India: Prohibido el sacrificio de vacas, la animalidad e identidad

In by Andrea Pira

Recientemente el gobierno de Maharashtra, en donde la presión política en defensa a tradiciones hindúes es bastante vigorosa, recibió luz verde del presidente Pranab Mukherjee para aprobar una ley “draconiana”: quien se encuentre en posesión de la carne de vaca, comprada o sacrificada, se arriesgará a pagar una multa de diez mil rupias y hasta penas en prisión.
El proyecto de ley ‘Maharashtra, Conservación Animal’, ya había pasado en el parlamento local en 1995, formulado por la coalición del Partido Bharatiya Janata (BJP) y Shiv Sena, un partido político hindú de extrema derecha. Con la enmienda aceptada por la Presidencia de la República, 19 años después, la prohibición de las matanzas ahora incluye no solo las vacas (animales sagrados de acuerdo con la tradición hindú), sino también a los toros, animales de los cuales proviene la mayoría de la producción de carne que se vende en los restaurantes de ‘lujo’ y en especial para los musulmanes, quienes no tienen problemas religiosos con la carne de res.

El único ganado que podrá continuar siendo sacrificado es el búfalo de agua, mientras que el resto, si entra en el ámbito de la ilegalidad, implica penas de hasta 10 años de prisión.

La aprobación de la ley ha sido exaltada en los círculos políticos de Maharashtra, que ha construido una batalla de identidad entorno a la defensa de la vaca, una huella inevitable para la comunidad. Por un lado, gran parte de los empleados de los mataderos son musulmanes y la defensa a las vacas ha sido una pieza integral del manifiesto político de BJP en las elecciones locales anteriores.

Como ha declarado el Ministro Jefe de Maharashtra, Devendra Fadnavis, el BJP ha demostrado la capacidad de cumplir las promesas.

El aspecto más absurdo de la ley, como lo señaló Scroll.in, recae en el hecho que la nueva norma castiga severamente a los mataderos, pero no el sacrificio del ganado, cuyo ánimo es inevitablemente alimentar a la industria del cuero y negocios como el de la producción de pelotas de cricket en India.

En Nueva Delhi, por ejemplo, no es difícil encontrar carne de novillo revendida: en las carnicerías musulmanas dentro de los barrios con alta concentración del Islam (como Nizamuddin o Lajpat Nagar) los cuartos están llenos de carne colgada en exhibición. Pero la verdad no es muy tentadora, debido a la falta de refrigeración para conservar la carne. Sin embargo, (por experiencia personal) la calidad es más que aceptable.

En torno a esta actividad legal, pero opuesta a la convicción religiosa de la mayoría de la población de India, han crecido batallas violentas con comandos hinduistas que tienden emboscadas a comerciantes de ganado y liberan a las vacas en nombre de los preceptos de una determinada visión del hinduismo. Las vacas, una vez liberadas, están abandonadas a su suerte, libres de reforzar el imaginario exótico de la megalópolis hinduista, en donde los ganados sagrados rumean alrededor de montañas de basura.

El estado de Haryana, como lo indicó el Financial Express, se está preparando para copiar la ley de Maharashtra, siempre con motivaciones espirituales. Según el Ministerio de Agricultura de Haryana, hasta el momento, en el estado hay más de tres mil vacas alojadas en una serie de puestos gestionados por una ONG local. En las calles y en el campo, andan libres sin que nadie cuide de ellas, de hecho, hay otras 150 mil.

[Escrito para East online; Crédito Foto: clearimpression.com]

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