Liu Yunshan (刘云山)

In by Simone

Liu Yunshan, uno de los pilares del aparato propagandístico del gobierno y cercano a la facción de Hu Jintao, podría convertirse en el nuevo ideólogo del gobierno. En la última década ha cumplido un papel crucial moldeando las políticas de regulación de la información y de la libertad de expresión, especialmente de Internet. Liu Yunshan, el experto en propaganda y control informativo

Biografía 


Nacido en 1947 (65 años), en la provincia de Shanxi

Cercano a: Hu Jintao

Miembro del Politburó (2002-presente)
Director de la Oficina de Propaganda (2002-presente)

Subdirector de la oficina de Propaganda (1993-2002)
Secretario General del Partido en la región autónoma de Mongolia Interior (1987- 1981)


Perfil

A diferencia de la mayoría de miembros de la quinta generación de líderes, el hombre al mando del departamento de propaganda del Partido Comunista, originario de la región de Xinzhou en la provincia de Shanxi, no finalizó estudios universitarios ni posee el respaldo político de lazos familiares. Lejos de ser un “principito” como muchos de sus camaradas, el político de 65 años su primer trabajo formal fue como profesor en las remotas áreas de Mongolia Interior.

Liu marcó el comienzo de su carrera en mundo de la comunicación con su ingreso al Partido en 1971. Primero trabajó en el departamento de publicidad del gobierno local y posteriormente como reportero de la agencia oficial de noticias Xinhua.

Como muchos otros del ala reformista, reforzó sus conocimientos de administración pública en la escuela del Partido, y estableció una red de contactos dentro de la Liga de Juventud Comunista. Allí, ocupó el cargo de vice-secretario de la Liga en la región autónoma, mientras Hu Jintao ostentaba el cargo de presidente de la Federación de la Juventud de Toda China, estableciendo una fuerte relación entre ambos y convirtiéndose en uno de los “cuatro reyes” de la organización.

Luego de ser el secretario general del Partido en Mongolia Interior fue transferido a Beijing para servir como subdirector del Departamento de Propaganda del Partido por casi 10 años, sin dejar de lado su participación en el Comité Central del Partido.

Desde el año 2002 se ha convertido en el director del departamento, responsabilizándose por el control de los medios y la política oficial del partido entorno a la imagen, el control de la información y el bloqueo de los temas “incómodos” que circulan en la red y todo el sistema de censura entorno a ésta.

Una de sus intervenciones públicas más controversiales fue después del gran accidente de tren del año pasado en la región de Wenzhou en el que fallecieron 40 personas y 172 resultaron heridos. Después de la tragedia, el vicepremier Zhang Dejiang fue fuertemente criticado por intentar detener los esfuerzos de rescate a los pasajeros desaparecidos y ordenar enterrar los vagones dañados en el lugar del accidente. Ante el bombardeo mediático sobre lo sucedido, Liu ordenó a la prensa nacional detener las publicaciones sobre los hechos, cumpliendo sus función de apaga fuegos.

Luego de dos períodos consecutivos como miembro del Politburó, el XVIII congreso del partido es la última oportunidad de Liu para convertirse en miembro del Comité Permanente. Sin embargo sus aspiraciones de ser electo se han diluido ante la posibilidad de que se disminuirá a 7 el número de miembros del selecto organismo.

Su exclusión del Comité restaría poder político a los agrupados en el ala liberal del partido, representada por Hu Jintao, y a las intenciones de llevar a la nación china hacia una reforma política y económica. Lo que sí queda claro es su futura activa participación el la gran máquina de control mediático y relaciones públicas del partido, según afirma el sitio web Noticias Mingjing.

Independientemente del rumbo económico que tome país, la labor de Liu Yunshan será indispensable para el mantenimiento de un status quo en las políticas de regulación de la información y la libertad de expresión, especialmente en momentos donde muchos de los 530 millones de internautas buscan cada vez más brincar los límites impuestos por la “Gran muralla de Fuego” y se atreven a señalar los los errores del gobierno.