China rebaja las tasas de interés, ¿pánico o estrategia?

In by Simone

Beijing decidió reducir las tasas de interés. No sucedía desde el año 2008, después de la crisis financiera global. Los expertos están divididos: para algunos, es el primer paso hacia la liberalización del mercado en el futuro y la modernización de la economía china mientras que para otros se trata de una medida dictada por el pánico.
Los datos de la economía china en mayo provocaron un suspiro de alivio en Beijing, después de un comienzo preocupante del año: la inflación bajo control (3 por ciento), y tanto las exportaciones y las importaciones en crecimiento.  No todo parece estar resuelto, porque el índice de producción industrial – uno de los datos que prefigura "lo que vendrá" – sigue estancado, pero el desastre anunciado anteriormente no llegó.

Pocos días antes de la divulgación de los indicadores económicos, Beijing redujo por primera vez desde 2008 las tasas de interés, tanto de los depósitos como de los préstamos, en una maniobra que busca -como recuerda la decisión de la Reserva Federal estadounidense hace cuatro años- proporcionar liquidez al sistema y que es a menudo el reconocimiento explícito de una crisis.

En el "modelo chino", el costo del dinero se fija "políticamente". Hasta ahora, las tarifas anuales rondaban el 2 por ciento para los depósitos y el 6 por ciento para los préstamos, que eran concedidos casi exclusivamente a las grandes empresas de propiedad estatal (EPE). 



De esta manera, las empresas de propiedad estatal recibían fácilmente los préstamos y los bancos (también del Estado) obtenían ganancias por el diferencial entre tasas activas y pasivas, mientras que las familias que ponen sus ahorros en el banco debido a que tienen pocas otras oportunidades de inversión (aparte del colchón), tienen ingresos muy bajos o incluso negativos a causa de la inflación.

Es un sistema que durante años ha asegurado un crecimiento de alrededor del 10 por ciento, pero que permite un riesgo de sobreproducción y sobre todo que corta las alas a la esperanza de tener una economía impulsada por el consumo interno.

La reducción de las tasas de interés es comprensible, entonces, si se incluye en un contexto más amplio. Algunos analistas, como Tom Orlik del Wall Street Journal– lo ven, de hecho, como el primer paso hacia la liberalización de la economía china, que la haría más moderna, según han anunciado en varias ocasiones altos funcionarios chinos. 

Si es el mercado y no la política el que determina las tasas, el diferencial entre el interés de los depósitos y los préstamos se reduce y tanto las familias como las empresas podrían beneficiarse. Sobre todo si el dinero finalmente fluye también hacia las empresas privadas y no sólo las estatales. 

El problema es en este momento de los bancos, debido a que las tasas de "mercado" de libre fluctuación reducirán sus ganancias "garantizada”. Así que, ¿quiere eso decir que Beijing quiere destruir a su propio sistema bancario?


Según algunos analistas de la escuela anglo-sajona el el camino de salida podría ser la libre fluctuación del yuan renminbi , que hoy en día puede devaluarse o revaluarse frente al dólar sólo por un margen muy restringido.

Si el yuan se aprecia frente al dólar, el enorme flujo de capital que llega a China, a raíz de la balanza comercial favorable al país asiático con la mayoría de sus socios comerciales, debería disminuir de forma pronunciada. Hasta ahora, para evitar que estos flujos de dinero recalienten la economía, las autoridades habían impuesto los bancos una alta reserva obligatoria, de alrededor del 20 por ciento de su capital. El resultado era prestar poco y a quien hubiese sido designado como tal.

Con el yuan más fuerte y menos dinero en la caja fuerte, se reduce la necesidad de almacenar el dinero sin prestarlo y los bancos gozarían de mayor libertad para prestar y para actuar como agentes del mercado. Esta sería su propio beneficio . 

Sólo hay un "pero". Algunas agencias, como IHS Global Insight, piensan que el recorte de las tasas es una medida dictada más por el pánico que por una visión integral. De hecho, argumentan, los bancos chinos tienen ahora disponible poco de dinero. Tan poco que no podrían cumplir con los requisitos del préstamo. ¿Por qué? Las familias han comenzado a retirar su dinero de los depósitos bancarios.

Los datos parecen confirmarlo. En abril, los depósitos totales han disminuido en más de 600 millones de yuanes (78.600 millones de dólares) y en los primeros 20 días del mes de mayo en los cuatro bancos más grandes han caído en casi 300 millones de yuanes. 

De acuerdo con la lectura pesimista , el pasar a tasas de interés más bajas con vistas a una liberalización aparece como el cierre típico de la puerta del establo después que el caballo ya se echó a correr. Todo parece depender del futuro comportamiento de los inversionistas chinos. ¿Creen en su sistema bancario? ¿En las oportunidades que ofrece? ¿Llevan el dinero que ganan al colchón o en su totalidad por los bancos? Sólo resta observar. No se excluyen tampoco más ajustes "políticos".