Wang Lijun, el súper policía de la campaña "golpeando lo negro" de Chongqing fue condenado a quince años de prisión por un tribunal de Chengdu. Wang cayó en desgracia cuando decidió acudir al consulado de Estados Unidos en Chengdu a solicitar asilo político a cambio de entregar secretos comprometedores del entonces jefe del Partido Comunista Bo Xilai. Con este juicio se cierra una etapa más en el "drama de Chongqing", el trama político del año en China.
Wang Lijun fue quien destapó la olla negra de Chongqing. Se rumora que no pudo más con el abuso de poder del entonces líder del Partido Comunista de la ciudad, Bo Xilai. Se dice también que no logró contener el secreto del asesinato de Neil Heywood, a manos de Gu Kailai, la esposa de Bo. Según Wang, citado en un extenso reporte de Xinhua, Gu Kailai estaba hablando muy abiertamente del tema con muchas personas y así el secreto sería vox populi.
Gu, además, habría comenzado a ser distante con el policía, y salieron a flote roces y complicaciones entre ambos, poniendo en peligro la vida y carrera de Wang. Al final, el famoso policía decidió acudir al consulado como un mecanismo de protección.
Pero Wang no sólo fue culpado de encubrir el crimen, bajo los cargos de usar la ley para en beneficio propio y abuso de poder, sino que le fueron imputados otros dos cargos: "deserción", al haber acudido al gobierno de Estados Unidos sin permiso oficial y de "aceptar sobornos", por todo lo ocurrido durante el mandato de Bo Xilai y su campaña "golpeando lo negro".
Durante enero 2010 hasta febrero 2012, escribe Xinhua, como jefe de la oficina de seguridad pública de Chongqing, Wang usó mecanismos por fuera de la ley para investigar y poner en evidencia a los ciudadanos.
De igual forma, aceptó dos apartamentos avaluados en 2.850 millones de yuanes (449,583 dólares) y recibió 200.000 yuanes por liberar ilegalmente a cuatro sospechosos en un caso que involucraba a las compañías Dalian Shide Group Co. Ltd. Y Dalian Shiyuan Trade Co.
Todo esto sin contar el abuso de poder llevado a cabo durante la campaña bandera de Bo Xilai, en donde se denunciaron torturas, mecanismos de persuasión poco tradicionales y sobornos, con el fin de acabar la mafia de la ciudad.
La confesión de Wang Lijun fue clave para resolver otros juicios, como el de Gu Kailai, quien recibió pena de muerte con suspensión a dos años.
Con su caída, se ponen en evidencia otros miembros del bureau de seguridad de Chongqing, así como Bo Xilai, cuyo castigo será fundamental para la continuación de la política china. En plena transición política, el Gobierno deberá dejar claro su posición frente a políticos corruptos y que se benefician del poder.
Wang recibió siete años por usar la ley a beneficio propio, dos años por abuso de poder, siete años por corrupción –aceptar sobornos- y dos años por deserción. También perdió sus derechos políticos por un año. Al final, recibió una condena conjunta de 15 años y un año sin derechos políticos.
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