Más tensiones entre China y Japón

In by Andrea Pira

Las ya tensas relaciones entre China y Japón han dado un giro hacia lo peor después de los ejercicios navales realizados por Japón en el Pacífico occidental en días pasados, donde ambos países están enfrascados en una disputa por un grupo de islas deshabitadas que representan un importante recurso energético en la región.

Hace un año, la compra formal de Japón de tres islas en el Mar Oriental de China provocó protestas y un boicot de productos japoneses en China. La disputa territorial continúa y ahora los dos países están discutiendo sobre una interrupción a un ejercicio militar.

El viernes, Japón comenzó una serie de entrenamientos militares, dentro de los que se encuentran operaciones destinadas a defender el grupo de islas Senkaku –en japonés- o Diaoyu –en mandarín-. El mismo día China concluía simulacros de guerra a cargo de la flota naval, muy cerca donde Japón inició sus entrenamientos.

Beijing afirma que Japón no indicó exactamente dónde iba a comenzar sus “juegos de guerra”, lo que habría interferido con los ejercicios chinos, pero que además “puso en peligro la seguridad de los buques y aeronaves, que podrían haber dado lugar a un error de cálculo o de accidente u otro incidente repentino. Esto es una provocación muy peligrosa”, dijo Yang Yujun, vocero del Ministerio de Defensa la semana pasada en rueda de prensa.

El primer ministro japonés Shinzo Abe aprobó un plan para derribar cualquier aeronave extranjera que viole el espacio aéreo de Japón, en respuesta al vuelo de un avión no tripulado chino en septiembre cerca de las islas en disputa, según informó la Voz de América. El portavoz militar chino dijo que su país consideraría la posibilidad de un ataque contra cualquier aeronave un acto de guerra y tomaría represalias.

Gui Yongtao, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Beijing, afirmó a CRJ que “las relaciones diplomáticas alcanzaron su punto más bajo desde su normalización en 1972, porque los líderes no se han reunido durante meses y no parece haber una mesa de trabajo próxima. También se han visto comentarios violentos por parte de algunos ciudadanos, lo que aumenta la tensión”.

Shinzo Abe también declaró en días pasados que Japón debía convertirse en una nueva potencia militar en la zona, y para eso tenía que unirse con otros países que están en contra de China.

“Creo que estas declaraciones son algo exageradas. Tal vez las hizo para enfocar la atención del pueblo japonés en otros asuntos que no atañen política interna –como a veces pasa en China-, además de continuar atizando ese sentimiento anti chino que existe en la isla. No creo que haya otros países de la región que quieran enfrentarse a China”, afirmó Gui.

También hay quienes afirman que el papel de otras superpotencias es importante en la discusión pues la región se destaca por ser la más dinámica en términos comerciales en el mundo entero.

“Las declaraciones de Shinzo Abe responden a una presión ejercida por los Estados unidos. Desde la Guerra y la Pos Guerra Fría EEUU ha usado a Japón como un escudo y aliado en la región, y sin duda espera que Japón asuma una posición más importante en términos de presencia militar”, dijo a CRJ Stephanie Lawson, experta en política y relaciones internacionales de la Universidad Macquarie en Australia.

El problema de las islas afecta considerablemente las relaciones diplomáticas, pero también da lugar al desarrollo de sentimientos nacionalistas que afectan directamente al ciudadano común. Desde el 2012 han surgido protestas en la mayoría de ciudades importantes chinas, donde restaurantes, tiendas y peluquerías y japonesas fueron atacadas por manifestantes chinos.

Otro factor que alimenta la discusión según Beijing es la negativa japonesa de admitir atrocidades cometidas por sus soldados en suelo chino entre 1931 y 1945.

El creciente poderío chino, el legado imperial japonés y el aumento de sentimientos nacionalistas en ambos bandos son condiciones que se prestan para pensar que esta coyuntura no se sobrepasará pronto, aunque también parece ser claro que “el conflicto militar es poco probable. Ambas partes están dispuestas a intensificar la ´guerra de palabras´, a sabiendas que pueden hacerlo con impunidad”, dijo a Aljazeera Rob McBride, especialista en diplomacia y relaciones internacionales de la región.

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[Crédito foto: theatlantic.com]