“Es tu culpa”: con ironía buscan generar consciencia en India frente a violaciones

In by Andrea Pira

El pasado 5 de octubre, una asistente universitaria se prendió fuego al frente de la casa del ministro jefe de Delhi, cansada de que sus denuncias de abusos sexuales en su trabajo no fueran oídas por la policía. En agosto, una fotorreportera fue violada en Mumbai y el pasado diciembre, fue violada y asesinada en Delhi, Nirbayha, que sin quererlo, será recordada como una de las mujeres que más huella ha dejado en India frente al tema de violencia de género.
La violencia de género tradicionalmente es visto como un tema de inseguridad y de fallas de las fuerzas del orden. Al mismo tiempo, es una situación espinosa, que tiene raíces en las prácticas antiguas de una sociedad patriarcal, en donde el pudor y “honor” de la mujer, dan pie a actos de segregación y a actos de violencia que son ignorados por la población y que al máximo, salen publicados en escasas líneas en la prensa local.

Pero las cifras oficiales indican una situación que realmente es de emergencia. Cada veinte minutos una mujer es violada en India, según cifras de la Oficina Nacional de Registro de Delitos. En 2012, fueron denunciados 24.923 casos de violencia sexual en todo el país, según la Policía Nacional. Sin embargo, este es tan sólo un porcentaje del total de casos, pues en las zonas rurales no son reportadas como crímenes, y a veces, por cuestiones de honor, terminan convirtiéndose en matrimonios forzados con el violador, solicitados por la familia de la víctima.

Sin embargo, el caso de Jyoti Singh Pandey, de 23 años, y conocida como Nirbhaya (la impávida), generó un debate público nunca antes visto en India. El pasado diciembre Pandey y un “amigo” –nunca fue descrito como su novio- fueron agredidos por cinco hombres en un bus en Delhi, y a turnos, fue violada y abandonada moribunda en la vereda. La chica murió dos semanas después en un hospital en Singapur, mientras que en la capital india miles de jóvenes se volcaron a las calles a manifestarse contra la inacción del gobierno, incapaz de garantizar la seguridad a las ciudadanas. La presión social logró que la justicia india impusiera la pena capital a los violadores. Pero este es sólo uno de los cientos de miles de casos ocurridos.

En Calcuta y otras grandes ciudades, es difícil ver a mujeres caminando solas cuando oscurece. En las áreas rurales bengalís el panorama no mejora: si una mujer está en bicicleta de noche, es detenida por la policía y amonestada por su comportamiento incomprensible. Las calles indias, así estén desiertas, son, por definición, peligrosas para las mujeres.

La movilización de la sociedad civil –que impulsó una reflexión más profunda de una sociedad patriarcal que clama por la emancipación femenina, digna de una democracia- fue suprimida rápidamente por las fuerzas políticas que atacan al gobierno exclusivamente por temas de seguridad, analizando las violaciones como una consecuencia de la ausencia de policías en las calles, en lugar de un sistema judicial laxo para violadores.

El enfoque indio frente a la violencia de género es visto como una consecuencia de la bestialidad del hombre, considerada inmutable o congénita. El hombre, frustrado por una vida que ni tradicionalmente ni socialmente concibe la práctica del sexo prematrimonial, no es capaz de dominar sus instintos lujuriosos. Por eso, la única solución es reducir al mínimo la posibilidad de que hombres y mujeres desconocidos compartan espacios comunes. Y esto va desde vagones de tren o de metro reservados a las mujeres, hasta la rígida jerarquía de buses, en donde adelante –cerca de los ojos vigilantes del conductor- van las mujeres, y atrás, un lado para mujeres y otro para hombres.

El único lugar definido como “seguro” en la vida de una mujer india sería su casa. Aunque las estadísticas desmienten la creencia. El 94% de los casos de violaciones denunciados, son generados por personas que conocen a la víctima, y el 34% de ellos fueron perpetrados por vecinos, según un reporte gubernamental de 2011, analizado por la escritora Nilanjana Roy en el diario The Hindu, días después del ataque a Nirbayha en diciembre pasado. Sin embargo, las noticias sólo hablan de actos violentos que ocurren de forma casual, de cruda violencia y en lugares públicos, lejos de la protección –imaginaria- familiar.

