Dos obras de la artista china Lin Jingjing –las primeras que exhibe individualmente en América Latina- se pueden observar hasta este domingo en dos importantes centros comerciales de Santiago y Concepción, en Chile. Las instalaciones, reunidas bajo el nombre “La paradoja del método”, reservan un papel especial para los espectadores.
Un año después de haber sido una de los 24 artistas que participaron en la innovadora exposición colectiva “Cruzando el horizonte: Arte contemporáneo de China” -que se llevó a cabo en el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago el año pasado- Lin Jingjing regresa a Chile. En esta muestra –también organizada por el MNBA- presenta dos obras, que se podrán ver hasta el 6 de noviembre.
En “Rosas, rosas” –que se presenta en el espacio artístico del Mall Trébol de Concepción- una persona se encarga de juntar, aguja e hilo en mano, un centenar de rosas de color rosado todos los días. Los espectadores están invitados a sentarse y replicar la acción, hilando los pétalos de las rosas.
La fragilidad de las rosas y su naturaleza efímera sirven como metáforas para reflexionar sobre el paso del tiempo y el carácter fugaz de la vida, en una especie de vanitas. “La rosa es nuestra vida, que pasa por el esplendor y se entrelaza constantemente con la crudeza de la vida y el paso del tiempo”, explicó la artista de 41 años cuando se inauguró la muestra.
“Un día vamos a perder a nuestros seres queridos, ya sea por separación o muerte. Cada uno se enfrentará tarde o temprano a este sufrimiento y la pérdida de la esperanza. Frente a la crudeza de la vida, todos somos débiles e inocentes. Nuestras simples actitudes no pueden aliviar ese sufrimiento, pero este es un componente importante de la vida. Para entender la crudeza del sufrimiento, es necesario apreciar la vida que nos queda”, añadió Lin.
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La artista china nacida en Shanghai también presentó -en el espacio artístico del Mall Plaza Vespucio de Santiago- la obra “Yo”, un performance en el que los espectadores se encuentran con una sala llena de antiguos escritorios. Sobre ellos reposaban una serie de libros en español y en mandarín, todos escritos en primera persona. Al hojear los textos chinos se descubre que todas las palabras han sido borradas -a excepción del pronombre “yo”- con cinta correctora, una acción que los visitantes son invitados a replicar en los libros en español.
“Siempre se han usado libros para consignar lo trascendente, son como piedras que se levantan sobre las tumbas para dar testimonio de la desaparición de la vida frágil”, explicó Lin durante su estancia en Chile. “Los materiales impresos son los objetos que dan definición material a las personas mediante el establecimiento de contactos e intercambios a través del tiempo y el espacio. Es un testimonio de la necesidad imperiosa y el deseo de cambio, mientras que el borrado es un método sencillo y rápido para extinguir la información”.
Las obras forman parte del proyecto Museo Sin Muros, que busca exponer obras de arte por fuera de las paredes del Museo Nacional de Bellas Artes y en espacios cotidianos donde el público puede interactuar con ellas. “Queremos establecer una relación directa con el público, entendiendo el arte como una experiencia real y compartida, con la posibilidad de encontrar respuestas comunes a vivencias personales y cotidianas”, señaló el curador de la muestra, Patricio Zárate, al diario La Tercera.
“La paradoja del método”
Lugar: “Rosas, rosas” en Mall Plaza Trébol de Concepción
Lugar: “Yo” en Mall Plaza Vespucio de Santiago
[Fotografías cortesía de Lin Jingjing]
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