Ayer en horas de la tarde terminó el juicio a Lei Zhengfu -exfuncionario de la provincia de Chongqing- acusado de aceptar sobornos y de ejercer su cargo de manera indebida. Pero Lei enfrenta otros problemas: en Noviembre del año pasado fue publicado en internet un video suyo teniendo relaciones sexuales extramaritales. Si bien el adulterio en China no es considerado un delito, el estigma social que enfrentan quienes son descubiertos es muy fuerte, y puede durar varias generaciones.
Lei enfrentó su primer juicio en julio de este año, donde un juzgado de la localidad de Chongqing lo acusó de utilizar su posición para obtener beneficios, aceptando sobornos por más de 3,16 millones de yuanes (unos 500,000 dólares). Ayer fue sentenciado a 13 años de prisión, pero además debe pagar 300,000 yuanes por los delitos cometidos y no podrá ejercer cargos públicos por tres años, según informó la agencia de noticias estatal.
Pero eso no es todo. En el 2008 Lei fue filmado en secreto teniendo sexo con una jovencita que no era su esposa. Días después fue contactado por Xiao Ye -líder de una banda de extorsionistas- quien aparte de ser el realizador del video era el mismo que le había presentado a la mujer. En aquella ocasión Lei pagó 3 millones de yuanes a Xiao para que el video no fuera publicado. Por razones similares, Xiao recibió en septiembre del 2009 la suma de 2 millones de yuanes de parte de Zhou Tianyun, ex presidente de Chongqing Land Group.
Este hecho puso al descubierto una red de estafadores que se encargaba de contactar a líderes del Partido Comunista Chino y a comerciantes exitosos con el fin de presentarles mujeres “interesadas” en ellos, para luego grabarlos y chantajearlos. La banda, cuyo juicio empezó el 28 de julio del presente año, fue condenada también ayer por cargos de extorsión. Xiao Ye y Xu Sheqing -principales cabezas de la organización- deberán pagar 10 y 4 años de prisión respectivamente. Yan Peng, tercero en el organigrama, fue condenado a 3 años y medio.
Por su parte, las chicas con las que fueron grabados -cómplices de los extorsionistas- fueron simbólicamente condenadas a 18 meses de prisión, pues el juez les otorgó el indulto finalizado el juicio.
En china el adulterio es considerado uno de los perores crímenes morales, y quienes lo realizan muchas veces pagan con una vida desafortunada. En 1963 Wang Jingzhi, miembro del Partido Comunista Chino, fue declarado culpable de mantener relaciones sexuales con una mujer casada. En su momento ella no fue sentenciada, pero él sí: pagó dos años de prisión por tener una “mente enferma”, según el fallo del juzgado de la época.
Desde que recobró su libertad, Wang luchó contra todas las instancias judiciales chinas para demostrar que habían cometido un error. Y finalmente su lucha dio resultados: después de 50 años fue declarado inocente y todos los cargos en su contra fueron retirados en febrero de este año.
"Nuestro padre era un criminal adúltero convicto, y esto afectaba en gran medida a toda la familia”, dijo la hija de Wang en declaraciones entregadas a Modern Express. "No podía levantar la cabeza frente a su más exitoso hermano y hermana. Todo lo que él pensaba y hacía era para demostrar su inocencia".
Muchos le han aconsejado a Wang que le solicite al Estado una compensación monetaria por los dos años que pasó en prisión, más los daños morales causados a él y a su familia. Sin embargo él se niega: “yo me uní al Partido Comunista en 1958, pero fui expulsado en 1963. Estoy viejo así que seguramente no me necesitan, pero mi último deseo es ser reinstalado en mi cargo”, finalizó Wang.
Otro caso mencionado recientemente por la prensa mundial fue el de una mujer taiwanesa sentenciada a 298 años de prisión por mantener relaciones sexuales con su vecino. Los dos eran casados, pero la esposa del vecino no presentó cargos, su esposo sí.
“La mujer de 56 años, que al parecer es dueña de un restaurante especializado en carne de serpiente, fue encontrada culpable de tener un romance desde el 2006 al 2011 con un hombre de 50 años de edad de apellido Chang. La pareja se veía varias veces a la semana, para un total de 894 encuentros”, según publica el Want China Times.
Actualmente la ley que permite el encarcelamiento por adulterio de penas tan extremas está siendo revisada, y se espera que para los próximos meses cambie esta reglamentación. En Taiwán existen muchos grupos que trabajan por los derechos humanos, pero hasta ahora no han podido lograr el cambio en esta ley que ellos consideran sexista.
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