El fin de semana pasado se llevaron a cabo diversas ferias de educación en las ciudades más importantes de China, en donde países de todo el mundo vinieron a ofrecer sus programas de educación a China y pensar opciones de intercambio y alianzas. Para analizar este tema, en nuestra Voz Latina de esta semana entrevistamos a la chilena Francesa Hanshing Hurra, consultora externa de la Hunan International Economics University (HIEU) y quien es una de las latinoamericanas que más ha trabajado el tema de educación en China.
A pesar de tener un apellido que viene de un nombre originalmente chino, su relación formal con China comenzó en 2005, cuando recibió una beca para estudiar mandarín del Ministerio de Educación de Chile, que en ese entonces acababa de firmar un tratado de libre comercio y cooperación con China.
Al regresar a Chile ocupó el cargo de coordinadora nacional del programa de chino mandarín del Ministerio de Educación. Con este trabajo intensificó sus lazos con los alumnos y profesores chinos que llegaban al país. En 2011 volvió a Beijing para realizar un MBA en la Universidad de Economía y Negocios de Beijing (UIBE) y desde entonces vive en la capital China realizando diversas actividades relacionadas al tema educativo y comercial.
¿Qué cosas le han resultado las más difíciles para adaptarse al país?
Honestamente, aún no me adapto. La adaptación, creo, es un proceso que no termina nunca para un extranjero fuera de su hogar. En mi caso personal, tengo buena capacidad de adaptación, pero aún hay cosas de la cultura china que me parecen un tanto difíciles de entender desde mi subjetiva perspectiva sociocultural.
Yo siempre digo que “los chinos son al revés de los cristianos”, y lo que para nosotros como extranjeros resulta ser de determinada manera, para ellos es totalmente lo contrario. Por eso el proceso de adaptación no termina, porque las situaciones se van dando con el devenir del tiempo y uno las enfrenta en distintas épocas. Eso puede incidir en que la sensación de choque cultural es casi permanente.
¿Podría contarnos la historia de su curioso apellido?
Me encanta porque de cierta forma es una carta de presentación que me ha ayudado mucho en mi relación con los chinos, quienes se sorprenden gratamente cuando digo que por mis venas hay algo de sangre china. Mi bisabuelo llegó desde Cantón a Chile a principios del siglo XX, con uno de sus hermanos. Se llamaba Kam Han Shen (甘汉生 Gan Han Sheng) y cuando le preguntaron su nombre, él dijo “Han Shen”. En Inmigraciones de esa época, seguramente no entendían acerca del orden de los nombres y apellidos en China, por lo que le asignaron un nombre occidental: Francisco y su nombre, Han Shen, pasó a ser su apellido, escribiéndolo Hanshing.
Su segundo hermano, por el hecho de ser su familiar directo, asumió el mismo apellido que su hermano, siendo que éste era el nombre de su hermano. Más tarde, cuando llegó el tercer hermano, advertido de esta situación, conservó su apellido original Kam y le asignaron un nombre occidental.
¿Cómo comenzó a trabajar en la Hunan International Economics University?
Desde Chile me recomendaron al CEO de esta universidad, que pertenece a un gran conglomerado de universidades en el mundo; el Laureate International Universities. Esta es la segunda universidad privada más importante de China, con casi 30.000 estudiantes, ubicada en la ciudad de Changsha, capital de la Provincia de Hunan y cuna de nacimiento de Mao, de lo que están muy orgullosos.
Cuando fui entrevistada básicamente buscaban a alguien que pudiera desarrollar una estrategia que posicionara a esta universidad como el referente del mundo hispano y latinoamericano en el sur de China. Es a esto a lo que me he dedicado desde que llegué. Lo desafiante de este proyecto es poder impactar con nuestra cultura en una ciudad de la China profunda, en donde aún la idea de Latinoamérica como destino para estudiar o establecer relaciones académicas es aún muy incipiente. Distinto es el caso de España, como sabemos, que tiene mayor penetración para los chinos.
Cada vez más estudiantes extranjeros vienen a estudiar a China. ¿A qué están apuntando las universidades chinas con los estudiantes extranjeros?
Yo creo que esto se atribuye a tres grandes razones. La primera y más obvia es que la posición comercial y política de China, que se proyecta como la gran economía del siglo XXI. Todo está pasando en China y los cambios se logran palpar de manera casi automática. Esto es algo que en lo personal me impacta positivamente y me estremece. La segunda es el idioma. Existe un ciclo en los idiomas. Alguna vez fue el latín, el francés, el inglés y ahora es el chino y el español. En el siglo pasado muy pocas personas podían decir que hablaban inglés como primera lengua extranjera, ahora saber inglés prácticamente se da por contado.
