La congestión vehicular, la dificultad para movilizarse en horas pico y los altos precios de algunos vehículos, entre otras cosas, han causado un malestar general con respecto a la movilidad de muchas personas que habitan las ciudades chinas. Por este motivo, y con fuerte apoyo del Estado, los hábitos de transporte de miles de individuos están evolucionando hacia un sistema más práctico, económico y eco-amigable.
La movilidad es algo de suma importancia en el mundo de hoy, sobre todo en grandes metrópolis financieras y comerciales como Shanghái, Beijing, Shenzhen y Tianjin donde se vive un ritmo rápido y agitado. En ciudades como éstas manejar o, incluso, tomar cualquier sistema de transporte público puede resultar bastante complicado, especialmente en horas pico. Como consecuencia, el mercado de vehículos impulsados por fuentes alternas de energía ha crecido en enormes proporciones haciéndole fuerte competencia a la industria de automóviles que, según Bloomberg, para el 2015 será mayor que la de Estados Unidos, Japón y Alemania combinados.
El último comunicado del Ministerio de Industria y Tecnología Informática anunció que durante los primeros siete meses del año la producción de vehículos propulsados con nuevas fuentes de energía había crecido un 280%, según Xinhua. El mismo comunicado indicó que la producción total del periodo enero-julio alcanzó las 25.946 unidades y que el número de vehículos enteramente eléctricos fabricados subió casi un 700% interanual, hasta llegar a 13.829 unidades. Por otro lado, el número de híbridos que se pueden enchufar se multiplicó casi por diez, hasta alcanzar un total de 5.027 unidades.
Además, el gobierno lanzó una serie de medidas que incluyen exenciones fiscales y subsidios para la adquisición de los vehículos así como también la obligación a los órganos estatales de comprar más autos de este tipo, con el fin de fomentar el uso de fuentes de energía más eficientes y luchar contra la contaminación. En julio, las autoridades anunciaron que los coches de energía alterna estarán exentos de un 10% del impuesto de adquisición a partir del 1 de septiembre de 2014 y hasta finales de 2017.
Los vehículos de energía alterna, como motos y bicicletas eléctricas, comenzaron a tener fuerza en China hace pocos años cuando la gente se dio cuenta de que había una mejor opción a los modelos de transporte tradicionales. Muchas personas que se movían en metro, bus, taxi, carro, moto y bicicleta entendieron que la solución más práctica a sus problemas de movilidad era adquirir un vehículo eléctrico. Entre 2010 y 2012 las ventas de este tipo de vehículos aumentaron en 36%.
Durante la década de los 90, cuando estos vehículos eran poco populares, se vendieron alrededor de 150.000 motos eléctricas. La cifra es insignificante comparada con cifras de 2013 que indican 33 millones de unidades vendidas durante ese año, según la firma consultora Frost & Sullivan. Se calcula que en China actualmente hay cerca de 210 millones de motos eléctricas en circulación y que para el 2018 las ventas podrían llegar a ser de 47 millones de unidades anuales.
Las motos eléctricas y las bicicletas conocidas como e-bikes (bicicletas que combinan batería y pedales) deben su éxito a su autonomía y rendimiento. Cada carga puede durar entre 10 y 30 km y la velocidad máxima alcanzada puede ser de hasta 45 km/h. Por otro lado, se destaca su bajo precio (entre 120 y 350 euros), y su vida útil que puede superar las 1.000 cargas. La única desventaja que pueden llegar a tener algunos de estos vehículos es que en clima frío las cargas son más difíciles de mantener, cosa que presenta un gran inconveniente para los chinos durante el invierno.
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[Crédito foto: Oxford Energy]