La diplomacia del panda

In by Simone

Esta semana llegaron, en medio de un gigantesco operativo logístico y gran atención mediática, Tian Tian y Yang Guang a su nuevo hogar en el zoológico de Edimburgo, en Escocia. La pareja de osos panda, provenientes de la provincia de Sichuan, son los últimos ejemplos de la llamada “diplomacia del panda”, nombre que ha recibido la práctica de Beijing de regalar o prestar ejemplares de la especie en peligro como una especie de indicador del estado de las relaciones diplomáticas entre las partes.
Cualquier parecido con una visita de Estado no es coincidencia. La llegada de Tian Tian y Yang Guang a la fría Escocia en un vuelo privado de FedEx Express -acompañados por cuatro tripulantes, dos cabineros y un veterinario- desde Chengdu fue presenciada por miles de televidentes, así como por miembros del gobierno escocés y británico. Y para ilustrar la importancia diplomática del evento, el día siguiente se reunían en Londres el viceprimer ministro británico Nick Clegg y su homólogo chino Li Keqiang.

“El préstamo de una pareja de pandas, Tian Tian y Yang Guang, es una señal de que podemos cooperar estrechamente en una amplia gama de asuntos ambientales y culturales, así como comerciales”, señalaba Nick Clegg. Los dos osos panda permanecerán en Escocia durante diez años, un préstamo por el cual el zoológico pagará unos 940.000 dólares anuales, que Beijing utiliza para financiar los costosos programas de conservación e investigación genética de la especie. Después de diez años los dos pandas, así como cualquier hijo que tengan, regresarán al prestigioso Centro de Reproducción de Pandas en Chengdu. Las negociaciones para conseguir el préstamo duraron cinco años.

Se estima que hay unos 1.596 en la naturaleza, en su gran mayoría en la provincia suroriental de Sichuan, y unos 328 en cautiverio, principalmente en zoológicos chinos. Se encuentran en la lista de animales en peligro de extinción no sólo por su bajo número sino por las dificultades para ayudarlos a reproducirse en cautiverio generadas por su tendencia a no querer aparearse. Tanto que se ha llegado a recurrir a “videos pornográficos” de pandas para estimularlos, aunque hasta ahora con pocos resultados.

A su vez, el zoológico espera la visita de más de un millón de personas adicionales con la llegada de ‘Sweetie’ y ‘Sunshine’, ya que los osos panda se han convertido a lo largo del siglo XX en una atracción de primer nivel en los centros que los albergan.

Entre 1958 y 1982, el gobierno chino regaló un total de 23 osos panda a nueve países. Tal vez los más recordados hayan sido los dos pandas que Beijing regaló a Estados Unidos tras la histórica visita de Richard Nixon a China en 1972, que ayudó a normalizar las relaciones entre los dos países. Los dos osos, Ling Ling y Hsing Hsing, fueron visitados por más de 20.000 personas en su primer día en el zoológico de Washington y más de un millón en ese año.

Dos años después Gran Bretaña recibiría sus primeros pandas de regalo, cuando Chia Chia y Ching Ching llegaron al zoológico de Londres. Luego vendrían también a Londres temporalmente la pareja de Ming Ming y Bao Bao, cuyos poco exitosos intentos de apareamiento terminaron en peleas entre los dos que obligaron a separarlos. Al final, Bao Bao regresó a Berlín y Ming Ming a China.

La diplomacia del panda no está, sin embargo, exenta de controversias. Hace tres años, cuando Beijing ofreció una pareja de pandas a Taiwán -que China se niega a reconocer oficialmente- desató una fuerte polémica. El ofrecimiento fue recibido con júbilo por la sociedad taiwanesa, pero su clase política se mostraba escéptica de las intenciones de China al hacerlo. Al final, Tuan Tuan y Yuan Yuan llegaron al zoológico de Taipei, donde se han convertido en una verdadera atracción.

Actualmente sólo trece zoológicos por fuera de China cuentan con osos panda. Solamente un zoológico latinoamericano cuenta con ejemplares de la especie: el de Chapultepec en Ciudad de México, donde viven Xiu Hua, Xin Xin y Shuan Shuan.

[Foto cortesía de fortherock]