Annie Zaidi, periodista y escritora comprometida con la lucha por el empoderamiento de las mujeres en la India y voluntaria de la ONG Blank Noise, sostiene que las nuevas leyes contra los violadores –que hoy ya pueden llegar a pena máxima- no ayudarán a mejorar las cosas. “Las modificaciones legales pueden ser significativas pero depende de su aplicación por parte de jueces y policía. Tenemos ya una serie de leyes frente a la violencia de género pero nunca son aplicadas”, dijo a China Files.

Según Zaidi, es necesario un cambio de mentalidad. “Lo que necesitan urgentemente las mujeres indias es que todos dejen de concentrarse en honor o castidad, y que tomen control de su propia sexualidad. Todas nos beneficiaríamos de lecciones feministas enseñadas en las escuelas”, afirma.

En el debate surgió una nueva y atípica forma de tratar el problema: el video satírico “Es tu culpa”. Creado por el colectivo de cómicos All India Backhod (AIB) y protagonizado por Kalki Koechlin, actriz de Bollywood, y Juhi Pande, VJ del Canal V, en sólo unas pocas semanas de ser publicado ya ha alcanzado las 2.5 millones de reproducciones.

Como un manual de instrucciones, las dos protagonistas explican –mediante estadísticas y análisis sociales- cómo la culpa es en realidad de las mujeres, absolviendo de cualquier responsabilidad a los hombres. Con ejemplos que van desde la forma de vestirse, comer, trabajar, ser independientes e incluso existir, presentan las principales causas de la degeneración femenina. Las ideas reproducen casi al pie de la letra las declaraciones dadas en los últimos meses por grupos tradicionales y moralistas del país, como los hombres de fe de Asaram Bapu –quien actualmente se encuentra bajo proceso de pedofilia- y los exponentes del Gram Panchayat del estado indio de Haryana, considerado como uno de los grupos gubernamental locales más moralistas del país.

El video menciona incluso el comportamiento de la policía: “Si ya no has sido humillada lo suficiente, entonces ve a la policía, ¡que allá si te van a explicar porqué todo es culpa tuya!”.

“El año pasado reflexionábamos sobre cómo hablar de la reacción de la policía frente a las víctimas de violaciones, pero no teníamos nada concreto”, explicó Gursiram Khamba, autor del colectivo AIB, a China Files. “Después de una serie de sketchs publicados en Youtube con la productora NH7, decidimos que para afrontar el tema no tendríamos una perspectiva paternalista o tradicional, como los comerciales de servicio público. Decidimos hacerlo con humor, que es lo que mejor sabemos hacer”, añade.

Gracias a la participación de Koechlin y Pande, dos superestrellas del entretenimiento indio, los medios tradicionales comenzaron a apoyar la causa, proyectando de forma mundial el video satírico. “Muchos han solicitado traducirlo a otros idiomas, y ya existe una versión francesa y portuguesa. Esto indica que el problema de violencia de género es relevante no sólo en India sino en todo el mundo, desde América Latina hasta Estados Unidos o Europa”, cuenta.

“El video muestra inteligentemente la gran cantidad de comportamientos que impiden a las mujeres en la sociedad india vivir una vida que sea verdaderamente libre. Sin embargo le habla sólo a la clase urbana, pues el sarcasmo usado podrá no ser comprendido por todas las clases sociales de India”, dijo a China Files Nana, una estudiante universitaria en el pueblo de Santiniketan, región de West Bengal.

Si bien el video ha logrado desmontar tabús frente a las violaciones, los cómicos de AIB están convencidos de que tampoco las nuevas leyes y anuncios oficiales ayudarán a cambiar las condiciones: “Si la sociedad india continúa bajo una estructura tradicional patriarcal no se podrá encontrar ninguna solución a la violación de derechos fundamentales que sufren todos los días las mujeres”.

Mira el video "Es tu culpa" en youtube, con subtítulos en español. (Para ver los subtítulos deben activar CC)