En China y Asia: patrullas conjuntas sino-italianas, ¿funciona?

In by Andrea Pira

– Patrullas policiales sino-italianas: escepticismo del Global Times
– China se "opone totalmente " a los "supuestos expertos" de la ONU
– La Universidad del presidente Xi entre las primeras 20 del mundo
– Abe en Alemania: los países del G7 están gastando más
Patrullas policiales sino-italianas: escepticismo del Global Times

Esta semana comenzó de manera experimental en Roma y Milán – y por primera vez en Europa – un patrullaje conjunto entre la policía italiana y sus pares de China. Dos agentes de la policía china – capaces de hablar chino e italiano – apoyarán a sus colegas italianos en la supervisión de las zonas más concurridas por turistas provenientes del gigante asiático. El ministro de Justicia italiano, Angelino Alfano, elogió públicamente la iniciativa, y dijo que los turistas chinos en Italia – 4 millones en el 2015, según datos oficiales – se sentirán aún más seguros. Sin embargo, el Global Times, uno de los periódicos en inglés más nacionalistas de China, no se mostró muy convencido con la iniciativa. Según el diario, el acuerdo es un buen ejemplo de la cooperación entre las fuerzas policiales, sin embargo, hay dudas sobre la capacidad para proteger a los turistas chinos.

Según expertos entrevistados por el GT, los cuatro policías chinos -dos en cada ciudad- servirán principalmente para proporcionar (o traducir) la información. "No creo que dos agentes sean capaces de proporcionar una mayor seguridad a los turistas chinos. Lo que garantiza la seguridad en un país extranjero es la presencia de la policía local”.

Los recientes ataques en París y Bruselas tuvieron un impacto en la sensación de seguridad de los turistas chinos en Europa. Las negociaciones entre China y Francia para las patrullas conjuntas iniciaron en 2014, sin embargo pronto se cayeron.

China se "opone totalmente" a los "supuestos expertos" de la ONU

Un informe completo de "prejuicios y falsas acusaciones". El Ministerio de Asuntos Exteriores de Pekín reaccionó enérgicamente a un documento enviado por el brazo de Derechos Humanos de la ONU sobre la reciente ley que regula a las ONG extranjeras en China. Para los relatores especiales de la ONU la ley es "muy amplia" y se basa en "medidas no específicas" que pueden ser utilizadas a discreción de las autoridades ante un millar de ONG que operan en territorio chino. Beijing, sin embargo, sostiene que el único propósito de la ley es proteger los derechos e intereses de las ONG internacionales. En una conferencia de prensa, el portavoz Hong Lei reiteró que China se opone a los "supuestos" expertos de organizaciones internacionales, y que el documento de la ONU es considerado como una “interferencia de la soberanía judicial en los asuntos internos de China”.

La Universidad del presidente Xi entre las primeras 20 del mundo

Las buenas noticias para las universidades chinas provienen del ranking del Times Higher Education. La Universidad de Tsinghua en Beijing – alma mater, entre otros, del Presidente Xi Jinping – ganó ocho puestos en comparación con el año pasado, y ahora se encuentra en el puesto 18, justo detrás de la Universidad de Cornell en Estados Unidos, pero por encima de la Universidad Johns Hopkins y de la Escuela de Economía de Londres (LSE). Según el China Daily, el ascenso corresponde a una mejora general de la calidad de la enseñanza y la investigación en China, que cada vez atrae más académicos de todo el mundo. Mientras la Universidad de Pekín se ubicó en el puesto 21, las universidades de Zhejiang, Fudan y Jiaotong de Shanghái también lograron el top 100.

"China ha invertido mucho en las universidades", explica Phil Baty, uno de los compiladores de las prestigiosas clasificaciones académicas. La mejora de las condiciones de búsqueda y el estudio también habrían contribuido a un aumento constante de estudiantes extranjeros. En 2014, China recibió 377 mil estudiantes de más de 203 países en 2.500 universidades.

Abe en Alemania: los países del G7 están gastando más

El plan del primer ministro japonés, Shinzo Abe, para convencer a los países del G7 de aumentar el estímulo fiscal para reactivar el crecimiento no parece haber convencido a la canciller alemana, Angela Merkel. En estos días, Abe ha estado ocupado en una gira europea, pocos días antes del inicio de la cumbre del G7 en Ise Shima en Japón. El primer objetivo será acelerar las negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre la zona euro y Japón. Además, tratará de revivir, al menos en términos de imagen, su agresiva política económica de estímulo gubernamental en la economía.

Abe, que estuvo de visita el miércoles en Berlín, habló de la necesidad de que los estados inviertan con "flexibilidad" y lleven a cabo reformas estructurales. Por ahora, sin embargo la retórica de Abe, al menos en Alemania, no parece haber dado frutos. Merkel, campeona de la disciplina fiscal, defendió la inversión conjunta entre los sectores públicos y privados. La discusión será aplazada hasta la cumbre del G7.