Los trabajadores chinos se organizan, al margen de sus sindicatos tradicionales

In by Simone

El futuro del modelo de desarrollo de China se enfrenta hoy a un creciente número de huelgas. Jóvenes y viejos se organizan en las fábricas para protestar por la reducción de salarios, el cese de pago por horas extras y las condiciones laborales. Entre tanto, los sindicatos oficiales brillan por su ausencia en las protestas de los trabajadores.
Quienes todavía ven a los chinos como a una población de más de mil millones de súbditos probablemente están equivocados. Debajo de la manta oficial impuesta por la severidad del partido se agitan muchos fenómenos sociales. Y mientras todo el mundo espera una pataleta de la clase media, presionada por la inflación y los altos precios de la vivienda, surgen los trabajadores.

Cada día una nueva huelga, una nueva movilización: viejas y nuevas generaciones de trabajadores chinos que se encuentran para exigir mejorías en sus salarios y su seguridad social. El centro de las protestas ha sido la provincia de Guangdong, pulmón económico de China, que por sí solo constituye una cuarta parte de sus exportaciones y que ha representado un modelo económico liberal, en contraste con el de perfil más estatal que rige en Chongqing.

No en vano los líderes del Partido Comunista en las dos provincias se perfilan como posibles miembros de la próxima cúpula del gobierno chino, que se decidirá en 2012 y defienden sus modelos como la base del desarrollo chino hacia el futuro.

El crecimiento chino, sin embargo, también se ha venido moderando debido a la crisis económica en Europa y Estados Unidos, a costa de los trabajadores. A pesar de los aumentos esperados a comienzos del próximo año en los salarios mínimos, las condiciones siguen siendo prohibitivas. Con la creciente inflación, el salario promedio de 260 dólares al mes no alcanza. Ante las primeras señales de crisis, las empresas han comenzado a cerrar el grifo de las horas extraordinarias, verdadera fuente de ganancias extras de la clase trabajadora china.

Entre tanto, muchas empresas se encuentran en crisis de crédito debido a las restricciones sobre préstamos bancarios implementadas por el gobierno para reducir la inflación. Algunas han cerrado ya, mientras otras intentan buscar mano de obra a precios aún más bajos. En algunos casos, como en la reciente protesta en una fábrica que produce para Hitachi en Shenzhen, los trabajadores han denunciado una reducción de sus salarios de una cuarta parte, desde los 4.000 (630 dólares) hasta los 3.000 (470 dólares).

El transporte público, la manufactura electrónica y la salud son algunos de los sectores que se han visto afectados por las protestas y las huelgas. Hasta el momento la prensa china ha cubierto solamente las huelgas en empresas extranjeras: Pepsi, Hitachi, Hi-P o la empresa de Singapur que produce para Apple y Motorola.

“La mayoría de las manifestaciones tuvieron lugar en empresas extranjeras, pero sabemos de protestas en fábricas privadas y estatales chinas, especialmente en los sectores del transporte y la salud”, señaló un activista laboral chino perteneciente a una ONG basada en Hong Kong, contactado por teléfono. También es interesante la composición social de quienes protestan: "Los más jóvenes están en las primeras líneas de la protesta, pero también hay personas mayores que participan, preocupados por cuestiones de seguridad social y compensación”.

Dos generaciones protestando, con los más jóvenes utilizando las herramientas de las redes sociales en línea para crear formas espontáneas de lucha, centradas sobre todo en reivindicaciones de tipo salarial. "En su mayor parte piden aumentos salariales, pero también hay disputas sobre las horas extras, el pago de las contribuciones, las primas y la demanda de mejores condiciones de el trabajo”, explicó el activista. “Las principales preocupaciones en todo caso es que los salarios se redujeron debido a la reducción del pago de horas extras".

En Hitachi, por ejemplo, los trabajadores -en su mayoría mujeres- habían roto las negociaciones con los líderes gritando "Nos tienen que dar el dinero" y buscando forma autónomas de organización. Mientras tanto, los sindicatos oficiales están completamente ausentes en la dinámica de la lucha.

"La huelga no ha sido organizada por los sindicatos oficiales, sino que nacen en su mayoría de forma espontánea”, añadió el activista. “Los sindicatos oficiales no apoyarán huelgas nunca, presos como están por intentar mediar siempre con los propietarios".



[Foto credits: marxist.com]