Sun Mu se escapó de Corea del Norte en 1998 para comenzar una nueva vida artística al sur del paralelo 38, donde se dedica a crear obras que denuncian el régimen de Kim Jong-un. I am Sun Mu, dirigida por Adam Sjöberg, cuenta su historia.
Sun Mu vivió un cambio de vida total, y tuvo que ocultar su identidad después de cruzar el río Tumen para fugarse del régimen norcoreano; un trastorno cada vez más vinculado al mundo del arte.
En Corea del Norte, Sun Mu, un seudónimo que significa "sin barreras", estaba encargado de realizar imágenes propagandísticas. Sin embargo, hoy en día se burla de la dinastía Kim y del imaginario difundido por Pyongyang.