La joven Tzuyu y la vena pop en las elecciones de Taiwán

In by Andrea Pira

La convocatoria electoral taiwanesa ganada por Tsai Ing-wen se caracterizó por una polémica, que aparentemente era absurda, pero en realidad, y según los analistas, tuvo una influencia importante en la intención de voto de los jóvenes y de los indecisos antes de la apertura de las urnas.
La protagonista fue la adolescente estrella de K-Pop Tzu-yu, cuyos orígenes son taiwaneses, quien fue estimulada a tener en su mano una banderita de Taiwán durante una aparición televisiva en Corea del Sur. Ese fue el comienzo de una cadena de reacciones donde terminaron involucrados los candidatos a la presidencia de la isla, un “colega” cantante fiel a Beijing y los colosos Huawei y LG. Junto a la interminable fanaticada internacional del pop sudcoreano.

Las elecciones presidenciales taiwanesas fueron el primer evento político del 2016, aunque ya están quedando en el pasado. Tsai Ing-wen y su partido el PDP, ganaron con mucha ventaja la disputa electoral, conquistando el 56,12 por ciento de los votos. El candidato del Kmt, Eric Chu se quedó con un 31 por ciento, en cambio James Soong y su PFP llegaron al 12,8 por ciento de las preferencias. La contundente victoria de Tsai Ing-wen, la primera mujer que gobierna el país, llega luego de 8 años de gobierno del Kuomintang cuya característica principal fue su fuerte cercanía a Beijing. El PDP se contrapone de manera neta al pasado, remarcando constantemente su propia aspiración a la independencia y a la soberanía nacional.

En los días precedentes a las elecciones, los periódicos taiwaneses se dividieron entre aquellos que se ocuparon de los últimos momentos de la campaña electoral y los que siguieron de cerca las vicisitudes de la aspirante popstar. La joven cantante Chou Tzu-yu, nacida en Taiwan y estrella naciente del K-Pop, fue incitada por un fotógrafo a agitar una pequeña bandera taiwanesa. Tzu-yu, nombre artístico de la joven de 16 años, participó del famoso formato de la TV sudcoreana donde le preguntaron cual era su nacionalidad y ella respondió que se sentía taiwanesa.

El programa fue grabado en diciembre, pero la noticia recién salió a la luz hace unos días luego de la denuncia de Huang An. Es necesario abrir un paréntesis para hablar de este personaje, una mezcla entre un inquisidor y un troll. Huang An es un cantante taiwanés que vive y trabaja en Beijing desde hace más de veinte años. En los últimos tiempos ha sido protagonista de las noticias chinas por su labor de monitoreo telemático en Weibo, en el cual informa a los internautas acerca de las actividades de aquellos que él mismo identifica como defensores de la independencia taiwanesa.

Tzu-yu no es la primera celebridad víctima de las acusaciones de Huang. El 10 de enero, Huang publicó un mensaje en Weibo donde acusaba de blasfemia al famoso actor Wong Hei, quien había declarado que Zhou Enlai era gay. Esto ocasionó que el actor fuera censurado durante la transmisión del programa televisivo The Great Challenge en CCTV. Luego de sus vacaciones en Taiwán, Huang declaró que temía por su propia incolumidad y había pedido la protección de Chang An-lo, quien tiempo atrás era el líder de la banda mafiosa Bamboo Union. El 13 de enero le tocó su turno a la joven cantante donde fue acusada de ser partidaria de la independencia taiwanesa.

A partir de ese momento, se generó una seguidilla de eventos tan previsibles como absurdos. Los internautas chinos se lanzaron compactos contra la joven cantante, por ser una reaccionaria defensora del gobierno de Taipéi. La agencia que se ocupa de la imagen de Tzu-yu, la JYP Entertainment Corp, vio derribarse en poco tiempo el valor de sus propias acciones y luego de varios comunicados de prensa poco esclarecedores, decidió cancelar los recitales de la cantante en China.

El coloso chino de la telefonía, Huawei, pidió inmediatamente a la LG de interrumpir el contrato de sponsor de la joven, quien era la modelo del Huawei Y6 en Corea. Luego de unos momentos de gran confusión, el 15 de enero la JYP cargó en su canal de youtube un video donde la cantante pide disculpas.

Delante de un fondo similar a los viejos videos de al Qaeda, una Tzu-yu mortificada lee un conciso mensaje donde pide disculpas por lo acontecido, manifiesta un evidente orgullo por ser china y confirma el principio de "una China". Concluye diciendo que se tomará una pausa para reflexionar sobre su futuro.

La reacción de los internautas taiwaneses fue furiosa, con fuertes acusaciones contra la JYP por haber obligado a la joven a humillarse públicamente sin una razón válida. Su imagen fue la de una víctima inmolada y sacrificada en pos de la ganancia, desamparada y abandonada a su destino. La fanaticada occidental del K-pop también demostró su cercanía a la jovencita, la defendió y confirmó que su gesto no tenía ningún significado político.

La noticia tuvo una fuerte repercusión los últimos días de la campaña electoral taiwanesa. Tanto el presidente saliente, Ma Ying-jeou, como los tres candidatos a la sucesión del mando, expresaron su apoyo a la joven cantante y condenaron con firmeza las acciones de Huang y de la JYP. Es probable que el PDP haya sido el único partido capaz de catalizar el descontento popular por lo sucedido y de transformarlo en un potencial resultado político. Tsai Ing-wen usó palabras fuertes cuando llamó a toda la nación a demostrar su propia solidaridad y cercanía a la cantante connacional.

Si se piensa que esta controversia cumplió un rol determinante en el resultado electoral, se podría caer en un error. La ventaja de Tsai y del PDP fue relevante y al KMT ya se lo consideraba vencido luego del encuentro entre Ma Ying-jeou y Xi Jinping. Pero también podría ser erróneo pensar que no tuvo ningún impacto, sobre todo entre los indecisos y los jóvenes.

Yao Li-min, presidente del Citizen’s Congress Watch, declaró que la noticia influyó mucho en los indecisos y en aquellos que no pensaban ir a votar, dando ventaja al partido más independentista respecto a los cercanos a Beijing. Así se comprende el increíble resultado logrado por el PDP y el margen que le ha procurado la mayoría absoluta en el parlamento.

Tsai Ing-wen conducirá el período de transición hasta el 20 de mayo, donde se hará cargo oficialmente de su mandato. El PDP deberá ser muy hábil en no dilapidar su gran ventaja y en gobernar sin olvidarse de las promesas hechas a sus electores. Pero sobre todo deberá ser previsor en sus relaciones con China, para mitigar el fuerte irredentismo originado por el caso de Tzu-yu y para tratar de restablecer tonos decididamente más políticos y diplomáticos.

Luego de haber triunfado en la disputa electoral, Tsai ahora deberá combatir en la arena de la realpolitik, donde si se grita demasiado fuerte a los demás, no siempre se obtienen resultados.

* Alessandro Uras se ocupa de geopolítica y de geo estrategia del sudeste asiático, especialmente de las situaciones del Mar Chino Meridional. Doctorando en la Universidad de Cagliari (Italia) en el Departamento de Ciencias Sociales y de las Instituciones, Cátedra de Historia e Instituciones de Asia.

Este artículo fue traducido de italiano por Silvina Grippaldi

[Crédito foto: chiangraitimes.com]

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