Para algunos, son el símbolo bien intencionado de la unidad étnica del país. Para otros, es una extensión inútil en la Plaza de Tiananmen. En contra o a favor, la decisión está tomada: las 56 columnas étnicas de la Plaza Tiananmen se van.
Después de dos meses de debate se tomó la decisión de mover las 56 columnas rojas levantadas para celebrar el sexagésimo aniversario de la fundación de la República Popular China el pasado primero de octubre de la Plaza Tiananmen. Las columnas, que retrataban la etnicidad china, rodearon la Plaza durante las celebraciones. Tibetanos, Uigures y Miaos pintados en sus mejores atuendos miraron al Presidente Hu saludar al ejército, vieron pasar los tanques militares y presenciaron una de las ceremonias de gala más majestuosas de China. Pero su color rojo, su tamaño y la unión étnica que transmitían no fueron razones suficientes para convencer a los oficiales de mantenerlas en la plaza.
Por el contrario, se convertirán en el nuevo adorno del Parque Olímpico, al norte de la ciudad, afirmó el Beijing Times y Xinhua, agencia que afirmó que el traslado será terminado a finales de este año.
Las columnas buscaban dar un sentido de unión nacional después de las dos grandes revueltas en Tíbet en 2008 y en Xinjiang en 2009. Sin embargo, las razones estéticas primaron sobre las políticas. La altura de 13.6 metros arruinan el ambiente solemne de la Plaza. Incluso, que la mezcla del color rojo con dorado ofrecían una mezcla de autoridad política y de prosperidad material. Y en Tiananmen solo una cosa podría tener tal autoridad. No dos.
Aunque personas como Zhu Dake, director de estudios culturales de la Universidad de Tongji en Shanghai sugirió que el destino de las columnas debía ser decidido por el público, la decisión fue ya tomada entre puertas por los oficiales de la Comisión Municipal, encargada de Tiananmen.
En las seis décadas desde que fue fundada la República Popular China, la Plaza de Tiananmen solo ha tenido dos cambios importantes: la construcción del Monumento de los Héroes del Pueblo en 1958 y el mausoleo de Mao Zedong en 1977.