El Museo Hanyangling es el primer museo subterráneo en el mundo. Situado en los suburbios al norte de Xian, al lado del río Wei, fue construido para la exposición,protección y estudio de las reliquias desenterradas del mausoleo del emperador Han, Liu Qi, y su reina, Wang Shi. En las entregas anteriores, hemos comentado distintos aspectos del otro mundo, más bien, fragmentos de la historia y de la memoria. Sin embargo, en este artículo, en lugar de tratar de las colecciones, hablaremos de un museo in situ, considerando por la cultura funeraria de Han como un todo.
De hecho, con el fin de contextualizarnos mejor, en la investigación de la Historia del Arte, ya se tiende a interpretar los objetos en su lugar original, asimismo, en algunos museos, también se exponen los objetos en su propio conjunto. El Museo Hanyanglin, como museo in situ, sería la mejor representación de este concepto.
Interior del Museo Hanyangling
Aunque el Museo sólo nos muestra una parte pequeña de tantas fosas exteriores del Mausoleo del emperador Jing(188-141 a.C), nos permite tener la impresión general de la costumbre funeraria real. En la siguiente parte, vamos a entrar en éste y a intentar recrear el contexto histórico de aquel período.
Puesto que este museo también forma parte de la Necrópolis Hanyangling, para hacernos una idea global, hablamos de dicha Necrópolis primero. La Necrópolis está en los suburbios del norte de Xi’an, la capital de Shaanxi. Está a unos 50 kilómetros del Museo de Guerreros y Caballos de Terracota del emperador Chin Shihuang.
Vista panorámica de la Necrópolis Hanyangling
Después de 1990, los arqueólogos empezaron a ordenar y excavar el sito Yangling a gran escala. Hasta la actualidad, perimetralmente toda la Necrópolis se ha delimitado en casi 20 km2. Principalmente, está formada por la Necrópolis del Mausoleo del emperador y la de la emperatriz, las fosas del sur y del norte, las arquitecturas rituales, la Necrópolis de los difuntos que acompañan al emperador, las tumbas de delincuentes, el Condado Yangling, etc. También han sido descubiertas más de ciento noventa fosas con abundantes objetos enterrados. Sin embargo, entre tantas fosas acompañantes, destacan ochenta y una fosas que están rodeadas por el Mausoleo del emperador y por las altas jeraquías.
El área del Mauseoleo del emperador se empezó a construir en el año 153 a.C., y se terminó en el año 126 a.C. En la tumba, se enterró al emperador Jing de la Dinastía Han y a la empeatriz, pero en diferentes cámaras. No obstante, con el paso del tiempo, desaparecieron las arquitecturas rituales, y actualmente se han reconstruido las más importantes, basándose en los restos de estas.
La investigación arqueológica se empezó en los años setenta del siglo XX, y se descubrió que alrededor del montículo del Mausoleo del emperador había ochenta y una fosas exteriores de diferentes longitudes.
Mausoleo del emperador y disposición de las fosas exteriores
En el año 1998, después de la excavación de diez fosas exteriores del noreste del Mausoleo del emperador, miles de reliquias culturales valiosas fueron descubiertas, como varios tipos de figurillas de cerámica, animales de cerámica, utensilios de uso diario, graneros, armas, caballos y carros, matasellos,etc..
Panorama de grupos de los animales pintados, hallados en la fosa 13 del este del Mausoleo del emperador
Ornamentos dorados de cabeza de tigre, longitud: 1.3cm., anchura:1.8cm., altura: 1.5cm., hallados en la fosa 16 del este del Mausoleo del emperador
Cerdo pintado, cerámica, altura:22.5cm., longitud: 44cm., hallado en la fosa 13 del este del Mausoleo del emperador.
Gallinas pintadas, cerámica, halladas en la fosa 15 del este del Mausoleo del emperador
Con el objetivo de proteger dicho descubrimiento arqueológico, en el marzo del año 2006 se fundó un museo subterráneo de las fosas exteriores excavadas, que cubre una superficie de 7.856 metros cuadrados. La mayoría de los objetos hallados se expone in situ, excepto los que necesitaban conservación especial y restauración.
Es el primer museo in situ subterráneo en China y se construyó un espacio de protección de las diez fosas. En concreto, está construido encima de las fosas exteriores 12 a 21, al este del Mausoleo del emperador Jing. Para toda la Necrópolis, las partes más importantes y delicadas son el Mausoleo y su alrededor. Por tanto, había que tener mucho cuidado a la hora de excavar y edificar. En cuanto a la excavación profunda, era necesario conservar el aspecto original de la Necrópolis, evitar el movimiento o el hundimiento del Mausoleo y eliminar la presión horizontal interpuesta de este a la nueva arquitectura. A pesar de que había tantas limitaciones, al final, se superaron.
Con la finalidad de planificar un recorrido panorámico de estas diez fosas, resultaba muy importante evitar la división del sitio por la propia arquitectura. De este modo, adoptando las técnicas más avanzadas, separando las piezas de las fosas y los visitantes en diferentes espacios mediante una pared de vidrio especial, el pasillo colgado del vidrio, el pasillo en forma de L invertida, etc. De esta manera, la temperatura y la humedad están bajo control, además, los espectadores pueden observar este sitio desde distintas perspectivas.
Interior del Museo Hanyangling
Siendo parte de la Necrópolis, para no interrumpir el estilo unificado del conjunto, la arquitectura del Museo Hanyangling no sobresale, y además, se ha plantado el césped natural en la cubierta de éste. Por lo tanto, desde la distancia lejana, el público no se da cuenta de que hay un museo subterráneo.
En el diseño y en el proceso de construcción, siempre se mantenía el criterio de poca intervención y de no destrucción. Sin embargo, la idea del diseño procede de la filosofía china tradicional. Es decir, aparentemente, no hay nada visible, está vacío (no hay un museo en la superficie), pero realmente hay un todo (existe un palacio maraviolloso oculto). Mejor dicho, este concepto del diseño no pone énfasis en lo concreto y lo material, tampoco en lo visible exteriormente, en cambio, se enfoca en lo abstracto y lo interior. Si lo aplicamos al Museo, podemos interpretar que no tiene un aspecto grandioso, y aparentemente tampoco está construido con estructuras muy complejas. En cambio, se conserva al máximo su aspecto original sin muchas intervenciones y al final, nos ha brindado un todo (la perspectiva de cada fosa y la vista global de ellas). Gracias a su diseño, gozamos del aspecto maravilloso de este palacio subterráneo sin ninguna interrupción en todo el recorrido.
Con esta visita en el mejor Museo in situ de la dianstía Han, ya hemos terminado el viaje de su cultura funeraria. Nos despedimos de dicha era imbuida de elementos visuales multicolores y romantícos, y volvemos al mundo en el que vivimos, percibiendo el espíritu de nuestra época. En la siguiente entrega, vamos a empezar a hablar del arte contemporáneo de China, espero que podamos seguir disfrutando de otro estilo.
También puedes leer:
– Yìshì, el arte en China:Objetos del Mundo del Más Allá
– Yìshì, el arte en China: Un mundo arcaico construido por relieves
– Yìshì, el arte en China. El realismo en los murales fúnebres Han