La dimisión del Papa indiferente para la prensa china

In Uncategorized by Andrea Pira

La renuncia de Benedicto XVI se ha convertido en una de las noticias más importantes en varios países, excepto en China, donde las noticias del año nuevo y la confrontación con Japón por las islas Senkaku-Diaoyu han acaparado los titulares. La dimisión del Papa sólo ha sido mencionada por Xinhua – la agencia de noticias oficial del gobierno -, mientras los otros principales medios de China continental guardan silencio.


“Tras haber examinado repetidamente mi conciencia ante Dios, he llegado a la certeza de que mis fuerzas, dada mi avanzada edad, ya no se corresponden con las de un adecuado ejercicio del ministerio petrino”, anunció el lunes el Papa Benedicto XVI, de 85 años de edad.

Pero aunque se trate de la noticia que más golpea a la religión católica, China no le ha dado mayor trascendencia.

Xinhua informó sobre la dimisión del pontífice sin adornos y pasó a describir cómo será el cónclave para elegir a un nuevo Papa. Describe a Benedicto XVI como un "teólogo conservador de origen bávaro" y recuerda que es el primer papa en renunciar en casi seiscientos años, cuando "Gregorio XII se retiró en 1415 para poner fin al ‘Cisma’, que amenazaba destruir la Iglesia Católica Romana".

En cambio, en Hong Kong, el South China Morning Post abrió sus páginas con la noticia que calificó de “impactante” y entrevistó a algunos de los personajes del clero local. Tanto el Obispo John Fang Xingyao y Anthony Liu Bainian, representantes de la Iglesia Patriótica –iglesia de fé católica reconocida por Pekín-, dijeron que rezarían por la salud de Benedicto XVI. Liu añadió su esperanza de que las relaciones entre China y el Vaticano mejoren, y reafirmó que la Iglesia en China continental todavía tiene que evolucionar de acuerdo con el "socialismo con características chinas".

Los internautas chinos comentaron la noticia en Weibo (red de microblogs china) con menor intensidad que en las redes sociales occidentales. Las acotaciones se dividieron entre el respeto y la sátira. "El Papa es la cabeza suprema de la Iglesia Católica, la responsabilidad y la presión deben ser inimaginables”, escribió un usuario de Weibo. En tanto que los más sarcásticos compartieron comentarios como: “¡Oh, Dios mío! Incluso el Papa no está contento con el bono de este año".

Sin embargo, incluso en China causa expectación saber quién será el sucesor de Ratzinger. En las predicciones para el nuevo pontífice destacan el cardenal Peter Turkson de Ghana (el famoso "papa negro") quien encuentra en la dimisión de Benedicto XVI una oportunidad para que las iglesias de Asia y África tomen el liderazgo de la institución religiosa.

La renuncia de Ratzinger también ofrece posibilidades de ascenso al papado para clérigos latinoamericanos, como Odilio Scherer, arzobispo de Sao Paulo, Brasil y Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, Honduras.

Dos iglesias, una nación

China no tiene relaciones formales con la Santa Sede desde 1951, año en que China enfrentó al Vaticano por reconocer a Taiwán.

En ese año, el gobierno comunista expulsó al cardenal Antonio Riberi, acusándolo de espionaje luego de que este se negara a apoyar la creación de una iglesia china independiente (proyecto que más tarde se convertiría en la Iglesia Patriótica). Desde entonces ha habido fases de acercamiento y períodos de confrontación.

En un país que se autodenomina comunista, un movimiento religioso fiel a la Iglesia romana es naturalmente impopular para el poder político. Además, durante la Guerra Fría, Juan Pablo II hizo de la lucha contra el comunismo uno de los pilares de su magisterio.

En China, oficialmente hay diez millones de católicos divididos entre la Iglesia Patriótica y la iglesia “clandestina”.

La primera es reconocida por Beijing, y el gobierno controla el nombramiento de obispos, así como lo hace con los ministros de otras religiones en el país. El ejemplo más conocido de esta práctica es el nombramiento del actual Panchen Lama, posición de máxima importancia para los budistas tibetanos y que normalmente se nombra a partir de la reencarnación. Quien debía ser el Panchen Lama desapareció a los seis años, y Pekín nominó a otro, que actualmente ocupa un cargo dentro de la Conferencia Consultiva Política.

La segunda iglesia es clandestina y, como responde directamente a Roma, es ilegal.

La relación de China con los católicos está a cargo de la Asociación Patriótica Católica China y la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica: ambos son aprobados por el gobierno de Pekín y reconocen la autoridad espiritual del Papa, pero no le es permitido nombrar obispos.

Aumentan creyentes cristianos en China y sus vecinos

Algunas estimaciones, realizadas en su mayoría por grupos evangélicos, calculan que los chinos que se autodenominan cristianos (incluidos los protestantes) superan los 130 millones, una décima parte de la población.

Si bien las cifras del gobierno y de los grupos evangélicos distan enormemente, en los últimos años se ha visto un aumento considerable en el número de conversos al cristianismo.

Es difícil para el gobierno chino permanecer indiferente al fenómeno, más ahora que la fe cristiana se está en todo el Este de Asia. En Corea del Sur, el cristianismo predomina como religión con un 31.6% de seguidores del protentastimo y del catolicismo, y han proliferado incluso iglesias cristianas autóctonas como la Iglesia de Unificación y el Evangelio del pleno Yoido.

Por ahora, ni la salud del pontífice ni el sucesor al trono de San Pedro parecen preocupar al gobierno chino. Aún concentra su atención en el creciente número de conversos al cristianismo y sus posibles consecuencias sociales.

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