En la búsqueda de aprender un segundo idioma extranjero surge el chino y el español. Las universidades chinas saben esto y ya no sólo ofrecen solo cursos de chino, sino que además ahora existe la posibilidad de hacer la carrera completa en chino, tendencia que crece cada vez más especialmente entre estudiantes jóvenes recién graduados de secundaria. Esta tendencia va a seguir creciendo, pues muchas personas consideran más económico estudiar en China que en sus propios países y esto tiene doble beneficio: idioma y formación profesional. La tercera tiene que ver con algo muy simple y es que China es una plataforma cosmopolita en el contexto asiático, lo que la hace propicia para extender las redes de apoyo y crecimiento.
Muchos vienen a estudiar mandarín, pero otros -como usted- también están mirando a China para estudiar maestrías y doctorados. ¿Qué ventajas ofrecen las universidades chinas?
El idioma chino es complejo, por lo que realizar un estudio de maestría o doctorado en mandarín puede ser una proeza. Yo admiro a aquellos que han logrado realizar sus estudios de postgrado en chino. Los considero unos maestros. Las universidades chinas saben que esta situación incide negativamente al momento de atraer estudiantes de excelencia, por lo que han preparado programas completos en inglés, que es para ellos un gran esfuerzo, pues deben contar con docentes de muy buena calidad y full inglés. Esto es la gran ventaja que ofrecen y cada vez más las instituciones de educación superior están invirtiendo grandes cantidades de recursos para atraer estudiantes extranjeros.
¿Aconsejaría a un estudiante extranjero venir a estudiar a China?
Hace un tiempo atrás hablaba esto con mi sobrino mayor y le decía que se viniera a estudiar a China su carrera profesional: va a aprender chino, va a mejorar su inglés, va a tener amigos de diferentes países, va a comer platos de todo el mundo, va a fortalecer el espíritu, aprenderá la tolerancia y lo más importante, puede emprender una nueva aventura siempre.
La HIEU es privada. ¿Cuál es la situación actual en China de las universidades privadas?
El sistema privado de educación superior en China data del 85 y a la fecha cuenta con más de 1.200 centros educativos. Lo que se conoce como 学院 (traducción literal: Instituto), en China también puede ser considerado como una universidad (大学), con la diferencia que la primera no ofrece programas de postgrado.
El gran reto para estas instituciones es captar o reclutar estudiantes, tarea a la que se dedican cada año viajando a las zonas cercanas. Su gran fuente son los estudiantes que no alcanzaron los puntajes para ser aceptados en una universidad pública. Nuestra casa de estudios posee un alto rendimiento al momento de captar estudiantes y se proyecta como una de las más importantes del país.
¿Cuál es la diferencia entre las universidades privadas en China y América Latina?
Sin entrar en un análisis muy profundo acerca del sistema de educación superior de América Latina y China, la gran diferencia es que las universidades privadas en China cuentan con cuotas de alumnos, definidas por el gobierno central. Esto quiere decir que no pueden matricular más alumnos de los que el propio gobierno establece. Los aranceles también son fijados por el gobierno central. Esto es algo que para una empresa privada contradice su naturaleza tendiente a buscar rentabilidad, pero que al mismo tiempo hace que las autoridades de estas casas de estudios busquen nuevas formas para sostenerse, sin contravenir las normas. Es un sistema interesante y del cual se puede aprender mucho.
El lucro en la educación es un tema candente, especialmente en Chile, pero acá lo entienden como parte del sistema, pues de otra forma no se puede seguir creciendo. Y, claro está, el gobierno central se encarga que este crecimiento no sea desmedido y que sea reinvertido en infraestructura adecuada y de calidad para los alumnos. Es un sistema bien organizado y controlado.
¿Cuáles son las tendencias en la educación universitaria en China? ¿Cómo la evalúa en términos de innovación, calidad, servicios?
La tendencia que está prevaleciendo hoy en día es la de salir a estudiar afuera. Para un estudiante en China, eso ahora es casi un deber y la malla curricular se los obliga. En términos de los servicios que se puedan ofrecer o establecer en torno a este fenómeno, aún hay mucho por hacer. Por ahora para los estudiantes extranjeros sólo existen como destinos las grandes ciudades como Beijing o Shanghai, y no miran las ventajas que universidades de ciudades de la China profunda pueden ofrecer. Changsha tiene casi 10 millones de habitantes y la presencia latinoamericana es muy baja, casi nula. Esto para mí significa todo un mundo por descubrir y explotar.
Acaba de llevarse a cabo una gran feria de educación en China ¿Qué oportunidades ve para las universidades latinoamericanas en China? ¿Cómo atacar mejor a los estudiantes chinos compitiendo con el resto del mundo?
