Costa Rica le apunta a China con su cultura

In by Andrea Pira

El cine costarricense debutó el 16 de abril en la tercera edición del Festival Internacional de Cine de Pekín , y lo hizo “por la puerta grande”: uno de los más importantes encuentros cinematográficos de China y uno de los festivales más distinguidos de cine en Asia.

El regreso ha viajado mucho, pero pocas veces yo con ella, así que es difícil saber qué se dice y qué se piensa con exactitud. Creo que la gente aprecia la historia y se identifica con ella. Hay temas universales que nos unen y hacen que una historia tenga el mismo peso en Mar del Plata que en Pekín, y esto ha sido muy gratificante como experimento”, manifiesta Hernán Jiménez para Áncora.

“Lo que me satisface de El regreso es su existencia como mi segunda obra. Que la película esté terminada, con todos sus errores y aciertos, es un paso vital en un proceso de aprendizaje que le da sentido a mi vida. Si algún día hago mejores películas, estaré muy contento, y no habrán sido posibles sin El regreso”, añade Jiménez.

El III Festival de Cine de Pekín procura situar a la capital china como un destino cultural, así como lo intentó la Bienal de Arte de Shanghái para esa ciudad en el 2012.

En el festival se presentaron 260 películas chinas y extranjeras. Entre ellas, Costa Rica desfiló justo antes de Back to 1942, un importante filme sobre la hambruna que azotó a China ese año. “Conocía poco de Costa Rica, pero me encanta todo lo que venga de América Latina. Para ustedes debe de ser muy diferente la cultura de México, Costa Rica o Bolivia, pero, desde mi punto de vista, en el arte son más las cosas que tienen en común”, dice “Ana” Lee, una joven china que vio El regreso.

“Vamos abriendo brecha”, comenta habitualmente Marco Vinicio Ruiz, embajador costarricense en China, cuando se le pregunta sobre el propósito de estas iniciativas. “La proyección de El Regreso se enmarca dentro de una estrategia global de promoción de la cultura tica”, agrega Ruiz.

Hacer cine en China

Hay un interés chino genuino por la región latinoamericana, pero no significa que sea fácil introducir cine costarricense en el “auditorio” más poblado del mundo. Se abren ocho cines por día, pero las salas tienen un límite para proyectar películas extranjeras.

El regreso fue el paso inicial, pero la Embajada de Costa Rica ya prepara el primer festival de cine costarricense en Pekín. En él se que incluirán películas, cortos, documentales y animaciones. De concretarse esta iniciativa, por primera vez habrá una selección de cine costarricense en China.

“La animación ha crecido mucho en Costa Rica, y ahora tenemos trabajos técnicamente más sólidos. Hemos descubierto que las grandes productoras de cine chinas aún delegan el trabajo de animación a compañías extranjeras. Los ticos tenemos el ‘know how’, y esta es una buena oportunidad de participar”, afirma Arturo Alvarado, cineasta costarricense. Él se prepara para ingresar en la maestría en dirección en la Academia de Cine de Pekín.

Alvarado trabaja en Beijing let me sing, un proyecto documental grabado directamente en China, sobre el fenómeno de los músicos ambulantes en Pekín. De concretarse, Alvarado se convertiría en un pionero de la producción audiovisual costarricense en suelo chino.

“Es muy interesante ver cómo crecen audiencias de ‘cine de autor’ –que exigen mayor nivel artístico y profundidad de temas–, que no están interesadas en el cine comercial chino ni extranjero y que pueden darnos grandes posibilidades”, opina Alvarado. Por su parte, Hernán Jiménez explica que películas costarricenses han recorrido los circuitos más prestigiosos y obtenido reconocimientos.

“Es la distribución a lo que no hemos tenido acceso, y esto responde a muchos factores. A veces son la calidad, el tema, el género, y a veces simplemente es inviable comercializar películas pequeñas en mercados tan competitivos. Mi criterio es que la única estrategia posible para visibilizar una película en el exterior es hacer un gran trabajo”, menciona Jiménez.

Cultura tica en China

Latinoamérica no desea ser más el granero del mundo, ni China su fábrica. Ambas regiones están apostando también al intercambio cultural, tecnológico y linguístico.

Así lo reiteró, Li Keqiang, investido primer ministro este año, al manifestar el interés chino en incrementar el intercambio cultural con América Latina, en sintonía con su predecesor, Wen Jiabao, quien apoyaba intercambios linguísticos, artísticos y científicos.

No es un secreto que, en los últimos años, China se ha convertido en un importante socio comercial de Costa Rica. En su visita a Pekín, la ministra de Comercio, Anabel González, explicó que, en el 2012, el comercio bilateral creció un 30.5% y alcanzó un valor total de 6.173 millones de dólares.

Sin embargo, algunos reconocidos sinólogos latinoamericanos y políticos proponen que el comercio debe ir de la mano de la promoción de la educación y la cultura.

En ese contexto, la embajada prepara la primera muestra de arte plástico costarricense en China. “El regreso abrió brecha no sólo para el cine costarricense, sino para toda la cultura costarricense”, afirma José David Murillo, cónsul de la embajada de Costa Rica.

Artículo publicado en La Nación de Costa Rica

Lee más notas relacionadas:

– Con cine y muestra de arte, Uruguay cierra los ciclos culturales latinos en Beijing

– Una semana de cine brasilero en Beijing y Shanghai

– Comienza un ciclo de cine argentino muy literario, tanguero y con mucho humor

– El cine documental mexicano llega al 798 de Beijing

– Comienza el segundo ciclo de cine ecuatoriano en Beijing