Han Han, el bloguero que conquistó a la juventud china

In by Andrea Pira

Tiene 29 años, es corredor de carros, modelo publicitario y robacorazones. También es uno de los mayores iconos de la red china, gracias a un blog en Weibo que lo ha convertido en una de las voces más citadas de opinión pública china. Perfil de Han Han, el popular bloguero que se ha consolidado como uno de los fenómenos más interesantes del mundo digital chino.

En 1999, en un pequeño suburbio de Shanghai, un perspicaz joven de 17 años se encontraba apunto de reprobar el año escolar, razón por la cual decidió abandonar el colegio y dedicarse a su hobby favorito, la escritura. Con una pincelada de terquedad, el joven chino aseguraba que era muy bueno en el arte de la pluma, al punto de incluso poder vivir de ello. Sus compañeros y maestros lo tildaban de iluso, preguntándole que si se había vuelto loco.

Tan “loco” se había vuelto el aprendiz de escritor, que ese mismo año culmino su primera novela, Puerta Triple, y envió el manuscrito a varios editoriales en Shanghai. Los resultados iniciales no fueron muy alentadores. Un editor lo tachó de “sombrío y fuera de contexto con los tiempos”. No fue sino hasta que un publicista entusiasta decidió tomar el riesgo e imprimir 30 mil copias.

A sorpresa de muchos, incluyendo a su inexperto autor, Han Han, todas las copias se agotaron en 3 días. Se imprimieron 30 mil copias más—al poco tiempo no quedaba ni una en los estantes. Puerta Triple llego a vender 2 millones de copias, convirtiéndose en una de la novelas más vendidas en China de las últimas dos décadas.

La novela cuenta la historia de un estudiante universitario chino y su “agobiadora” vida. El protagonista narra sus “incontables horas de vacío emocional,” copiando lecciones “del pizarrón al cuaderno, al examen”, mientras su mamá le alimentaba pastillas con el fin de incrementar su coeficiente intelectual. La novela representó una voraz crítica del sistema educativo chino y su rol constrictivo del intelecto y la imaginación. El libro generó tanta controversia que la televisora nacional china transmitió un programa de discusión de una hora para debatir el libro. Han Han saltó a la fama en un santiamén.

Hoy en día, a sus 29 años, Han es un escritor conocido desde el Tibet hasta Beijing, aunque no tanto por sus novelas sino por su blog en “Weibo,” el equivalente chino de Twitter. Con alrededor de 580 millones de visitas a su blog, Han podría ser uno de los “blogueros” más famosos del mundo.

En su blog, Han constantemente aborda temas delicados en China: la corrupción gubernamental, la libertad de expresión, la contaminación, la explotación de trabajadores y la creciente disparidad socioeconómica en el país. Aunque es constantemente censurado, Han es un experto en el arte de la “pelota de borde”, una metáfora derivada del ping pong, utilizada por escritores chinos para referirse a “rozar los límites sin salirse de la mesa”.

Cuando Liu Xiaobo, el encarcelado escritor chino, ganó el premio Nobel de la paz en 2010, Han se burló de los censores escribiendo únicamente un par de comillas que encerraban un espacio en blanco, la representación de la silla desocupada en la ceremonia de Oslo. El par de comillas obtuvieron un millón y medio de “tweets”.

En la China de hoy, Han es la personificación de la denominada “generación post-80”, apodo de los 240 millones de chinos que nacieron en la década de los 80. Esta es una generación compuesta por hijos únicos, optimistas e individualistas, sumergidos en el consumismo y la tecnología en pleno apogeo del “boom” económico chino.

Paralelo a la pluma, Han lleva una vida llena de glamour y fama como un exitoso conductor de carros. Es patrocinado por Volkswagen en competencias de circuito cerrado y por Subaru en carreras de rally. Han es el único crítico del gobierno chino con patrocinio corporativo— hace propagandas para Vancl, una cadena de ropa, y para Johnnie Walker bajo el emblema “los sueños se deben cosechar”.

En uno de sus artículos más controversiales, titulado “En democracia”, Han argumenta que no se puede culpar al Partido Comunista chino de todos los males del país. “Hoy en día, el partido tiene 80 millones de miembros. 300 millones de personas viven en familias con lazos al gobierno. El partido dejo de ser un partido político o una clase: por consecuencia, muchas de las fallas del partido también son fallas de la población.”

En relación al mismo artículo, en una entrevista con el periódico Financial Times, Han comenta: “no digo que no podemos atacar al partido, ¿porque no? Pero todo el mundo piensa que las inmoralidades que ocurren en el país son causadas por las instituciones, cuando, en realidad, todos somos cómplices.”

Han Han es el vivo ejemplo del abismo que existe entre la “generación post-80” y sus progenitores. “¿Y cómo es la China en donde quieres que tu hija crezca?”, preguntaba David Pilling del Financial Times. “Hay una respuesta muy simple. La próxima vez que vengas a China a entrevistarme, no necesitaremos hablar de política, no necesitaremos hablar de libertad de expresión, porque esas cosas se habrán vuelto cotidianas. Cuando vuelvas, hablaremos de fútbol, comida, música y películas.”

Parsifal D’Sola Alvarado es ingeniero de telecomunicaciones con una maestría en estudios de Asia oriental de la Universidad de Columbia. Reside en China desde 2008 y es columnista del diario El Nacional de Venezuela.


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