Chang’an pone a Latinoamérica en su radar

In by Andrea Pira

El Grupo Automotriz Chang’an, la cuarta empresa automotriz más grande de China, invertirá en los próximos años 820 millones de dólares en países que muestran un alza en su economía. El propósito es vender 400,000 vehículos al año fuera de China, y América Latina se consolida como uno de sus principales focos. La compañía, que ya cuenta con seis fábricas en México, ha escogido a Brasil como sede en Suramérica, en donde establecerá una fábrica de ensamble de automóviles para ser exportados hacia Chile, Perú y Colombia.
Para el 2020 el grupo automotriz espera consolidarse como una de las mayores empresas de automóviles en China, con el propósito de producir cuatro millones de automóviles al año, lo suficiente para satisfacer la demanda de los mercados nacionales y extranjeros. Actualmente, el grupo cuenta con joint ventures con otras compañías importantes del sector, tales como Mazda, Suzuki, Ford y más recientemente Peugeot-Citroën. Por esto la tarea de los próximos años consiste en establecerse definitivamente en el mercado internacional.

“Estamos estudiando la construcción de plantas de montaje de automóviles en mercados externos como Brasil, Rusia e Irán. A futuro, le estamos apuntando a los mercados del Medio Oriente, América Latina y África", dijo Xu Liuping, presidente de la junta de Chang’an, en la rueda de prensa de la Muestra Internacional del Automóvil de Frankfurt celebrada en septiembre.

Chang’an, es propiedad del grupo militar más grande de China, la China Industries Group Corporation, y tiene sede en la ciudad sureña de Chongqing. Desde 1984 se centró en la investigación y desarrollo de la industria de automóviles y durante los últimos años le ha apostado a la innovación, pues An Xianlin, su presidente, asegura que es eso lo que le hace falta a las empresas chinas. La compañía posee varios centros de investigación en China, además de dos centros de diseño en el extranjero: uno en Turín, Italia, y otro en Yokohama, Japón. El diseño de los motores se lleva a cabo en un centro de desarrollo en la ciudad de Nottingham, Reino Unido, y el de los chasís en otro centro en Detroit, en Estados Unidos.

Desde México, ensamblan y exportan automóviles hacia Norteamérica y Centroamérica. Para el 2012 los ingresos totales de la empresa reportaron algo más de 228 millones de dólares, casi 69 millones más que en 2011, año en el que los ingresos provenientes del exterior generaron aproximadamente 75 millones de dólares, 9.59% más que en el 2010.

Ya desde comienzos de 2012 Chang’an había comunicado sus intereses de introducirse en el mercado brasilero, proponiéndose como meta vender 10.000 automóviles hasta finalizar el año. En su momento los modelos “Benni Mini” y “Honor” fueron los escogidos pare ingresar en el mercado latinoamericano, pero ahora su oferta se ha ampliado. Este año fue introducido el modelo CS75 SUV (Vehículo Deportico Utilitario), que se caracteriza por combinar características de un auto todoterreno con las de un automóvil de turismo.

“China no está muy interesada en la economía interna de Brasil, a pesar de que la construcción de una fábrica de ensamble signifique nuevos puestos de trabajo además del aumento en la dinámica comercial”, dijo a China Files Gaio Doria, investigador del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de Brasil (CNPq). “El punto crucial es percibir la estrategia china de inserción en América Latina, pues la logística entre estas dos regiones es uno de los mayores obstáculos. Por lo tanto, como solución a este problema, Brasil ha sido elegido para ser la puerta de entrada en la región”.

Sin embargo, la empresa ya sufrió su primer revés en suelo brasilero. En marzo de este año tuvo que retirar del mercado 12.492 vehículos de su modelo CS35 –fabricados entre el 3 de enero de 2012 y el 25 de enero de 2013- debido a problemas que afectaban la lubricación del motor. Este es el primer modelo de automóviles todoterreno de Chang’an, y su comercialización se había hecho a gran escala tanto en China como en Latinoamérica.

Además se han enfrentado a una nueva reglamentación brasilera, que ha puesto a dudar a las empresas extranjeras que pensaban invertir en Brasil. El gobierno anunció la imposición de una taza extra de 30 puntos porcentuales sobre el Impuesto de Productos Industrializados (IPI), y si bien en octubre esta reglamentación fue derogada para las fábricas que invierten en el país a través del régimen automotriz, aún así se impusieron nuevas reglas de nacionalización a quienes pretendan ensamblar autos con piezas importadas.

Este es el panorama actual que Chang’an enfrenta en Brasil, pero las ventas en otros países suramericanos aumenta gradualmente. Desde hace cinco años la empresa vende automóviles en Chile, y durante los primeros cinco meses de 2013 vendió 957 unidades en todo el país. Actualmente el país austral tiene 60 diferentes empresas productoras de automóviles, de las cuales 22 son chinas. Colombia, por su parte importa vehículos de Chang’an desde 2004, y hoy cuenta con una red de concesionarios en 16 ciudades, 23 talleres autorizados y 20 vitrinas, según informa la página web de la entidad.

Así las cosas, el mercado latinoamericano se muestra como una relativamente nueva ventana para el mercado automotriz chino, y Chang’an espera aprovechar esta oportunidad.

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