Una sofisticada operación para defender los intereses del gobierno chino fue puesta al descubierto por la Universidad de Harvard: en el último año fueron posteadas en redes sociales 488 millones de entradas que buscan distraer la atención de los ciudadanos del país más poblado del mundo y vanagloriar los éxitos alcanzados por el Partido Comunista.
Los encargados de inundar la red con propaganda son denominados wumao o 50 “centaveros”, suma que reciben por cada publicación. Sin embargo, la mayoría de estos mensajes son escritos por empleados públicos y de las fuerzas militares como parte de su trabajo y sin remuneración especial.
La revelación fue escandalosa por el número de publicaciones que en promedio se hacen al año, pero no es tan alejado de lo que hacen Rusia, Estados Unidos, el Reino Unido e Israel al usar software o también contratar personas para inundar la red con comentarios sobre la gallardía de Vladimir Putin, contrarrestar las crecientes críticas por la ocupación de territorios palestinos o promover la agenda política internacional de Washington.
Gary King, experto y líder de la investigación, aseguró a medios que en el estudio se trató de identificar la “guerra de propaganda en línea” que hace el Partido Comunista de China y las razones que subyacen a esa estrategia. Se trata del “primer análisis empírico a gran escala" sobre los wumao, aclaró.
Los investigadores analizaron cerca de 10.000 comentarios publicados en redes sociales en China y algunos foros de discusión en Internet, centrando su estudio en la ciudad de Ganzhou (sureste). Descubrieron que en su mayoría los post eran escritos por un grupo de mercenarios de la red pagados por el gobierno para desestimar timoratas denuncias sobre malos manejos e invadir cada espacio virtual con propaganda a favor del gobierno.
La existencia de este “ciberejército” ya era conocida en China desde que en 2010 un editorial del diario oficial Global Times los bautizó como los wumao por recibir 50 centavos de yuan (0,07 dólares) por cada comentario. Esta nueva tribu urbana trabaja en edificios diseñados para su trabajo y se calcula que pueden ser cientos de miles operando en cada ciudad importante del gigante asiático.
Qiao Mu, experto de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing, asegura por su parte que aunque es cierto que existen los wumao, el estudio de Harvard sobredimensiona el asunto porque también existen muchos “voluntarios que participan en los debates en línea que no son pagados ni reciben ordenes del gobierno, pero no quieren ver cambios drásticos y defienden las autoridades”.
Asimismo, refuta la “leyenda” de los 50 centavos y precisa que en su mayoría son empleados del estado que como parte de su trabajo diario deben escribir comentarios positivos sobre las autoridades y el funcionamiento del gobierno sin recibir una remuneración especial.
Cierto o no, ellos existen, trabajan las 24 horas y tienen refuerzos para las entrevistas televisivas a funcionarios del gobierno en horario Prime Time, cuando se multiplican exponencialmente los mensajes a través de la red. Su objetivo primordial es controlar las opiniones divergentes de los más de 600 millones de chinos que comentan regularmente en Internet.
El hastío por la sobresaturación es evidente en las redes sociales, donde han desaparecido casi por completo las críticas, no tanto por el buen desempeño gubernamental sino para evitar recibir en sus teléfonos inteligentes cientos de respuestas de los wumao a su comentario “negativo”.
Mientras en China se quiere controlar lo que se dice y se piensa a nivel interno, las otras potencias usan las redes como parte de su política exterior y contratan un gran número de personas o usan sofisticados programas de software para hacer creíbles los miles de comentarios que salen a diario apoyando al respectivo gobierno.
En Rusia también trabajan en modernos edificios y 100 comentarios diarios que sean favorables a Putin y su política exterior son pagados con unos 40.000 rublos (600 dólares) al mes. En Israel la brigada de “hasbará” es un concurrido lugar de trabajo para estudiantes dispuestos a hacer propaganda pro israelí y contrarrestar, en cinco diferentes idiomas, las crecientes críticas contra la ocupación de los territorios palestinos y los enfrentamientos en la Franja de Gaza. Además de recibir un pago por su labor en la red, estos universitarios también acceden a becas para sus estudios.
Igual que en Rusia e Israel, pero con un mayor presupuesto y tecnología, se hacen comentarios en las redes sociales en Estados Unidos y el Reino Unido a través de agencias de inteligencia que pagan a varias personas encargadas de hacer un constante monitoreo de medios y diversos sitios de internet. Además de vigilar la red, se postean mensajes en masa en defensa de los intereses del gobierno estadounidense o británico. El más reciente es el llamado Operación Voz Justa, un software que crea usuarios falsos pero convincentes para diseminar a través de la red la propaganda de Washington alrededor del mundo.
[Crédito foto: Reuters] También puedes leer:– Mi amada China: tenemos problemas de comunicación
– Sinología: China: viaje al corazón de la censura de Internet
– Sinología: Internet en China – cambios en el panorama informativo del país