Visité la feria este fin de semana y quedé gratamente sorprendida porque crece cada año más. Esta es la tercera vez que voy y la segunda vez que la visito con el fin de establecer contactos para futuras cooperaciones. Nuestras universidades están “compitiendo con el resto del mundo”. A las instituciones de educación superior de nuestros países les hace falta mayor promoción en bloque con apoyo gubernamental, pues no es suficiente sólo hacer acto de presencia, sino que hay que invertir recursos de todo tipo si de verdad se quiere captar alumnos chinos en volumen. Hace falta más apoyo público y así, ir estableciendo estrategias locales y por clúster para atraer estudiantes chinos.
Más que competir, hace falta empezar a entrenarse para enfrentar la competencia. Tengo esperanzas de que en algún momento exista esa explosión de creatividad y que se aparezca un plan mancomunado para atraer estudiantes Chinos a Latino América Por nuestro lado, con HIEU queremos sacar provecho de lo que significa la Alianza Pacífico. ¿Por qué solo visitar y estudiar en un país, si podría estudiar en dos o tres y así, hacer más rica la experiencia? Es acá en donde el desafío para mí se hace interesante: ¿cómo hago para que mi querida América Latina sea el destino para estudiar de nuestros alumnos? Nada fácil, pero muy gratificante cuando veo que mis estudiantes mencionan a futbolistas argentinos, dicen choclo y entienden que es una mazorca y que Venezuela tiene las mujeres más bonitas. Hay un camino largo que recorrer.
Su universidad acaba de firmar un convenio con la Universidad Católica de Valparaíso. ¿En qué consiste?
Con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso veníamos conversando desde el año pasado, cuando los visité en la feria de educación. Con ellos hemos firmado un acuerdo general de cooperación que en una primera instancia debería proporcionar oportunidades de intercambio entre nuestros estudiantes, especialmente en el plano de los idiomas. Pero esto no es lo único que se puede lograr. Se pueden potenciar joint ventures (donde el estudiante hace 2 años en su país y luego 2 años más en la universidad de destino, obteniendo 2 títulos), prácticas profesionales, cursos especiales, etc. Hay un sinnúmero de actividades a realizar.
¿Cuál sería el perfil de estudiantes chinos interesados en estudiar en América Latina?
Hay un tipo de alumno que desea destacarse de los otros yendo a estudiar al extranjero. Dentro de esos alumnos hay muchos que tienen relación con América Latina por diferentes motivos y que los podría llevar a estudiar en la región. Un chino común podría no saber dónde están ubicados nuestros países. Y aunque un universitario sí lo sabe, no todos tienen mayor interés en interiorizarse por lo que pasa en América Latina y su conocimiento internacional se limita a Europa, Norte América y Oceanía. Es casi como en nuestros países, que también prefieren ir a estas regiones y los que vienen a China son considerados unos locos.
¿Cómo funciona la censura del gobierno en las universidades chinas?
A pesar que mi posición dentro de la universidad se enmarca más en el plano de gestión y toma de decisiones, tengo poco acceso a la cultura institucional. Trabajo para ellos, con ellos, pero desde lejos. Yo percibo dos cosas, por un lado están las directrices que deben seguir y que mantiene controlado los movimientos al interior de las universidades. Por ejemplo, si quiero realizar una actividad con una embajada en HIEU, debemos consultar a la Oficina de Relaciones Internacionales del gobierno local, enviando todos los antecedentes, incluyendo los temas de la visita y si hay una presentación, se debe entregar antecedentes de la presentación con los respectivos contenidos. No es del todo terrible, pero lentifica las acciones. Una vez que eso se cumple y no hay temas sensibles que pudieran ser tema de conflicto (normalmente religiosos o políticos), todo fluye muy bien.
Sin embargo hace unas semanas tuve una experiencia especial. Exhibimos la película argentina de animación “Ánima Buenos Aires” al grupo de primer y segundo año de español. Casi 120 estudiantes que amaron la película, la ovacionaron al final. A raíz de unas escenas “picarescas” que la película mostraba, una de las profesoras se mostró preocupada que “esas” cosas fueran vistas por los estudiantes y me pidió que en una próxima vez las censurara. Más que ser una censura del gobierno, acá nos enfrentamos a un conservadurismo que es más “papista que el papa” y que es una extensión a la censura que ya aplicó previamente el gobierno.
¿Cuáles son sus planes futuros en China? ¿Se imagina viviendo toda la vida aquí?
Me veo un buen rato acá, aunque extraño mi casa, mi familia, mis amigos/as. Vine con un propósito, y ese propósito es hacer algo grande en China. Estoy en un momento en que estoy cosechando frutos, pero al mismo tiempo me estoy preparando para una segunda siembra. Vivir en China tiene pro y contras. No me veo viviendo toda la vida, pero me veo siendo feliz acá.
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