India – Las violaciones y Uber: el dedo y la luna de la ley y el orden

In by Andrea Pira

Un nuevo episodio de asalto sexual ocurrió en Nueva Delhi, esta vez, por manos de un taxista de Uber, una empresa estadounidense que, por medio de una aplicación, presta el servicio de taxi privado más barato de la competencia "oficial". El hecho plantea no solo las condiciones para construir un caso contra Uber, sino que también se presta para estudiar los verdaderos problemas de la sociedad en la India.
El viernes pasado una mujer de 26 años fue violada por Shiv Kumar Yadav, un taxista de 31 años a quien había contactado para un servicio especial de taxi a través de la aplicación Uber. La joven denunció el hecho ante la policía y dos días después el violador fue detenido.

Este ataque ocurrió pocos días antes de la celebración del aniversario de Nirbhaya, donde varias mujeres fueron violadas y asesinadas en un autobús por un grupo de hombres cuando se dirigían a casa. Este tema se ha vuelto muy controversial en India y el público es cada vez más sensible en cuanto a la seguridad de mujeres en la ciudad.

La violencia sexual es un problema grave en todo el país y la mayoría de ataques son cometidos en el hogar por personas cercanas a la víctima, no por extraños.

La estrategia del Partido Bharatiya Janata (que ya ascendió a las urnas) es muy clara. El lunes pasado emitió una circular "bloqueando" las operaciones de Uber en Delhi, o al menos eso es lo que quiere dar a entender el documento, que dice que el gobierno no será responsable por la seguridad de los pasajeros en los taxis.

La aplicación de Uber todavía se puede descargar desde el App Store de Apple, y supongo que también se puede desde un teléfono con el sistema operativo de Android. Sin embargo, debería haber una entidad que proporcione controles efectivos para todos los taxis Uber que, siendo privados, no muestren signos de identificación.

A pesar de los hechos ocurridos, Uber es una empresa que ha sido condenada por razones ajenas a la violencia sexual en el país. El gobierno sostiene que Uber no garantiza que sus taxistas tengan la licencia específica para operar en la capital. Esto es, sin embargo, un tecnicismo burocrático y la falta de licencia es algo muy común en todos los servicios de radio taxi en Delhi, también activos durante años.

Sin embargo, la impresión que tiene la opinión pública es la de una multinacional extranjera que está operando en la India por fuera de la ley y que, en teoría, debería ofrecer seguridad, especialmente para las mujeres que toman taxi por la noche.

El problema es que las leyes no son muy claras y casi siempre son ignoradas, un vacío legal que ha facilitado que Uber opere de diversas maneras en todas las partes del planeta. En la India, es muy común que los taxistas, tanto de Uber como de otras empresas de radio taxi, tengan licencias del gobierno para operar. Esta tipo de licencias son muy fáciles de obtener ya que se pueden pagar o falsificar. Por otro lado, las entidades no suelen verificar los antecedentes de sus taxistas.

Hubo otro problema: el taxista violador había presentado un certificado de la estación de policía en el sur de Delhi, donde especificó su residencia y mostró no tener antecedentes penales. Dicho certificado debe ser entregado a las autoridades por cualquier persona que quiera residir en la India.

Yadav, además de no residir en la dirección especificada, tenía un antecedente penal de 2011, donde estuvo dos meses en la cárcel por otra violación cometida mientras conducía su taxi. En el momento de la violación, el taxista se encontraba en libertad bajo fianza y al parecer también había sido arrestado por violación en 2013. Sin embargo, ni Uber ni la policía local han confirmado que esto sea cierto.

Los motivos que llevaron a una reacción desproporcionada del gobierno central son claros. Hay un vínculo lógico entre la violación que ocurrió en un Uber taxi y la prohibición de dicho servicio, junto con otro puñado de operadores de radio-taxi en el país. Así como lo fueron en su tiempo algunas prohibiciones en los buses locales o la creación de un "banco para las mujeres", todas estas iniciativas de distracción masiva son estrategias que serán utilizadas con fines electorales.

La violación ocurrida hace unos días es un problema de orden público y un problema de violencia sexual. Pero también plantea un escenario en donde un partido puede tomar provecho, especialmente, si lo que se está buscando son votos.

Artículo producido para Elefanti a parte, Italia.

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