Shanghai, en la cima de la educación secundaria

In by Andrea Pira

Los alumnos de 15 años de la ciudad china de Shanghai son los que más conocimientos y habilidades tienen en el mundo en cuanto a matemáticas, ciencias naturales e interpretación y análisis de problemas. Así lo indica los últimos resultados del examen PISA, publicados el martes pasado en Washington D.C.. Singapur, Hong Kong, Taipei y Corea completan el top 5, haciendo de Asia un centro educativo a nivel mundial.
El Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) se ha convertido en la última década en una de los mecanismo más usados para evaluar y comparar la calidad, equidad y eficiencia de los sistemas escolares a nivel mundial. La primera participación de Shanghai en el examen fue en el 2009, cuando también ocupó el primer lugar en las tres categorías.

Según la OCDE el examen se realiza no sólo para comprobar si los estudiantes pueden reproducir lo que han aprendido, sino también para examinar qué tan bien pueden extrapolar a partir de lo que han aprendido y aplicar ese conocimiento en entornos desconocidos, tanto dentro como fuera de la escuela.

Los resultados expresan una interpretación diferente a la común apreciación de la educación china: una estricta; enfocada en la repetición para alcanzar la excelencia. “Cuando estaba en el secundaria sentía que sabía mucho sobre política, economía, temas sociales y demás. Ya no recuerdo ni la mitad de lo que aprendí, pero sí recuerdo que no tenía tiempo ni si quiera para ver a mi familia”, dice Cao Qing, una estudiante de idiomas de la Universidad Normal Capital de Beijing, en referencia a sus días anteriores al Gaokao, el examen de entrada universitaria nacional.

En medio de un proceso en donde se busca impulsar la innovación y creatividad, China ha comenzado a cambiar los procedimientos que durante años ha utilizado, y se está enfocando en implementar una educación que involucre el desarrollo intelectual del estudiante antes que la memorización.

En septiembre, el Ministerio de Educación Chino publicó una serie de reformas que colegios públicos y privados deben acatar. Entre ellas se encuentra la reducción de contenidos académicos -disminuyendo el rigor académico de los libros de texto-, la ampliación de los criterios de calidad en la educación y la mejoría en la capacidad y métodos docentes. También se hizo énfasis en la disminución radical de tareas o trabajo en casa, pues una de las mayores críticas de los padres se centra en que los estudiantes no tienen tiempo para realizar actividades alternas.

Resultados locales

En la edición del 2009 el gobierno chino pidió a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) –entidad encargada de realizar el examen- no publicar los resultados de otras partes de China, algo que se repitió este año, pues aparte de Shanghai solamente fueron incluidas en el ranking mundial Hong Kong –tercer puesto-, y Macao -sexto puesto-, que si bien se encuentran bajo la soberanía china, son dos ciudades consideradas regiones especiales de China, manteniendo una administración independiente de Pekín. Ninguna ciudad de China Continental aparece registrada.

Esto ha sido criticado no sólo en países occidentales sino también en China, donde la prensa se pregunta por qué el gobierno esconde la realidad de la educación en el país. “El nivel de internacionalización de la ciudad de Shanghai es muy fuerte y no puede asumirse como una ciudad representativa de China en general”, dijo a La Nación Manuel Pérez, profesor del departamento de Política Internacional de las universidades Qinhua y Renmin en Beijing.

No obstante, Andreas Schleicher –Subdirector de Educación y Asesor Especial de Política Educativa para el Secretario General de la OCDE- aclaró que si bien Shanghai no puede ser considerada como representante de China, sí puede compararse con una región como Massachusetts en Estados Unidos, un lugar similar en capacidades y oportunidades.

Y en este punto, una de las ciudades más cosmopolitas chinas, lidera una tendencia que es resaltada por sus defensores como un liderazgo nacional. “Hay algunas características que hacen del sistema educativo chino un sistema ejemplar a nivel mundial. En primer lugar, la educación es considerada el eje central de la sociedad. Para los padres es más importante que sus hijos adquieran una buena educación antes de asegurarles otras necesidades”, dijo a La Nación Yiwen Zhang, fundadora de Educación Innovadora Internacional Ewin y quien está planeando la apertura de una escuela internacional en Pekín.

“El gobierno ha sido muy eficiente en la implementación de nuevas políticas en educación, pues son conscientes de la competencia que involucra la globalización. Además, la gran cantidad de dinero invertido, no sólo en educación primaria y secundaria, sino también para el desarrollo de nuevas investigaciones académicas, hace que continuamente crezcan centros de conocimiento en China”, agrega Yiwen Zhang.

Sin embargo,  se cuestiona por qué las reformas y las potenciales modificaciones al sistema no han tenido un resultado nacional que el gobierno se precie de mostrar. Aún domina el modelo tradicional de entrada a la universidad, pautado por los resultados del Gaokao, un examen cuya importancia es capaz de tener toda la atención del país el fin de semana en el que se realiza.

“Los estudiantes todavía tienen que competir por los cupos de admisión a la universidad en el examen Gaokao, examen que se rige bajo los supuestos educativos de hace años”, escribió en su blog Yong Zhao director del Instituto Mundial para la Educación en Línea de la Facultad de Educación de la Universidad de Oregon.

Pero la presión no es sólo para los estudiantes. Los profesores afirman que el sistema no se está viendo incentivado de fondo. “Si los profesores no cumplen con las expectativas propuestas por el gobierno –en cuanto al número de buenas calificaciones que deben obtener sus alumnos en el Gaokao- pueden perder su empleo”, comentó a La Nación Zhou Xuan, profesora de física en una escuela secundaria en la ciudad de Tianjin.

Comparativamente, los resultados de PISA demuestran que los estudiantes de 15 años de la ciudad de Shanghai superan en conocimientos prácticos a sus pares en otras partes del mundo.

De todsa maneras, aún se espera conocer si otras ciudades chinas tomaron la prueba para establecer si los resultados representan un total nacional, que de serlo, representaría a un 20 por ciento de la población mundial.

[Artículo producido para La Nación, Argentina]

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