El régimen impuso estrictos lineamientos sobre qué se puede transmitir en televisión; buscan resaltar los valores culturales
De la noche a la mañana, Addiction, una popular serie sobre la vida de una pareja de estudiantes homosexuales producida en Pekín, desapareció de las plataformas de streaming chinas cuando tan sólo faltaban tres episodios para el final de la temporada. Todo apunta a que la maniobra fue parte de una campaña oficial contra el contenido "vulgar, inmoral y dañino" en la televisión nacional.
"¿Por qué eliminaron este drama?" -se preguntó un usuario en su cuenta de Weibo (el Twitter de China)-. Hay millones de motivos detrás de la maniobra, pero la verdad es que tienen miedo de los [temas] gays." Y otro: "¿Cuánto falta para que nuestra sociedad se torne multicultural y más tolerante?".
El 31 de diciembre, el Comité de Producción de Televisión de la Alianza de Radio, Cine y Televisión de China y la Asociación de Industrias Productoras de Televisión Dramática emitieron un documento conjunto de ocho páginas sobre los nuevos lineamientos para televisión, titulado "Regulaciones generales sobre la producción de contenido televisivo".
"Ningún drama de televisión deberá mostrar comportamientos o relaciones sexuales anormales, como incesto, relaciones homosexuales, perversión sexual, acoso sexual, abuso sexual, violencia sexual, etc.", explican las nuevas normas. Romances extramaritales y aventuras de una noche también serán censurados en la pantalla chica.
Pero la lista no termina ahí. El contenido prohibido también incluye escenas que ilustren supersticiones, espíritus, reencarnación o brujería, o temas que puedan influenciar negativamente el comportamiento de los jóvenes, como relaciones de menores de edad, fumar, beber alcohol o pelear. Shows que vayan "en contra del sentimiento nacionalista" o promuevan un "estilo de vida ostentoso" tampoco podrán salir al aire.
Y más sorprendente aún es el hecho de que programas detectivescos, al estilo de CSI, también serán censurados dado que las estrategias policiales reveladas podrían ser usadas por los criminales para mejorar sus tácticas y dificultar la labor de la policía a la hora de la investigación.
"El interés del PCCh en promover productos culturales virtuosos viene de tiempo atrás, y las misiones pedagógicas de la cultura y los medios son un elemento central en la idea de «cultivar una civilización socialista» -dijo Jonathan Sullivan, experto en Internet y medios chinos de la Universidad de Nottingham-. Es así como la «nueva» política no es en realidad tan nueva. Representa una continuación de una visión de larga data sobre el papel de la cultura y los medios".
A pesar de que los organismos de censura chinos ya han metido la mano en el contenido de televisión en línea, es la primera vez que el Partido Comunista dicta las mismas medidas para la televisión tradicional y las emisiones online. Muchos jóvenes prefieren ver transmisiones en la Red en vez de pegarse a los canales de la televisión local, inundados de propaganda.
"Los programas de televisión no deben solamente tener actores atractivos, sino que también deben demostrar valores -explicó Li Jingsheng, director de la división de televisión en la Administración de Medios Estatales, durante una conferencia anual de televisión-. No sólo es importante que entretengan, sino también que cumplan una labor educativa."
Hace dos años, durante un foro de literatura y arte, el presidente Xi Jinping pronunció un discurso instando a los artistas a no ser "esclavos" del mercado y a crear arte al servicio del pueblo. "El arte y la cultura transmitirán la mayor cantidad de energía positiva, cuando la percepción marxista del arte y de la cultura esté firmemente establecida y el pueblo sea su principal enfoque", manifestó.
El reciente documento no sólo parece estar en línea con la filosofía del presidente chino, sino que también pretende defenderla a capa y espada, incluso, según el Beijing Times, con un equipo de censores entrenados trabajando 24 horas al día en los portales de video.
Pero los organismos de censura en televisión ya habían desplegado sus tijeras en el pasado. La emperatriz de China, un programa sobre la única gobernante del país asiático, durante la dinastía Tang, fue eliminado de la televisión por los enormes pechos en las mujeres, una característica estética de la época. El show luego reapareció, sin embargo, editado con primeros planos que no revelaban el escote.
"Cuando hay un interés extendido en un tema, una prohibición de esta naturaleza no lo erradicará; sólo lo empujará hacia terrenos menos regulados, como Internet, que aún es un espacio relativamente libre, comparado con los medios y las industrias culturales", explicó Sullivan. "Lo que sí se obstaculiza es el avance de la sociedad china hacia una mayor diversidad, tolerancia y sofisticación", agregó.
La última maniobra del gobierno se enmarca en una campaña que busca una moralidad más estricta y un mayor control sobre la vida pública. El año pasado, las autoridades eliminaron 120 canciones consideradas "perjudiciales" para la sociedad, y en el Auto Show Shanghai 2015 se prohibió el uso de modelos posando junto a los capós de los autos para atraer público.
Según cifras oficiales, el año pasado las plataformas de video chinas produjeron alrededor de 805 programas online, con un total de 12.000 episodios, comparado con 200 shows y 800 episodios en 2013. A pesar de que los lineamientos aún no están aplicados por ley, los productores necesitarán de una imaginación infinita para evadir las garras de la censura y evitar un desplome en los ratings de la pantalla chica.
Artículo producido para La Nación, Argentina.
[Crédito foto: Yahoo]
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