Después de una noche tensa, en la que los manifestantes preveían una operación de desalojo para el día hoy, el gobierno dijo estar listo para dialogar. Esto podría ser un punto de inflexión en las manifestaciones, pero las autoridades no darán su brazo a torcer y CY Leung afirmó que no renunciaría a su cargo como Jefe Ejecutivo.
La noche del jueves estuvo enmarcada por la incertidumbre que produjo el anuncio del gobierno hongkonés, encabezado por CY Leung, en el que se decía que hoy debían terminar las protestas y que los manifestantes debían despejar los predios del gobierno de forma pacífica para que continuaran las actividades de forma normal. Seguido a este comunicado, Leung delegó a una comitiva del gobierno para que se reuniera con los líderes de las protestas y así ponerle un punto final a la situación que, según el comunicado, ha afectado la vida de las personas, la economía, y las operaciones del gobierno.
Ahora, el desafío es para los manifestantes que, después de casi una semana de protestas, siguen sin tener una cabeza visible, pues no son un grupo articulado. Por un lado, está la Federación de Estudiantes, que dirigió el paro estudiantil de la semana pasada, y que confluyó con la manifestación actual. Por el otro, están los activistas de Occupy Central with Peace and Love, organización encabezada por el profesor de derecho, Benny Tai. Pero, aparte de estos dos grupos, hay miles de manifestantes que protestan de manera espontánea, sin estar alineados con ninguna organización.
Por lo anterior, surgen dos problemas, incluso, antes de cualquier acuerdo sobre las negociaciones. En primer lugar, está el hecho de que en un diálogo las dos partes tienen que dar concesiones, y el gobierno de Hong Kong no está dispuesto a dar su brazo a torcer. Por otro lado, surge una duda sobre quién podría liderar a los protestantes, ya que entre los manifestantes no hay una comitiva que los represente en su totalidad.
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[Crédito foto: Santiago Villa/Archivo China-Files]