China Files le cuenta cuál fue el tema más candente de la semana. Hablamos sobre todo un poco. Cómo las relaciones sino-latinoamericanas están siendo tratadas, la economía, la política, los negocios y el deporte. Me niego a creer que la transición ya llegó a tal punto. Hace unos años, cuando desde China llegaron los rumores de que Darío Conca había sido comprado por un equipo impronunciable y que pasaría a ser el tercer o cuarto jugador mejor pagado del mundo, mi cabeza solo iba de un lado al otro, como aquel niño que no quiere creer lo que le están contando. Para los ojos de muchos latinoamericanos del mundo del fútbol Conca no era muy famoso, si había sacado a Fluminense un par de veces sub-campeón era lo máximo que había hecho en su carrera. Pasó del Flu, al Guangzhou Evergrande, un equipo de la Superliga China.
Con Conca no sólo se dio un golpe de autoridad, pues con el Guangzhou competían otros cuantos equipos europeos por la contratación del argentino, sino que también se avisó “somos China, y tenemos plata, mucha plata”. La periferia del fútbol decía presente. Desde hacía muchos años que algo así no pasaba en el fútbol internacional, los casos se remontan a la época del dorado en Colombia (1949) con las contrataciones de Pedernera y Di Stéfano, o cuando el PSV Eindhoven rompía el mercado en el 88 contratando a Romario, cuando este ya era muy famoso en su país; o más recientemente con el traspaso de Eto’o al Anzhi ruso.
Y sí, es cierto que Conca no es comparable futbolísticamente a otros cracks como Romario o Eto’o, pero lo que si se compara es que las ligas de dichos países (Colombia, Holanda o Rusia) no pertenecen a la élite del fútbol mundial. No tienen equipos famosos como el Real Madrid, Manchester United o Juventus ni tienen multicampeones mundiales como Boca Juniors o Corinthians.
La semana pasada se dio lo que la Superliga China llevaba buscando hacía varios años. Después de muchos intentos de comprar figuras que fueran relevantes a nivel mundial (Drogba y Anelka jugaron durante una temporada en Shanghai), se dio por fin una convocatoria de un jugador para un torneo de primer nivel. Diego Tardelli, el brasilero campeón de la Libertadores con el Atlético Mineiro de Ronaldinho en 2013 y hoy jugador del Shandong Luneng fue convocado por Dunga, el seleccionador brasilero, para participar en la cita continental de junio en Chile.
Sí, así como suena, el probable 9 de la selección de Brasil para la Copa América de Chile 2015 juega en China.
Ese 9 que ocuparon desde Tostao, Zinho, Ronaldo y mas reciente Fred, lo ocupara un jugador que no pertenece a la élite del fútbol mundial. La periferia del fútbol ya tocó la puerta de los reyes de este deporte.
Con Tardelli también fue convocado el jugador Everton Ribeiro, mediocampista del Al-Alhi de Arabia Saudita (otra liga poco convencional dentro del mundo del fútbol). Son tan impactantes estas convocatorias pues lo que se está evidenciando es que ahora, los jugadores que antes solían irse exclusivamente por dinero, pueden irse e igual seguir siendo competitivos en ligas de segundo y hasta tercer nivel.
Para le mundial de 2014 el seleccionador colombiano, José Nestor Pekermán no convoco a Macnelly Torres justamente por su paso del Atletico Nacional de Colombia al Al-Shabab de Arabia. Torres había jugado gran parte de la eliminatoria y sabía que su traspaso significaba prácticamente un suicidio deportivo. Lo previsto se dio y Pekermán no lo tuvo en cuenta.Esta vez la suerte fue distinta para Tardelli, llegó a la Superliga China a jugar en un equipo que ni siquiera compite por ser campeón y de todas maneras fue tenido en cuenta.
La periferia puso los pies en la puerta de la élite. Hace mucho tiempo había tocado la puerta pero nadie le había prestado atención. Tal vez, hasta ahora, Brasil giró la cabeza y le abrió una ventana. Esperaremos unos meses y veremos cuales son las reacciones de lo que sucedió. Por mi parte, sigo en estado de shock, el 9 de Brasil juega en China.
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