Un Día de Muertos en China para festejar el genio de Leonora Carrington

In by Simone

Con un homenaje a Leonora Carrington, la recientemente fallecida pintora británica que adoptó a México como su país y que fue considerada la última de las artistas surrealistas, la comunidad mexicana en Beijing celebró el Día de Muertos.
Con un altar repleto de calaveras de azúcar, pan de muertos, estatuas de la Catrina –las figuras de la muerte inmortalizadas por el grabador 
José Guadalupe Posada-, tequila y claveles, la embajada mexicana en Beijing acogió los tradicionales festejos del 2 de noviembre, la milenaria fiesta indígena con que las familias mexicanas acogen a sus difuntos de regreso en sus hogares.

La celebración, declarada como parte del patrimonio oral e intangible de la humanidad por la UNESCO, representa el momento en que las familias guían a los muertos desde el cementerio con el aroma de flores y les agasajan en sus casas con comida en abundancia, licor y cigarrillos. Se trata de una ocasión festiva en la que se escriben en los periódicos calaveras –especies de epitafios sarcásticos en verso- de políticos y otras personalidades.

Este año el Día de Muertos -que en ocasiones pasadas ha estado dedicado a Frida Kahlo y a la ‘Doña’, María Félix- giró en torno a Leonora Carrington, la artista de origen inglés cuya asombrosa vida fue capturada en la novela Leonora de la reconocida periodista y escritora mexicana Elena Poniatowska, galardonada con el Premio Biblioteca Breve en España este año.

Al lado de la bandera mexicana había una británica, pero se cayó atrás del altar cuando ya era muy difícil sacarla. Así que lo tomamos como una señal de que prefería a México”, señaló Pedro Cisneros, el agregado cultural mexicano.

Carrington, una mujer rebelde por naturaleza que hablaba con los animales, escapó de los estrictos códigos sociales de su Inglaterra natal para convertirse en la compañera de aventuras del escultor Max Ernst en París y una de las pocas figuras femeninas del movimiento surrealista. Llegó a México de la mano del diplomático e intelectual mexicano Renato Leduc, tras haber escapado de la Francia ocupada por los nazis y de un manicomio en el norte de España.

Allí comenzó una nueva vida, casándose con el fotógrafo húngaro Emerico “Chiki” Weiss, el compañero de trabajo del gran reportero de guerra Robert Capa y el salvador de la famosa maleta de negativos de su amigo, que estuvo perdida durante más de medio siglo hasta ser encontrada en México. A Carrington no le impresionan Diego Rivera, Frida Kahlo y su séquito, a quienes evita, pero alrededor suyo se tejió una comunidad de exiliados que se convertiría en un referente cultural clave en México: su mejor amiga Remedios Varo –también una pintora surrealista española-, José y Kati Horna, Gunther Gerszo…

Su carrera despegó tarde, pero con mucha fuerza. Hoy es muy reconocida en México y comienza a serlo en Gran Bretaña, aunque desafortunadamente la gran mayoría de sus cuadros se encuentran en manos privadas y pocos en museos y colecciones públicas. Aunque Carrington tuvo una relación difícil con su país adoptivo –del que le chocaban su machismo y sus desigualdades sociales- nunca quiso abandonarlo y murió allí en mayo de este año.

Para completar, les dejamos una galería de fotos del evento y la calavera en honor a la pintora surrealista que escribió para la ocasión Melissa Jamín Beyer, una mexicana residente en Beijing.