Entre música de Piazzola, Gotan Project y buen vino, más las especialidades argentinas provistas por el restaurante Che Diego!, se lanzó ayer la Oficina de Representación de la Cámara argentino-china en Beijing, con un evento en la Embajada Argentina.
La Cámara argentino-china fue fundada en 1984 y su objetivo principal es fomentar el comercio entre China y Argentina, mediante apoyo de consultoría, organización de seminarios, cursos, rondas de negocios, publicaciones y misiones comerciales, entre otras actividades.
“China representa un mercado muy atractivo para los empresarios argentinos. El país es cada vez más conocido y reconocido aquí. Iniciativas como estas nos ayudan a estar más cerca”, dice Diego Kuo, fundador de Che Diego!, restaurante argentino de Beijing.
La Cámara actúa en colaboración con la Oficina Económico Comercial de la Embajada de la República Popular China en la Argentina y el Consejo Chino para el Fomento del Comercio Internacional (CCPIT).
El embajador argentino, Gustavo Martino, resaltó en su discurso de apertura de la Oficina de Representación, la importancia del vínculo bilateral, además de la trascendencia de China como aliado estratégico.
Carlos Spadone, presidente de la Cámara de Comercio argentino-china, instó a los empresarios argentinos a aventurarse a colaborar con China, y rescató su experiencia positiva en treinta años de colaboración.
Al evento de inauguración asistieron empresarios argentinos y chinos y diversos profesionales relacionados con el sector.
El comercio bilateral ha registrado un rápido crecimiento que llegó a la cifra anual de 14 mil millones de dólares en 2012.
“Argentina representa para los empresarios chinos una gran expectativa. Se ha hecho mucho entre los dos países, pero a la vez hay muchísimo por hacer. Tenemos confianza en que el comercio bilateral seguirá creciendo”, dijo Li Shixin, vice-presidente de la firma Yu Nan Cui Long Ding Jewelry.
Los empresarios argentinos se mostraron entusiastas con la apertura de la Oficina de Representación. “Aquí estamos para apoyar a los empresarios argentinos que quieran trabajar con China. Llevamos muchos años haciéndolo, desde los 80, y aun tenemos mucho por aprender. China está cada vez más abierta a nuestros productos, no solamente a la soja y al vino, también a golosinas, maquinarias y lo que se nos ocurra en el camino”, declaró Carlos Spadone.
También puedes leer:
– Argentina y Venezuela, primeros en la agenda política del nuevo gabinete
– Argentina intenta seducir con sus mejores armas en Beijing