“China es un país que te puede abrir mucho las puertas, pero también es un país que te va desgastando”, Jairo Jiménez, cofundador de la importadora de fruta Eximia Limited

In by Andrea Pira

Jairo Jiménez, con el emprendimiento propio de los paisas, busca poner a los chinos a tomar jugos naturales colombianos.

Jairo Jiménez es un empresario colombiano que vio en China la posibilidad de hacer empresa. Después de trabajar tres años en Medellín con la Universidad EAFIT y el instituto Confucio en labores orientadas a la difusión de la cultura asiática, y china en particular, Jairo empacó maletas y voló al otro lado del mundo para comercializar pulpa de fruta, y aprender mandarín entre otras cosas.

En 2012 renunció a su trabajo y aterrizó en la Universidad de Beijing becado para aprender mandarín. Mientras desarrollaba el proyecto de la pulpa de fruta repartió su tiempo entre la universidad y la Cámara Colombo China de Inversión y Comercio, hasta que después de un año y medio de trabajo, estudios y capital invertido, está ultimando los detalles para lanzar al mercado su empresa importadora de pulpa de fruta, Eximia Limited. Así se materializa una ilusión que nació en el 2009 cuando se acercó a Oriente y que años después lo llevaría de Medellín a Beijing.

Este administrador especializado en mercadeo quiso hacer un puente entre China y Colombia, y hoy lo está consiguiendo llevando un poquito de América Latina a Asia. Para lograrlo, junto con su socio Carlos Isaza, se han aliado con proveedores en Colombia y con un grupo extranjero (británico-australiano) que lleva más de 30 años en el negocio de la comida.

Pero China no son solo negocios, como él dice, para entender el país no es suficiente con estudiarlo y conocerlo de pasada. Para entender China hay que vivirla.

¿Por qué China?

Como duré tanto tiempo trabajando en Medellín con temas relacionados con Asia, especialmente con China, vi que había oportunidades. Además, tuve la posibilidad de viajar por mi trabajo, y ahí decidí que la mejor formar de conocer China no era viajando sino viviendo.

¿Cómo surgió a idea de hacer empresa?

Yo estuve colaborando con la Cámara de Comercio Colombo-China mientras estudiaba y durante ese proceso vi la posibilidad de crear mi propia empresa. Desde Medellín ya había hablado con un amigo, Carlos Isaza, que también se vino, y junto con un equipo de trabajo en Colombia (los otros socios) empezamos a desarrollar el proyecto de la pulpa de fruta.

¿Por qué pulpa de fruta?

La idea fue traer un producto que le pudiera agregar un valor a la canasta exportadora de Colombia, y más en China que no está diversificada. Evaluamos diferentes opciones y a la que le vimos más potencial fue a la pulpa de fruta. Hoy en día lo que estamos tratando de hacer es desarrollar nuestra propia marca acoplándonos a las necesidades del mercado chino. Nosotros queremos llegarle aunque sea a un porcentaje del mercado, que es a lo que le apuntan muchas empresas colombianas

¿Cuáles son los desafíos que van a enfrentar?

El producto llama mucho la atención porque no lo conocen y eso puede ser un pro y un contra. Un pro en el sentido de que el producto puede resultar atractivo por ser innovador e incentivar a que la gente lo compre. El contra es que como no están educados para consumirlo toca trabajar un poco en ese tema.

¿Cuál es la diferencia entre el producto que ustedes ofrecen con lo que se consigue por internet en páginas como Alibaba, por ejemplo, donde también venden pulpa de fruta?

Lo que nosotros hemos encontrada aquí en China es que lo que venden en Alibaba no es pulpa de fruta, es puré de fruta. El puré de fruta es muy similar a una compota o una jalea donde el producto es mucho más procesado. Este puede utilizarse para hacer jugos inclusive, pero no es lo mismo.

Cuando uno habla de pulpa de fruta congelada se refiere a un producto completamente natural el cual solamente necesita mezclarse con agua y azúcar para tener la bebida. El puré de fruta que se consigue tiene un proceso de cocción previo en el país de origen y que finalmente termina por quitarle parte del sabor natural a la pulpa.

Esa es la diferencia. Pulpa de fruta como tal acá no se ve porque el consumidor chino no lo está demandando.

¿Cómo planean comercializarlo?

En Colombia se le vende al consumidor final y al food service, o sea los hoteles, restaurantes, bares, etcétera. Acá nosotros nos concentramos en el food service porque al consumidor final hay que enseñarle a usar el producto, mientras que el en food service, una vez que el personal aprende, ellos se encargan de vendérselo al consumidor final. Por eso nosotros nos concentramos en bares, hoteles y restaurantes, no en grandes supermercados.

¿Qué trámites se deben hacer para importar pulpa desde Colombia?

Hay una cosa en China, y es que todo lo que son frutas naturales y frutas frescas tiene que pasar por un proceso donde se debe firmar un protocolo sanitario entre el país de origen y el país de destino, que en este caso es China. Entonces, si no está firmado el protocolo no se puede importar la fruta, y cada producto necesita un protocolo diferente.  

¿Cuál es el atractivo del mercado chino?  

En China solo el 10% de la tierra es cultivable, y con ese 10% tiene que alimentar a un poco más del 20% de la población mundial, entonces cada día están demandando más alimentos. Y, en cuanto a la frutas, no son muchos los países que están aprobados para exportar a China. Por eso le estamos apuntando a hoteles, bares y restaurantes para que puedan ofrecer productos a los que normalmente el consumidor no tiene acceso.

¿Hay mercado para la fruta? 

Nosotros somos consientes de que hay una canasta de frutas mucho más atractiva para un chino porque son las que ya conocen, y es mejor entrar primero por ahí que con productos nuevos. La idea es empezar con estas frutas que conocen, y una vez familiarizado con el producto, introducir las exóticas de Latinoamérica.

También hay frutas como el maracuyá, que se consumen mucho en el sur de China, que el público ya conoce, nosotros en este caso estamos brindándoles variedades distintas y ampliando la oferta. Por ejemplo, el maracuyá asiático es morado y el que nosotros ofrecemos amarillo, esto hace una distinción de producto.

Nosotros buscamos hacer mercado poco a poco con nuevos productos. Los tradicionales que ya conocen son la fresa, el maracuyá, guayaba verde mora y mango; los que vamos a introducir son el lulo, la guanábana, y variedades que acá no existen de mora y guayaba.

¿Planea volver a Colombia, o se ve radicado en China?

Lo importante es que no es un proyecto personal, es un proyecto con varios socios que de cierta manera todos estamos liderando, entonces todo depende de cómo vaya el negocio. China es un país que te puede abrir mucho las puertas, pero también es un país que te va desgastando por temas de contaminación y ciudades tan grandes. Lo importante es que si el proyecto sigue adelante y sale como lo tenemos presupuestado, la idea es estar acá mucho más tiempo.

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