China al frente del comercio mundial de marfil

In by Simone

2011 fue un año negro para los elefantes. Por primera vez desde la prohibición mundial de su comercio en 1989 se incautaron más de 23 toneladas de marfil, que equivalen a unos 2.500 animales. Y al frente de su consumo están ahora China y Tailandia.
“El valor y el precio del marfil está aumentando porque en China se está pagando más que lo que se pagaba en otros lugares anteriormente”, señaló Tom Milliken, experto en elefantes y rinocerontes de TRAFFIC, una organización no gubernamental que monitorea el comercio de especies amenazadas.

Según las estadísticas de TRAFFIC, la demanda de marfil en China ha crecido significativamente en los últimos años. “El marfil era tradicionalmente un material con el que se producían magníficas esculturas en la época imperial, que usualmente estaban limitadas a la aristocracia. Pero ahora, con el enorme crecimiento económico de China, mucha gente incluso de la clase media lo está buscando como símbolo de estatus”, señaló Milliken, que maneja el programa de monitoreo de comercio de marfil de la ONG, al proyecto Yale Environment 360.

Como sucede habitualmente, la mayor parte de las utilidades queda en manos de los intermediarios, que en este caso hacen el puente entre África y Asia. El problema, según TRAFFIC, es que el rápido desarrollo de las relaciones económicas entre las dos regiones ha permitido la aparición de organizaciones criminales altamente sofisticadas que sirven de puente con los comerciantes en países como China y Tailandia. Si antes esos intermediarios venían de Europa o el Medio Oriente, ahora son asiáticos y están basados directamente en África.

"Debido a esto tienes personas que rápidamente pueden conectar el mercado destino con los proveedores locales y esta es la principal razón por la que hemos visto este incremento", añadió Milliken. La gran mayoría de ese marfil proviene de África central, y en particular de la República Democrática del Congo. 


[Fotos cortesía de TRAFFIC]