El desempeño de muchas de las economías asiáticas ha hecho que el mundo se vuelque hacia Oriente. La región se estableció como el motor del crecimiento global desde la crisis financiera de 2008, y según cálculos del Banco Mundial, este año la economía crecerá en promedio 7,1 por ciento. Desde la explosiva expansión de la clase media en China, hasta el boom económico de Filipinas, pasando por los subsidios que Japón otorgará a quienes inviertan en ese país, cada país tiene algo que ofrecer. Así, oportunidades no faltarán para que Colombia establezca nuevos negocios.
China espera que su clase media pase de 230 a 630 millones de personas en los próximos años. Esto viene acompañado de un incremento en el consumo de todo tipo de bienes y servicios. Por ejemplo, según estimados de la Junta para el Desarrollo de la Agricultura y la Horticultura (AHDB, por sus siglas en inglés), para el año 2020 el consumo de productos agrícolas como la carne de res y aceites vegetales aumentarán 35 por ciento en ese país.
El de azúcar verá un incremento de 52 por ciento y los lácteos tendrán uno de 116. Estos datos suponen grandes oportunidades de negocios para el sector agrícola colombiano, que puede entrar a suplir esa demanda, no solo con productos primarios sino con productos semi industriales y con valor agregado. El potencial del mercado chino es evidente y llamativo, pero otros países también están ávidos de productos colombianos. David Pérez, cofundador de Inventto, lo sabe y ha aprovechado ese deseo para representar fincas colombianas y establecerse en el negocio de las flores en el mercado asiático.
“Estamos exportando semanalmente unos 15.000 tallos de flores –entre hortensias, rosas y crisantemos– de Colombia a Corea del Sur, Japón, China e India”, dijo Pérez desde Beijing a China Files. Igualmente, productos con denominación de origen como el café también se están popularizando en Asia. Sin embargo, y a pesar de que ciertos bienes y servicios sean cada vez más apetecidos, es importante adaptarlos al mercado en el que se quieren vender.
“El producto que se comercializa en Colombia no es el mismo que se comercializa en Asia. Ni siquiera es igual al producto de exportación que va a Estados Unidos o Europa. Hay que tener muy claros los gustos del mercado”, insiste Pérez. Por su parte, las proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos prevén que la economía de esa región crecerá en promedio 5,4 por ciento anual entre 2014 y 2018. Incluso, países como Filipinas e Indonesia tendrán una expansión particularmente robusta de aproximadamente 6 por ciento. Por eso, aunque esta región es de por sí una gran productora agrícola, el hecho de que esté creciendo a un ritmo tan acelerado la pone en la mira de inversionistas y comerciantes alrededor del mundo.
Además, hay sitios como Singapur y Hong Kong que simplemente no cuentan con una gran producción agrícola propia, u otros como Malasia, que se especializan en otro tipo de productos distintos a los que puede ofrecer Colombia. Así, el país tiene muchas opciones para suplir las demandas de esos mercados.
Si bien los productos agrícolas son la apuesta más obvia, Colombia tiene oportunidades en muchos otros campos. Por ejemplo, ahora que el gobierno japonés ha invitado a todos los países a invertir allí y está dispuesto a otorgar subsidios para quienes establezcan empresas en las islas niponas. Esto supone una oportunidad para el sector de servicios. Empresas colombianas que quieran abrir centros de investigación y desarrollo podrán recibir un subsidio del gobierno de Shinzo Abe de hasta 5 millones de dólares para estudios de mercado, estructura y equipos.
Finalmente, otra gran posibilidad es el desarrollo del turismo. El aumento del poder adquisitivo en los países de Asia Pacífico está creando una nueva clase de turista que busca diferenciarse a través de experiencias, no solo de productos. Si bien América Latina no está entre los destinos favoritos de los viajeros de Oriente (dominados por Nueva Zelanda y el Sureste Asiático), los nuevos turistas buscan vacacionar en destinos cada vez más exóticos.
En China incluso hay agencias de viaje especializadas en llevar turistas a América Latina, y Colombia puede sacarle provecho a este nuevo espacio para hacer del país un destino imperdible para los asiáticos. Esto debe venir acompañado de un ambiente amable para los turistas, lo que implica, entre otras cosas, menos trabas en procesos de visas e instalaciones y servicios adecuados para atenderlos.
El proceso para establecer un negocio en Asia no es sencillo, pero hay muchas oportunidades. Por eso, quienes ya están allí explican que es imperativo estar presente en la sede asiática y entender los gustos del cliente. Mejor lo dice Pérez: “Uno necesita un aliado en la región que le ayude a adaptar el producto a los gustos del cliente”.
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