Especial Tiananmen – Los años antes de 1989

In by Simone

La noche del 3 y 4 de junio de 1989 fue el resultado de un proceso largo y complejo, que hoy, veintitrés años después, es difícil de analizar de manera equilibrada. Los años ochenta fueron un periodo de cambios geopolíticos que ayudaron a asentar la base de unas reformas económicas, políticas y sociales en China. Optimistas en un comienzo y de desilusiones al final, dieron pie a una de las manifestaciones más extensas en China y una de las tragedias más silenciadas en la historia de este país: Movimientos estudiantiles y la masacre de Tiananmen.

Lo que ocurrió esa noche en Tiananmen viejas, que revelaron un descontento que se venís tejiendo desde hacía varios años. Acá extendemos la mirada en el tiempo para dar un contexto más amplio a lo que ocurrió ese día.

1979-1989: Una década de reformas orientadas al mercado y al autoritarismo 

Las reformas post Mao (1976) fueron lanzadas con la promesa de traer la democracia socialista a China. Se hizo énfasis en los incentivos materiales para los trabajadores para así, elevar la productividad e incrementar los sueldos. Los impuestos a los campesinos y las cuotas al grano serían reducidas para alentar el consumo y elevar los estándares de vida en el campo.

Con las fronteras nuevamente abiertas, la tecnología extranjera y la inversión actuaron como un agente cohesivo en el avance de las "Cuatro Modernizaciones" de China -agricultura, industria, defensa nacional y ciencia y tecnología-. En la década siguiente (1978-1989) muchos de estos objetivos fueron alcanzados transformándose en el orgullo y alegría de los burócratas reformistas.

A finales de 1978, las calles de China eran un oleada de protestas y desacuerdo popular. Grupos de trabajadores y ex Guardias Rojos, reaccionando a la promesa del partido de una democracia socialista, comenzaron a realizar una crítica mordaz contra el mismo partido por su historia de autoritarismo y abuso burocrático. Esta relativa atmósfera de libertad de expresión política se convirtió más tarde en lo que después sería conocido como "Movimiento del muro de la democracia".

En Beijing, el ingeniero y prolífico escritor Wei Jingsheng realizó un apasionado llamado por una reforma democrática, titulada "La Quinta Modernización" en el Muro de la Democracia en Xidan. Más tarde, Wei fue arrestado y sentenciado a 15 años de prisión. Otros grupos en Shanghai, Xi’an, Tianjin y Wuhan crearon foros similares de discusión democrática, imprimieron y distribuyeron publicaciones políticas. A pesar de falsa alabanza a los activistas realizada por el rehabilitado Deng Xiaoping, las corrientes anarquistas y ultra izquierdistas dentro del movimiento terminaron siendo muy nostálgicos del populismo de la Revolución Cultural para ser digeridas por los líderes del partido. Para 1981, la libertad de expresión política había sido silenciada y la ortodoxia Leninista se transformó en la nueva contraseña a seguir.

La década de los 80 fue un periodo de cambios geopolíticos en los que China tuvo un importante rol. La guerra entre EE.UU. y Vietnam había concluido en 1975 en gran parte al establecimiento de relaciones amistosas entre EE.UU. y China, y su alianza tácita contra la URSS. Con la llegada de Deng Xiaoping al poder en 1978, se inició un periodo de normalización de las relaciones con EE.UU., Europa occidental, Hong Kong y Japón, y que tuvieron una influencia positiva en el intercambio comercial y la inversión extranjera en China.

En un extraño juego del destino, China invadió Vietnam en febrero de 1979, ostensiblemente debido a la ocupación vietnamita en Camboya y la remoción del poder del régimen de Pol Pot, apoyado por China. Después de menos de un mes de combate, la guerra sino-vietnamita concluyó con  aproximadamente 20.000 bajas chinas. La guerra agravó las ya hostiles relaciones entre China y la URSS, que en ese momento apoyaba a Vietnam). Junto con la invasión soviética en Afganistán el mismo año, China fue empujada más hacia una alianza estratégica con EE.UU. No fue sino hasta que Gorbachev llegó al poder en 1985 y que los soviéticos se retiraron de Afganistán que la relación mejoró.

