Back to Business: China reconoce el Consejo de transición nacional de Libia

In by Simone

China reconoció oficialmente el Consejo de transición nacional como autoridad gubernamental de Libia. De esta forma, Beijing cierra un periodo diplomático complicado a nivel internacional debido a la no intromisión que contrastaba fuertemente con la posición de Naciones Unidas. El anuncio además se publica justo después de la polémica surgida por la presunta venta de armas a Gheddafi, siempre negada por China.

Con el anuncio dado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, China cerró las dudas frente a su posición diplomática con Libia. El 13 de septiembre los grandes medios nacionales ocuparon su primera página con la noticia. Sin embargo, más que callar las voces que la tildaban de jugar doble, la aceptación oficial del gobierno “rebelde” resulta más como una estrategia de reconstrucción de país y continuar el camino iniciado a nivel empresarial y financiero de China en Libia. China tiene casi 50 proyectos en Libia, avaluados en 18 mil millones de dólares, que habían sido suspendidos durante el conflicto.

Durante la semana en donde se sospechaba la venta de armas por parte de China, el Gobierno había especificado que no reconocía al gobierno rebelde por una ausencia de “condiciones adecuadas”. En la practicidad china, se estaba esperando que los contactos con los representantes de la CTN respondieran favorablemente la petición de Beijing, garantizando la protección de los intereses chinos en Libia.

“Creemos que la CTN puede sacar a Libia de la guerra, reorganizar el país y desarrollar formas de colaboración pacífica con otros países” declaró Zheng Xiwen, investigador de relaciones internacionales, a la agencia oficial Xinhua.

China Daily cita al investigador de la Academia de Ciencias Sociales, Zhang Xiaodong: “en calidad de miembro permanente del Consejo de seguridad de la ONU, China ha seguido los principios diplomáticos: a diferencia de los países occidentales, China no tiene preferencias ideológicas y respeta la desición del pueblo de Libia”. Los requisitos para el reconocimiento según Zhang eran claros: “que esté en grado de mantener la estabilidad, que sea reconocido por las fuerzas políticas y por la comunidad internacional. Que China lo reconozca significa que las dos partes han alcanzado un acuerdo sobre las cuestiones principales”. En este caso las cuestiones son recuperar los negocios perdidos y posibilidad de participar en la reconstrucción del país.

En China las revueltas en el Mediterráneo dieron mucho de que hablar. Más allá de la discusión que surgió frente a las redes sociales, su impacto en las revueltas y el posible contagio revolucionario mediante Internet, algunos observadores locales denunciaron una especie de cerco a manos de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña a la política china en África. Por esto -en el caso de Libia- China mantuvo el silencio hasta último momento midiendo de que lado de la balanza terminaría el conflicto. Luego, al final y con intereses garantizados, tomó una decisión.