Mirando el oro colombiano con ojos chinos

In by Simone

Los ojos de Cheng Jun exploran unos pendientes de forma antropomórfica del Magdalena Medio. Entró a la exhibición desprevenido en su recorrido del Museo de Shanghai y se encontró con algo que nunca había visto: objetos de oro de la época prehispánica de Colombia. Mira, una por una, las 253 piezas que componen la exhibición "Oro: Arte prehispánico de Colombia" que fue inaugurada el pasado 23 de Septiembre y entre vergüenza y curiosidad confiesa que no conoce mucho de Colombia, que no sabe quien hizo estos objetos y que no entiende por qué los hicieron. Cheng, de 28 años, tampoco sabe qué ocurrió con estas culturas orfebres y si aún están vivas; aunque su instinto -y el cartel del ingreso- le indica que muchas de ellas no existen más. Lo único que puede afirmar con certeza es que se emocionó ante la belleza, "pues nunca había visto un pedazo de oro tan grande".

El oro, desde tiempos milenarios, ha sido símbolo de poder. China no es ajena a esta práctica y es común verlo en las decoraciones de los palacios imperiales. El dorado y rojo son la combinación más usada para adornar celebraciones chinas por ser de buena suerte. Esta vez, la exhibición del Museo del oro, es presentada es presentada al estilo chino: paredes rojas que acompañan el oro en las vitrinas. La curaduría fue pensada para acercar el público chino: se apunta más al arte indígena que a los datos geográficos o arqueológicos de estas culturas. Es la primera vez que el Museo de Shanghai alberga una exposición de Colombia y la segunda vez que presenta objetos latinoamericanos, después de la exhibición Maya hace más de cuatro años. Está dividida en cinco partes en los que se presentan figuras humanas, animales y abstracciones de la naturaleza, todas ofreciendo "imaginación y creatividad artística ilimitada de los indígenas antiguos a los visitantes chinos", como la presentó Chen Xiejun, Director del Museo de Shanghai.

"A través de estos objetos colombianos llegados a Shanghai damos a conocer al pueblo chino los orígenes de nuestra nación. El arte nos comunica y nos ayuda a reconocernos los unos en los otros" dijo Eduardo Londoño, jefe de divulgación del Museo de Oro en rueda de prensa. La educación china pasa velozmente las páginas de historia latinoamericana. En pocos meses salta de las culturas mesoamericanas a la conquista y colonización de América por España. La selección del nombre de la exhibición "Arte prehispánico" y no "Arte precolombino" no es, por lo tanto, deliberado. Solo los expertos se acercan sutilmente a nuestra historia, como Fan Jinshi, Directora de la Academia Dunhuang -institución encargada de la protección de reliquias culturales en China- quien reconoce sentirse "lejana geográficamente pero cercana en el sentido artístico, pues estos objetos me recuerdan los objetos de jade de la sociedad antigua de China". Ella conocía a la cultura Maya, Inca o Azteca, pero nunca había oído hablar de los Muiscas o Chibchas, e incluso, revela saber poco de Colombia.

Algunos de los visitantes a la exposición confiesan no conocer la ubicación de Colombia en el mapa. Es un país lejano, que ni siquiera los problemas que acongojan la Nación llegan a los oídos de los chinos. La exposición, entonces, se presenta como un espacio donde el visitante crea sus propias conjeturas de un país distante. No hay fotos de los indígenas, ni asociaciones pictóricas de los terrenos donde se encontraron los objetos. Es el arte precolombino el que habla por sí solo de un pasado de hace mil años. "Me imagino a estos hombres como son presentados en las películas de Hollywood, desnudos y con plumas en la cabeza" dice Kurt, músico Taiwanés de 30 años. Aunque estuvo en México y visitó los templos Mayas, salió sorprendido de la exhibición pues "es simplemente fantástica" y no sabía que los indígenas pudieran tener tal sofisticación en el arte. "Los indios, ¿tenían la piel color negra no? Los he visto por las calles de Shanghai" pregunta Viola, profesora de Mandarín de 31 años, quizá engañada por el término dado por Colón al llegar a las "indias" y cuyo juego fonético fue igualmente traspasado al chino -Yìndùrén (印度人), es hindú; Yìndì’ānrén (印第安人) es indígena-. Vino a la exposición porque está aprendiendo español y le interesa conocer de América Latina, pero afirma no sentirse emocionada con las piezas de oro: "Quizá si me los pudiera poner sentiría algo. Es una lástima no poder usarlos". Para ella, predomina el concepto monetario del oro que tienen la gente china hoy en día, o como explica Diana Tang Wen, traductora y profesora de Español de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai, "Para la China antigua, el oro se relacionaba con el color del sol. Para la gente moderna el oro es caro y por lo tanto, es símbolo de riqueza".

Fan Jinshi tiene alrededor de 70 años y aún hoy viste la chaqueta del Partido Comunista. Se imagina a los creadores de las obras orfebres "muy hermosos pues con los elementos que veo hoy, como narigueras, pectorales y orejeras pienso que ellos tomaban como centro la belleza. Se ve que observaban bien la naturaleza pues se esforzaron en imitar vivamente los animales". Esto, por el contrario ha desilusionado a Lin Zheng, estudiante de Sistemas de 23 años, pues "son figuras muy simples, que aunque sé que tienen significados profundos, me dicen directamente que representan". Afirma que la mente china tiene la capacidad de deducir cosas muy abstractas, pues su idioma está basado en caracteres que "son deformaciones de objetos tomados de la realidad". Curiosamente, su pieza favorita fue un pendiente que asemeja claramente una palma.

"Colombia no está lejos de China" afirmó Londoño, "Nos une la historia pues estos objetos fueron hechos por nuestros descendientes lejanos de Asia que hace más de 20,000 años colonizaron América". Resalta que los chinos se sienten reflejados en un pequeño colgante triangular, pues sus ojos recuerdan a las personas de rasgos asiáticos, así como en las fusiones de animales y hombres, pues son similares a los mitos chinos. Sin embargo, para muchos de los visitantes chinos, lo que más les ha llamado la atención es entender que, como China, Colombia también tiene una cultura milenaria. El señor Jing, coincidencialmente "oro" en mandarín, dice percibir "una historia de un país esplendorosa y rica. Sabemos muy poco de Colombia, y a través de esta exposición vemos que este país tiene una cultura muy larga y de alta calidad".

La exhibición, que también hace parte de un programa cultural entre ambos museos y en el que China llegará a Bogotá con sus dragones imperiales, es además un acercamiento de países, que abre la puerta para mayores intercambios que van desde el arte hasta la economía, afirma Londoño. Después de esta exposición, palabras como Calima, Muisca o Quimbaya, -en sus traducciones chinas-, se abren campo en la mente china y le otorgan a Colombia un espacio privilegiado en la concepción de la historia americana. "China no es el único país que tiene una larga historia. Aunque solo sabemos de países como Grecia, Italia o Egipto, a través de estos objetos ya sabemos que Colombia tiene una historia de más de dos mil años. " afirma Fan Jinshi.

[Publicado en El Tiempo, Octubre 24 2009]