo y por qué se producen cambios en dicho orden. La segunda razón está relacionada con la relativa escasez de estudios sobre el orden y las relaciones internacionales de Asia oriental en el contexto académico español. Esta tesis doctoral aspira a dar continuidad a los trabajos teóricos existentes y, a la vez, a contribuir modestamente a su mejor conocimiento y comprensión.

En lo que concierne a su planteamiento teórico, el presente es un trabajo de Teoría de Relaciones Internacionales, aunque la elección de los casos de estudio también lo acerca al terreno de la Historia de las relaciones internacionales y a los estudios de área.

Haz click aquí para leer la sinología completa


China Files en su deseo de ser un puente comunicativo entre las personas hispanohablantes interesadas en China, publica semanalmente en su sección "Sinología", textos académicos destacados sobre China, y sobre la relación entre China y América Latina, para compartirlos con sus lectores. En la mayoría de los casos son los autores o editores quienes nos proporcionan los textos. Sin embargo, si este no es su caso y no desea que su texto sea compartido en esta sección, por favor escríbanos a redaccion@china-files.com.

Lee otras sinologías:

Sinología: Se necesitan tres: relaciones entre China, Estados Unidos y América Latina

Sinología: Elementos fundamentales del marco teórico de la política exterior de China

Sinología: China en el futuro de América Latina

Sinología: La política exterior de Chile entre China y los Estados Unidos. -Un análisis desde la perspectiva de la gobernanza global- 

[Crédito foto: asiavoices.net]