A finales de los 80 fueron derrocados popularmente los regímenes de Taiwán, Corea del Sur, el Este de Europa y América Latina. China, a pesar de sentir la amenaza de la "tercera ola de democratización" fue uno de los pocos países donde las fuerzas democráticas no lograron llegar al poder y así continuó orientando su reforma orientada al mercado, en términos económicos y hacia el autoritarismo, en términos políticos.

Deng Xiaoping, quien gobernó china como su gran líder entre 1978 y 1994, se encontraba aparentemente en mala posición al final de la Revolución Cultural. El desconocido Ministro de Seguridad Pública, Hua Guofeng, había asumido la posición de Presidente del Partido luego de la muerte de Mao en 1976 y había reafirmado su poder al arrestar a la banda de los cuatro. Sin embargo, en una movida audaz de poder, Deng recuperó su prestigio y retiró a Hua de su cargo. Esta decisión fue luego confirmada en la tercera plenaria en 1978.

Aunque Deng llegó al poder llevando la bandera de la democracia socialista, rápidamente se hizo obvio que sus prioridades reales eran construir fuerzas productivas. Gracias a la inversión extranjera, Deng creó una máquina económica enfocada a la exportación, similar a la japonesa. El capital extranjero fue utilizado en el desarrollo de industria pesada, la creación de empleos -aunque con bajos sueldos y mínima seguridad de trabajo-, y la ayuda a la producción doméstica para ganar competitividad. Esta inversión fue originalmente concentrada en las zonas económicas especiales, pero a finales de los años 80 incluyó a todo el país.

Con la inversión extranjera, la agricultura se convirtió en una de las políticas gubernamentales principales: el Estado aumentó el precio del grano y por ende, el poder adquisitivo de los campesinos creció. Como resultado, la agricultura creció en un 9% durante seis años sucesivos. Fue uno de los mayores éxitos de la reforma.

Pero, con la privatización parcial de la tierra y de la industria, los problemas que la Revolución Cultural buscó solucionar surgieron de nuevo: creció la disparidad social y el número de trabajadores migrantes aumentó a 100 millones. Aunque en la ciudad, se mejoraron los salarios y las especializaciones, en el campo, la educación y el sistema de salud sufrieron con el cierre de las comunas.

Efectos colaterales 

Problemáticas económicas como la inflación comenzaron a surgir por primera vez en China. A comienzos de los años ochenta la desilusión por la lentitud en las reformas se extendió. Los estudiantes e intelectuales fueron los primeros en tomar la palabra y denunciar la corrupción del gobierno y de la política. En invierno de 1986, surgió una protesta en la Universidad de Ciencia y Tecnología en la provincia de Anhui, que rápidamente fue apoyada por el Vicepresidente Fang Lizhi, y se extendió hacia otras ciudades como Wuhan, Shanghai y Beijing. En Shanghai, debido a su tamaño, la marcha fue suprimida con arrestos masivos y quienes la habían apoyado dentro del Partido fueron retirados de sus cargos. Hu Yaobang, Secretario General del Partido, fue retirado de su posición precisamente por haber sido un simpatizante, en enero de 1987. Irónicamente, Hu había sido apoyado desde el comienzo por Deng Xiaoping, y éste, en desacuerdo con la ideología liberal decidió retirarle su apoyo. 

Fue el retiro forzado de Hu Yaobang y su muerte, dos años después, lo que despertó las demostraciones de Tiananmen en 1989. Con su muerte y el manejo dado por el Partido Comunista a su funeral, los estudiantes se tomaron la plaza para solicitar una despedida digna. Entre otros cánticos mezclaron todo el descontento anterior, enfatizando en la corrupción y en el recorte de las libertades. Sus protestas, que se extendieron en toda China tuvieron impacto y podrían haber llegado a ser el quiebre en la historia política y social de China. Pero no lo fueron y las esperanzas de una China democrática -de corte socialista o de otro tipo- se han difuminado en el tiempo. 

Foto de Matteo Labate

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