Crecen las expectativas por la próxima entrada en vigencia de la Waigaoqiao Free Trade Zone, la zona de libre comercio de Shanghai. La zona –de 28 kilómetros cuadrados- estará situada en Pudong, una de las zonas de negocios más nuevas y modernas de Shanghai. El gobierno chino busca entregar a la ciudad un dinamismo que la catapulte como un centro comercial y portuario clave en Asia, posición que tradicionalmente ha ocupado Hong Kong.
Las autoridades hongkonesas ya han expresado preocupación por este nuevo centro pues pondría en peligro el status de Hong Kong como principal centro financiero de China. Actualmente Hong Kong es el segundo mercado bursátil más importante de Asia –solamente por detrás de la bolsa de Tokio- y además maneja el aeropuerto de carga internacional con más tránsito del mundo.
La inauguración oficial de esta nueva zona en Shanghai se llevó a cabo el 29 de septiembre, sin embargo no entrará en funcionamiento hasta que las directrices concretas del gobierno cobren vigor, pues la legislación de la zona aún no está terminada. Kuai Zhenxian, economista en jefe del proyecto, indicó que “las regulaciones se irán dando a conocer paulatinamente de aquí a fin de año o principios de 2014”. Sin embargo, aún no han sido publicadas.
Si bien todavía existe incertidumbre sobre la puesta en marcha de la zona, se espera que para el 2020 Shanghai se constituya como uno de los mayores y más importantes centros financieros del mundo. Para esto, el proyecto contempla permitir la libre convertibilidad de yuanes, liberalizar las tasas de interés y relajar las restricciones a la inversión extranjera.
La convertibilidad del yuan es un punto clave para el éxito de esta zona, pues no sólo garantiza facilidad en las transacciones sino que se convierte en la primera piedra de Beijing para internacionalizar su moneda, un llamado que viene haciendo desde hace ya algunos años. El proyecto contempla llegar a la plena convertibilidad de la moneda en cinco años, lo que significa equiparar al dólar y el euro en términos de transacciones en el mercado internacional.
En el 2010 el yuan fue catalogado como la trigésima moneda utilizada a nivel mundial. Dos años más tarde aumentó al puesto 14, y en septiembre de este año se encaramó al puesto 9. La previsión es alcanzar el tercer lugar en los próximos años.
La zona servirá para lograr este fin, además de convertirse en un refugio seguro en el que se liberalizarán los flujos de capitales y el intercambio transfronterizo de mercancías.
Como parte adicional al proyecto, recientemente se anunció que diferentes empresas extranjeras podrán listar sus acciones en la bolsa de valores de la zona de libre comercio de Shanghai, lo que permitiría a compañías como Lenovo y China Mobile acceder al mercado bursátil chino. Si bien estas compañías son chinas, actualmente hacen parte de la bolsa de Hong Kong, que maneja una legislación autónoma.
Voces hongkonesas han dicho en reiteradas ocasiones que si bien la zona establecerá una competencia directa, falta que se constituya completa y legalmente, por lo tanto hay que esperar el desenvolvimiento del proyecto. “No existe una competencia inmediata de la ZLC de Shanghai, pero las compañías de Hong Kong no deben sentarse a esperar. En el futuro habrá competencia y tenemos que prepararnos ya que el juego está cambiando”, dijo Chan Ka-Keung, secretario de servicios financieros y del tesoro de Hong Kong, al South China Morning Post.
“También habrá una mayor relajación en las políticas de apertura y liberalización de capital. Cuando estas reformas sucedan, se darán oportunidades en términos de competencia a las empresas de Hong Kong, y es por eso que tenemos que introducir nuevos servicios y productos para competir”, continuó Chan.
Por su parte, visiones desde Beijing indican que la creación de la zona de Shanghai contribuirá para el desarrollo de las dos regiones, pues “Shanghai puede aprender de Hong Kong, y Hong Kong puede subir sus estándares económicos para crear una competencia sana. Durante años Hong Kong ha sido una zona de libre comercio, ahora es momento para que China Continental asuma esta tarea”, dijo a China Files Liu Zhiyong, profesor de economía internacional de la Universidad de Estudios Extranjeros de Tianjin.
“Para China es como volver a vivir la época de apertura económica de finales de los 70. Deng Xiaoping nos puso una prueba, y poco a poco se ha demostrado que su idea fue acertada. Ahora, si la zona de Shanghai funciona como se espera que funcione, el modelo puede ser replicable en otras zonas de China y el desarrollo chino continuará por un buen camino”, concluye Liu.
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