Dirigida por Park Chan-Kyong, Manshin es un viaje místico a la psiquis coreana. Contada a través de la vida de uno de los más famosos chamanes del país, la historia de Kim Keum-hwa se propaga a través de todo el siglo pasado de Corea.
Nacido en 1931, Kim se convirtió en un chamán a los 17 años, en un momento histórico para la península, pues esta se encontraba recién dividida y los vientos de guerra se estaban acercando. La película reúne escenas de animación y secuencias de fantasía, transportando al espectador al subconsciente de Corea.