Como se conoce popularmente, el perro es el mejor amigo del hombre. Pero, cuánto estaría dispuesto a pagar por ese fiel, incondicional e incuestionable compañero de cuatro patas, peludo y hambre insaciable, si se tratara de un mastín tibetano. El precio es lo de menos cuando de amistad se trata ¿no? Mito:
El mastín tibetano es el perro más caro del mundo.
Realidad:
Con una melena majestuosa como la de un león, imponente como un tigre, de manos grandes y pesadas como las de un gorila, pero tan tierno como un oso panda, el mastín tibetano, originario de China, es uno de los perros más singulares del mundo.
Esta raza tan particular se encuentra arraigada a la historia de China. Se registra que alrededor del año 8.000 a.C. los pastores nómadas del Himalaya usaban a estos perros para custodiar sus rebaños. Además, estos animales que alcanzan a pesar 70 kilos, eran utilizados para vigilar los monasterios tibetanos, labores que hoy por hoy continúan realizando.
También, se decía que gracias al tamaño y su fuerza descomunal, los monjes los montaban para transportarse por sus regiones. Pero además de la fuerza y su gran tamaño, su ferocidad y lo hace un animal territorial.
Fue por esto, según cuenta la historia, que el gran conquistador mongol, Gengis Kan, contaba con unos cuantos mastines dentro de sus ejércitos con los cuales conquistó el oeste de China, ampliando así el poder del imperio más extenso jamás conocido en el mundo.
La larga historia que tiene el mastín tibetano en la cultura china ha hecho que en la actualidad se considere a esta raza como un ‘artículo’ de lujo y de estatus social. Su popularidad ha crecido con los años, tanto así que en marzo del 2014 un cachorro de esta raza fue vendido por 1.9 millones de dólares.
Pero el fenómeno no sólo está en la venta de ejemplares. Por ejemplo, la fecundación artificial de hembras puede llegar a costar 25.000 dólares, mientras que ferias, eventos y crianza, completan la industria. Según contó Wen Li, organizador de la feria de mastín tibetano de Tianjin, a la revista Vice, este negocio alcanza a mover entre 250 y 330 millones de dólares al año.
Veredicto: Si bien es cierto que la amistad no tiene precio y que la brindada por los perros es fiel y desinteresada, la del mastín tibetano es un poco costosa. Mientras que un cachorro no baja de los 250.000 dólares, los machos reproductores están avaluados en más de 1.5 millones de dólares, haciendo de esta raza la más cara del mundo.
Crédito foto [ultimahora.com]
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