El español Alejandro Cao de Benos es el hombre de Kim en Europa. Es, quizás, uno de los más controvertidos seguidores del modelo de Corea del Norte. Es la cara del régimen en el Viejo Continente, y es quien llevó al director y documentalista Alvaro Longoria al país más hermético del mundo.
El resultado de este viaje es The Propaganda Game. Como escribe The Guardian, el documental utiliza tal vez demasiado a menudo a la categoría de misterio para describir lo que está sucediendo al norte del paralelo 38. Sin embargo, en entrevistas con expertos y ciudadanos norcoreanos, la producción logra penetrar en el país y en lo que se llama el campo de batalla perfecto para una guerra de propaganda.
La propaganda es precisamente uno de los elementos centrales en la narración que, después de más de sesenta años de conflicto latente, es utilizada por ambas partes, tanto por el régimen de Kim Jong-un como por EE.UU., Corea del Sur y Japón.
Esto queda demostrado por la historia del estadounidense de 21 años de edad, arrestado a principios de este año por cargos de intento de robo de algunas consignas en Pyongyang. Y así, la situación parece empeorar día a día.
La comunidad internacional acaba de lanzar nuevas sanciones contra el régimen, queriendo golpear la élite gobernante y los canales de financiación del programa de armas nucleares. Los norcoreanos responden con más provocaciones, a la espera de celebrar en mayo el primer Congreso del Partido de los Trabajadores en 36 años.