Una pareja maoista encerró y esclavizó a tres mujeres durante más de 30 años en Londres. La semana pasada pudieron escapar. Entre las cosas que más recuerdan de su prisión clandestina está el enorme retrato de Mao colgado en el departamento en el que vivían sometidas.
La mirada pesada de Mao en el retrato que presidía el living es lo que Rosie más recuerda de todos aquellos años en los que estuvo presa. A veces soñaba con irse lejos. Irse con el vecino, del que tenía la fragmentaria imagen que le permitía el rectángulo de la ventana y a quién envió un centenar de cartas en las que contaba que vivía en “una terrible telaraña” . Pero "lejos" no tenía lugar ni fecha concreta. Era algo que llevaba consigo. Una de las pocas cosas íntimas que tenía en esa casa que era su cárcel y era todo su mundo.
Fue adoptada al nacer por la pareja maoista que la trataría como una esclava durante 30 años. Ellos tenían otras dos esclavas. Una irlandesa y una malaya, Rosie, de origen británico, sería la tercera. El grupo parecía una familia y actuaba normalmente en el exterior, de manera que sus vecinos no sospecharon nada. El indio Aravindan Balakrishnan (72), alias Camarada Bala, y su mujer, la Camarada Chanda (67), originaria de Tanzania, acusados de esclavizar a las tres mujeres, era antiguos activistas maoistas.
La policía británica descubrió que tenían antecedentes judiciales. Ya habían sido detenidos en los 70 cuando junto a otras 14 personas atacaron a la policía cuando ésta intentó entrar al squat maoísta en el que se habían instalado en Brixton. Desde entonces la pareja y la banda que lideraban fueron detenidos 17 veces por diversos hechos de violencia.
El grupo se llamaba “Mao Tse Tung Memorial Center” y en el squat del Brixton había instalado una biblioteca con los libros de Mao en la que pasaban películas relacionadas al líder chino y organizaban debates políticos. Según informó la policía, la pareja utilizaba “tortura psicológica” para mantener a las tres mujeres en su seno. Un vecino informó que a veces escuchaba gritos y llantos desde el departamento, aunque las victimas no denunciaron maltrato físico.
En estos momentos el gobierno de Xi Jinping se encuentra en un movimiento de “re-maoización” , con gestos como el pedido de “autocrítica” que recuerdan la Revolución Cultural o el documento N09 en donde se advierte sobre los “peligros occidentales” o la simbólica visita del presidente a Wuhan, capital de Hubei, en donde Mao solía pasar sus veranos y en donde Xi Jinping declaró: “esta ciudad debería convertirse en un centro de educación para los jóvenes sobre patriotismo y revolución”. Hace poco se ha anunciado una re-edición lujosa del famoso libro rojo de Mao y la producción de una película animada que tendrá como héroe al gran timonel. Al mismo tiempo, la economía se abre cada vez más y el mercado toma un carácter “decisivo” en el rumbo del país.
En Europa el maoismo no fue tan fuerte como lo fue en América Latina y en África. Sin embargo, en Alemania el grupo maoista cuenta con 10.000 miembros y en Francia un amplio sector de la izquierda sigue reinvindicándolo. En Inglaterra se formaron grupos maoistas más pequeños y más radicales. Aravindan Balakrishnan y su esposa Chanda eran líder de una grupo de 25 personas que se había independizado del el Partido Comunista de Inglaterra (Partido que cuenta apenas con un centenar de miembros).
El grupo liderado por Balakrishnan poseía quince propiedades. Todas a nombre del líder. Desde los 70 el grupo se ha dedicado ha difundir las ideas de Mao, y hasta posee una pequeña imprenta en donde reproducen los libros del líder chino.
Todavía no se ha informado sobre las actividades laborales de Balakrishnan y su esposa. Ahora el matrimonio ha sido liberado bajo fianza mientras continúa la investigación con la prohibición de volver al hogar donde vivían junto a las tres mujeres.
También puedes leer:
[Crédito foto: thegardian.com]