¿Qué hace usted durante un atasco de tráfico? Quizás hablar por teléfono, escuchar la radio o incluso ver una película. ¿Pero qué pasa si tarda más de un día? El tráfico vehicular es una de las pesadillas de la modernidad. ¿Qué tan largo puede ser un embotellamiento en el país más poblado del planeta?
Mito: En China el tráfico vehicular es tal que la peor congestión registrada en la historia ocurrió en Beijing y duró 12 días.
Realidad: Cuando el conductor de un Peugeot 404 pasa de segunda marcha a tercera, ocurre el clímax del cuento “Autopista al sur”, de Julio Cortázar, en el que un embotellamiento en la autopista sur de Paris dura lo suficiente para pasar del verano al invierno, y del invierno al verano. El momento en el que el carro empieza a avanzar fluidamente le pone punto final al embotellamiento, a las relaciones que se forjaron durante la espera, a la estructura social y a las pasiones que se construyeron durante el año en que los autos estuvieron detenidos. Cuando el Peugeot pasa los 80 kilómetros por hora al conductor lo asalta la nostalgia de su vida en la carretera.
Este es, a grandes rasgos, el argumento del cuento fantástico de Cortázar que explora la psicología de los personajes que quedan presos en el atasco a las afueras del Paris. Este cuento fue publicado en 1966, en la colección Todos los fuegos, el fuego, pero ni el mismo Cortázar imaginó que su ficción podría tornarse realidad. La nevada que azotó a Paris el 16 de febrero de 1980 fue tan fuerte que paralizó la autopista que une a la ciudad con Lyon. La nieve y los accidentes causaron un embotellamiento que se extendió 177 kilómetros, más de 1/3 del largo de la ruta. Este atasco ostenta el título del más largo –en cuanto a distancia– en la historia. Pero, aunque ha sido uno de los peores, no se compara con el que tuvo lugar en Beijing en el 2010. Ese sí fue la verdadera autopista al sur que Cortázar imaginó, con la diferencia que el conductor del Peugeot no era francés sino chino.
El 14 de agosto de 2010 empezó el embotellamiento más demorado en la historia, en la autopista 110 que conecta a Beijing, la capital china, con el Tíbet. Este atasco se demoró 12 días en descongestionarse y se extendió a lo largo de 100 kilómetros. Lo particular es que el embotellamiento ocurrió sin ninguna razón aparente, solo porque había muchos autos en la vía, contrario al de Paris y otros casos célebres como el de Chicago en 2011, que fueron consecuencia del mal clima.
El atasco de Beijing fue una especie de “tormenta perfecta”, en la que diferentes factores confluyeron en la línea de casi 100 kilómetros de vehículos. Aunque las cifras no son claras y las noticias se contradicen, se estima que más de 10.000 autos inundaron la autopista que estaba en reparaciones. Además, la vía se encontraba atestada de camiones de carga que llevaban los materiales para las reparaciones que descongestionarían el tráfico (irónicamente).
El “embotellamiento perfecto” era algo que se veía venir, pues desde finales de julio la autopista venía presentando atascos y tráfico lento en diferentes segmentos, por los vehículos de carga y las reparaciones. Esta autopista en principio era exclusiva para los vehículos de carga que transportaban carbón de las minas de Mongolia Interior que empezaron explotarse en el 2008, pero tuvo que ser abierta a los particulares para descongestionar el tráfico.
“Los hombres se afeitan, las mujeres se maquillan, las parejas se hacen mimos y los sedientos simplemente cierran el carro y se van al café más cercano”, escribió Leo Hickman en un artículo para The Guardian el 23 de agosto del 2010, mientras continuaba el embotellamiento. Así era la cotidianidad del protagonista de Cortázar, quién debió continuar su vida detenido en la carretera. Inclusive, como en el cuento, se creó un mercado de provisiones informal donde los precios de las botellas de agua y los noodles instantáneos se inflaron hasta las nubes: “una botella la vendían a 10 yuanes cuando costaba 1”, escribió Peter Ford en The Christian Science Monitor.
Actualmente Beijing cuenta con una población de 22 millones de habitantes y 5 millones de automóviles, lo que quiere decir que hay un carro cada 4 personas y esta cifra sigue creciendo. Como escribió The New York Times, “el gobierno espera que para el 2017 el número de carros en Beijing no exceda los 6 millones”, pues la polución y la movilidad son temas de primer orden en la agenda, y ya se están tomando medidas al respecto: Están sacando de circulación los carros de “etiqueta amarilla” que no cumplan con las regulaciones mínimas para circular; en Beijing hay 330.000 de estos carros. Este año se redujo en 37% las licencias de conducción expedidas, y se impuso una medida de “pico y placa” que restringe la circulación de los carros dependiendo del día y número de matrícula.
Veredicto: Sí, el embotellamiento más demorado del mundo ocurrió en China en una carretera al norte de Beijing. Los chinos debieron vivir casi dos semanas en sus autos, y como el protagonista de Cortázar, cuando se empezaron a mover los carros y pasaron de segunda a tercera marcha debieron dejar su vida de carretera atrás.
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