Minorías chinas: los Jino

In by Andrea Pira

Los jino o jinuo, se concentran  en la provincia de Yunnan. Su población consta de unas 22.000 personas. En su lengua, jino se compone de los términos ji (tío) y nuo (descendiente), por lo que su nombre puede traducirse como "descendientes del tío".


Un instrumento hecho con el corazón de la montaña: Cuando cae el sol los jino arman un grupo para manipular las tonalidades del viento con sus cuerpos. Cuando se agachan el viento pasa produciendo un sonido grave contra las rocas ; cuando se levantan tres el sonido es mas agudo y débil, cuando se levantan todos el viento tiene la tonalidad de una tormenta. Este curioso instrumento, al que ellos no han puesto nombre y que los demás-los chinos han y los occidentales- llaman “jino” esta en proyecto en convertirse en Patrimonio Cultural de La Humanidad de la Unesco.

Para remontar la historia de los jino hay que mencionar a los qiang, minoría que habita actualmente en la zona noroeste de la provincia de Sichuan. La mayoría de los sinólogos concuerdan en que los Jino provienen de los qiang. En tiempos de la la dinastía Han oriental, el emperador Wu estableció una prefectura en la zona de Hexi, donde estaban establecidos los qing, quienes debieron huir a otras provincias. En los años 600 al 900 algunos qiang fueron asimilados por los tibetanos, lo que fue determinante para su cultura. Cuando se establecieron en Sichuan algunos grupos se separaron -principalmente quienes tenían mayor contacto con los Han y quienes tenían más contacto con los tibetanos- . Estos subgrupos dieron lugar a diferentes etnias, entre ellas los Jino.

Existen otros posibles origenes de los Jino. Uno de ellos explica que los primeros jino procedían de las tierras del norte de Yunnan. El primer poblador de estas nuevas tierras fue una viuda, llamada Jiezhuo, madre de siete hijos y siete hijas que terminaron casándose entre ellos. La familia creció y dio origen a la actual etnia de los jino. Las anteriores son hipotesis históricas, los Jino cuentan además con una leyenda de origen. Como en muchas culturas, el origen incluye un diluvio destructor y purificador. La diosa Amoyaobai no pudo impedir el diluvio, pero pudo salvar a dos hermanos (un niño y una niña) y ponerlos a salvo sobre un trozo de madera. Elos son los miembros originales Jino.

El idioma jino pertenece a la rama de lenguas tibetano-birmanas de la familia de las lenguas sino-tibetanas. Tiene un vocabulario muy parecido al idioma yi. Al ser el jino un idioma oral, utilizan -como muchas minorías chinas- el sistema de escritura chino. Podemos remarcar algunas particularidades de esta lengua, como el hecho de que casi ningun sustantivo puede ser usado en singular, no se dice hombre sino hombres ni cielo, sino cielos. Según dijo a China Files Michel Roux, sinólogo de la universidad París INALCO, los jinos justifican esta particularidad del idioma en el hecho de que no existe un cielo sino muchos ni un hombre, y que la mención singular comportaría un error.

Las grandes casas de los Jino suelen ser construidas en bambú o también madera y suelen albergar a varias generaciones y parientes cercanos por lo que en uan misma casa pueden vivir hasta 15 nucleos familiares diferentes. Como las viviendas de los pumis, las de los Jino se dividen en dos pisos. La planta baja es pública y se destina también a almacén y establo y el primer piso es para dormir, es la parte intima de la casa.

Estampilla china dedicada a los Jino



Estatua de diosa  Jino Amoyaobei en las afueras de Jinghong


Este primer piso se divide a su vez en habitaciones exteriores e interiores. La zona interior se destina a los dormitorios mientras que la exterior contiene una cocina, un comedor y una sala de reunión en cuyo centro suele animarse un gran fuego. Los jino son monógamos aunque se le permite mantener relaciones sexuales libremente antes de casarse.

En algunos poblados, existen casas construidas especialmente para las parejas que mantienen contactos sexuales sin estar casadas. Una vez contraído matrimonio la pareja se mantiene fiel. El divorcio existe aunque no es una práctica habitual. La religión de los Jino es la animista. El animismo no es una religión estructurada como tal, sino un sentimiento religioso, común a varias formas de creencia (sobre todo, africanas), según el cual están dotados de alma no sólo los hombres, sino también los animales, vegetales y hasta los objetos.

Para los animistas existe un dios lejano que no influye ni en la vida de los individuos, ni en la historia de los pueblos. Esa lejanía divina queda suplida por los espíritus, sobre todo de los antepasados, así como por el trato frecuente con ellos para pedirles ayuda, consejo, favores, y también para protegerse de su poder maléfico.

Los chamanes tienen un papel principal en la vida cotidiana de los jino. Son los encargados de realizar los sacrificios a los dioses cada vez que ocurre algún acontecimiento inesperado. Además, son los encargados de administrar las hierba medicinales para curar las enfermedades del pueblo.

Actualmente los turistas pueden visitar a los Jino en la ciudad de Jinghong, donde pueden degustar el tradicional té Pu’er o probar las hojas de té con salsa servidas frías. Además en Jinghong se puede asistir a la tradicional fiesta del hierro, que es el mayor evento para los Jino, entre el 6 y 8 de febrero.

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