El 14 de junio de 2013 el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, firmó la Ley del Régimen Jurídico de El Gran Canal Interoceánico, ley 800 que otorga la concesión de la construcción del de Nicaragua a la empresa HK Nicaragua Development (HKND). El anuncio surgido el sábado pasado sobre este contrato renovó una discusión comenzada el año pasado a cerca de la empresa y su CEO.
El sábado pasado el gobierno de Nicaragua y la empresa enviaron un comunicado a la prensa. "El Gobierno de Nicaragua y el HKND Group se complacen en ratificar que las obras de construcción del canal comenzarán según lo contemplado en diciembre de este año 2014", dice el breve comunicado. Según lo indica un informe producido por el canal de televisión nicaragüense Canal 10, “aunque se ha aprobado la ley para la construcción del canal, todavía no se han realizado estudios de factibilidad, y quedan pendientes estudios sobre el impacto ambiental que causará la mencionada construcción”.
A esas dudas se les suman el desconocimiento de Wang Jing, el CEO de HK Nicaragua Development (HKND). El nuevo canal conectará los dos océanos y aspira a reemplazar la infraestructura panameña y cambiar el equilibrio geopolítico de la zona. El contrato es de 40 millones de dólares por la concesión a 50 años, con posibilidad de renovación a 50 años más. De acuerdo a las últimas versiones del proyecto (para el que sólo los estudios de viabilidad han costado 900 millones de dólares) podría alcanzar una longitud de 286 kilómetros y se completará en dos puertos, dos zonas de libre comercio, un oleoducto , un ferrocarril y un aeropuerto internacional.
Según los planes iniciales, el enorme trabajo debe ser completado dentro de diez años, pero el primer barco podría pasar a través del canal en seis años. Por el canal podrán pasar buques de contenedores de peso máximo de 250 mil toneladas, más del doble que los buques que atraviesan hoy el Canal de Panamá. Los dos partidos políticos de la oposición nicaragüense sumados a organizaciones no gubernamentales ecologistas recurrieron por inconstitucionalidad contra el proyecto, sin embargo la Corte Suprema de Justicia rechazó el mes pasado los 32 recursos presentados y así pudo hacerse el anuncio este sábado.
Wang Jin,un empresario misterioso
“Un ciudadano chino” : así se describe Wang Jing, el hombre que entre la minería y las telecomunicaciones ha acumulado una fortuna. Ahora se acaba de anunciar que se ha firmado entre su empresa y el gobierno de Nicaragua el contrato para la construcción de lo que podría ser la infraestructura más grande del mundo. "¿Mi Curriculum? Es muy simple : nací en diciembre de 1972 en Beijing. Soy un ciudadano chino " . Esto declaro en Beiijing en noviembre del año pasado Wang Jing , el hombre que se hizo rico con las minas y desde 2010 con la compañía de telecomunicaciones Xinwei.
En noviembre de 2013 -cuando se supo de la adjudicación de la obra- fue entrevistado por los reporteros de Associated Press en su oficina de la compañía de telecomunicaciones de Beijing. En su oficina colgaba el retrato de un Mao victorioso rodeado de compañeros comunistas y soldados del Ejército Popular de Liberación. Cuando lo consultaron sobre los medios con los que construirá el canal no fue demasiado claro: dijo que conseguirá créditos -pero no aclaró de qué procedencia- y socios -pero no aclaró cuales.
El empresario reiteró en varias oportunidades que no tiene ninguna conexión con el gobierno y que se trata de una iniciativa privada. Sin embargo The Financial Times informó que el empresario posee buenas relaciones " con altos dirigentes del Partido Comunista de China ". En internet se dice -pero no ha sido probado- que es nieto de Wang Zheng, quien fuera un alto funcionario del Partido. De Wang Jin aún se sabe poco, se dice que estudió medicina tradicional, pero no se sabe en qué universidad. Tampoco se sabe como construyó su enorme fortuna. En la conferencia de noviembre se mostró como un hombre tímido y de hablar simple, “un ciudadano chino”.
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