“Si has oído el llamado del Oriente, ya no oirás otra cosa”, Mercedes Giuffré, sinóloga argentina

In by Andrea Pira

Entrevista con la sinóloga argentina Mercedes Giuffré, que habla sobre una generación de escritores y artistas de su país que se vio profundamente influida por China, poco después de la instauración de la República Popular de China, en 1949. Giuffré nos presenta los retratos de Juan Carlos Castagnino, María Rosa Oliver y Bernardo Kordon, argentinos que se aventuraron a Oriente para alimentar su obra, y que incluso se entrevistaron con el líder Mao Tse Tong.

"Estimado, quisiera empezar a responderte con la siguiente cita", dijo Mercedes Giuffré, sinóloga argentina que se ha dedicado a estudiar el vínculo de los intelectuales argentinos de las décadas del 50 y 60 con China: "Si has oído el llamado del Oriente, ya no oirás otra cosa. La frase es de Rudyard Kipling, el inglés nacido en Bombay, orgulloso defensor del imperio inglés, pero que ubicó buena parte de su obra en la India".

Su objeto de investigación, durante estos últimos años, han sido tres artistas argentinos que también oyeron el llamado de Oriente: Juan Carlos Castagnino, María Rosa Oliver y Bernardo Kordon. Los tres estuvieron en China en la década del 50, y para los tres la estadía en Asia fue una bisagra para su obra.

¿Por qué eligió a estos tres intelectuales para su investigación?

Desde mediados del siglo XIX, Asia ejerció una atracción o una pasión permanente sobre muchos intelectuales argentinos, y esta pasión fue en aumento permanente y hubo un contagio lento pero persistente. Comienza alrededor de 1840, y se desarrolla desde 1950 en adelante con el surgimiento de la nueva república China, en 1949. Los muchos viajeros que estudié comienzan a viajar a la nueva república.

Aun hoy es muy poco lo que se sabe en la Argentina sobre aquellos artistas e intelectuales que viajaron, con mucha dificultad de transporte, a China en la década de 1950, poco después de la revolución china de 1949; para conocer la realidad de la nueva República liderada por Mao Tse Tung. Al descubrir a estos viajeros argentinos y a sus relatos de viaje; los uní con otro conjunto de textos, libros, conferencias y artículos periodísticos que hay del mismo período, y se articularon en un todo coherente, formando un género con identidad propia.

Elegi a tres personas en primer lugar porque J.C. Castagnino y María Rosa Oliver compartieron su afiliación al partido comunista en la década del 30 y 40, compartieron pensamientos comunes , ambos eran muy idealistas y buscaban un desarrollo armónico de la sociedad y sobre todo una sociedad en paz; la guerra apenas había terminado hacía cinco años. Ambos pertenecen al Consejo mundial por la Paz.

En cuanto a Bernardo Kordon, tal vez el menos conocido de los tres pero es que a su vez conocía más a China me parece un personaje fascinante por el tipo de literatura que desarrollaba. Se lo conocía como el poeta del cemento porque todo su acervo literario giraba alrededor de la vida urbana y de los hombres y mujeres de los estratos más bajos de la sociedad.

Los tres intelectuales que usted estudia se entrevistaron con Mao ¿cómo fue su visión de este líder?

Los tres coinciden en que era un ser excepcional, todos destacan el poeta en él. Oliver fue recibida por Mao y sobre sus características escribió: “Mao es ante todo un político. La milicia y la estrategia militar son en él fenómenos políticos. La guerra civil fue una guerra revolucionaria. Chiang Kai Shek representaba la persistencia del Viejo sistema, el estado semicolonial, la explotación extranjera, el predominio de la camarilla envilecida, el régimen del terror.”

De Castsgnino no tenemos palabra escrita, pero sí de Bernardo Kordon, que fue uno de los pocos argentinos que entrevistó a Mao Tsé-tung,: “avanza hacia nosotros un hombre alto. Resulta su frente despejada, y la mirada vivaz, curiosa, antes que nada, sorprendentemente chispeante en el apacible rostro de un Buda maduro. En su conversación lenta y fluida se evidencia el espíritu receptivo y el estilo de un hombre. Absolutamente nada del orador corriente. En ningún momento escucho el monólogo discursivo del político profesional, sino que es siempre la charla intimista del poeta que deja pasear la mirada alrededor y se refiere a hechos cotidianos para sugerir problemas fundamentales. Si a alguien puedo comparar este estilo es a otro poeta a la vez comunicativo y misterioso: Pablo Neruda".

“Como (Mao) estaba enterado que yo era un escritor, deslizó su conversación por temas culturales. Me explicó cómo las históricas murallas de Pekín contaban con gran valor artístico, pero al mismo tiempo perjudicaban al moderno desarrollo de la ciudad, señalándome así el pro y contra de la herencia de la vieja cultura china".

Aquel encuentro fue en un "tono coloquial, con pausas para saborear el té verde perfumado con jazmín". Sobre Mao dijo: "No me sentí frente a un héroe sino frente a un hombre. Si algo se me grabó de esa entrevista fue su mirada juvenil, extremadamente viva y curiosa".

¿Cómo comenzó el interés de estos intelectuales por China?

Un grupo de destacados creadores argentinos, entre los que se encontraban María Rosa Oliver, Norberto Frontini y Juan Carlos Castagnino, asistieron al Congreso por la Paz en Viena, en diciembre de 1952. Luego, invitados por la joven República Popular de China, viajaron a la misma en un viejo avión soviético biplano, que los llevó a través de Rusia y Mongolia para finalmente arribar a China. Ellos estuvieron entre los primeros argentinos en iniciar este tipo de viaje hacia la Nueva China, que más tarde continuaría Bernardo Kordon, reflejándolo en sus libros “600 millones y uno”, “ China o la revolución para siempre” y “Viaje nada secreto al país de los misterios: China extraña y clara”.

¿Cómo su paso por China cambió sus trabajos?

He viajado a China desde el año 1991 en que el gobierno de ese país me invitó a recorrer Beijing, Luoyang, Guilin, Shanghai, Xian. Para mí fue maravilloso el encuentro con un país que hacía tanto tiempo yo estudiaba, ya que me dediqué al estudio de China y a la especialización en Estudios Asiáticos en la década del 80. Comencé a seguir las políticas económicas y sociales de China desde el año 66, con la Revolución Cultural. Fue cuando estaba en la secundaria que advertí los aspectos negativos de la llamada Revolución Cultural. Es muy distinto estudiar en el papel una sociedad a tener la enorme oportunidad de compartir un mes entre su pueblo. Allí advertí la enorme generosidad, creatividad e inteligencia del pueblo chino, y mi interés por ellos se consolidó. A partir de este viaje, al que le sucedieron siete más, incluyendo el último en el mes de junio pasado, puedo decir que he continuado profundizando mis estudios y admirando el maravilloso crecimiento que han tenido desde la década del 80 hasta la actualidad,

Si deseas comunicarte con Mercedes Giuffré, puedes escribirle a su mail: mgiuffre@mdp.edu.ar

China Files desea mostrar la vida de los latinoamericanos viviendo en China o fuertemente relacionados con este país: sus trabajos, sus estudios, sus ocupaciones cotidianas, sus dificultades y desafíos. Es por ello que hemos inaugurado la sección Voz Latina, en donde cada semana entrevistamos a un latinoamericano con esas características. Si conoces alguna persona que debamos entrevistar no dudes en escribirnos a chinafiles@china-files.com


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