La crisis de la estampilla del dragón amenazante



In by Simone

El dragón, uno de los doce animales del zodiaco chino, sirve en la tradición china para exorcizar espíritus malignos, evitar desastres y ofrecer bendiciones. Pero la imagen de un dragón mirando de frente, sus colmillos visibles y sus brazos extendidos, que aparece en la estampilla conmemorativa del Año Nuevo chino -en el año del dragón- ha creado gran controversia en las redes sociales y los medios. ¿Su pecado? Podría resultar amenazante en momentos en que la importancia económica y política de Beijing en el mundo crece a pasos agigantados.
“Apenas vi el diseño, casi me muero del susto”, escribió en Weibo la popular escritora Zhang Yihe. “¿Enviará el Ministerio de Relaciones Exteriores la estampilla en regalos a viejos amigos o viejos rivales? ¿Simboliza el dragón un 2012 pacífico?”, ironizaba un popular presentador de televisión de Hong Kong. “Sugiero que escojamos al dragón como mascota de la Cancillería”, escribía otro usuario en Weibo, el Twitter chino.

Ni siquiera dentro del aparato estatal generaba consenso. “Se justificaría que fuera implacablemente feroz si estuviese dirigida al exterior, pero esta estampilla circulará [por su valor] más que nada dentro del país. ¿Conviene ser feroz internamente?”, escribía Xu Lin, editor general del Diario del Pueblo.

A Chen Shaohua, el diseñador de la polémica estampilla, las críticas lo agarraron por sorpresa. Para él, la figura del dragón -cuyo diseño se inspiró en los bordados de los vestidos imperiales de la dinastía Qing- simboliza la confianza de una China en ascenso. “Al representar desde la exigencia y la divinidad hasta la confianza de China en sí misma, la figura de un dragón firme, poderoso y serio constituye una selección apropiada”, escribió en su blog el diseñador, que ya había creado el logo de la candidatura de Beijing a los Olímpicos de 2008.