Sinología: ¿Cómo la adhesión de China a la OMC ha contribuido al desarrollo de su comercio exterior?

In by Andrea Pira

La República Popular de la China (9.596.690 km2) es el tercer país más extenso del mundo, con más del 6% de la superficie mundial. Aglutina más del 20% de la población mundial, según el censo de 1998 cuenta con 1.248 millones de habitantes (cifra que ha quedado totalmente obsoleta). China es hoy un mundo lleno de oportunidades para las empresas, esto la vincula cada vez con el mundo, a través de lo que podríamos denominar integración pasiva (del resto del mundo hacia China): las empresas acuden a este mercado en busca de menores costes, ya sean salariales, de instalaciones, de servicios, de productos y materias primas, entre otros. 


Cabe destacar la clara voluntad a favor de la integración activa (de China hacia el resto del mundo) con el acceso al poder de una generación joven después del XVI congreso del partido Comunista Chino; que pretendía dar un nuevo concepto a las relaciones internacionales basadas en la cooperación hacia el desarrollo y el crecimiento más que en la competencia por el poder. Esta voluntad política ha llevado a la elaboración y puesta en marcha de una serie de reformas económicas a través de las cuales se ha liberalizado gradualmente la economía, se ha fomentado la participación del sector privado, se han buscado alternativas para atraer los capitales extranjeros en forma de inversión extranjera directa o "partners" comerciales.

El inicio de estas reformas lo encontramos a finales de la década de los setenta (año 1978), cuando Den Xiaoping lideró el Partido Comunista Chino. Fue él quien empezó a introducir las fuerzas de mercado en una economía que iría dejando de lado el socialismo puro a favor del socialismo de mercado. China se va integrando en el mundo y debe adaptarse a él. En este camino, fue un paso decisivo la adhesión de China a la OMC1 (Organización Mundial del Comercio) y a partir de éste nacen muchas iniciativas comerciales, como la creación de zonas de libre comercio. China se convierte en una de los principales países destino de la IED (inversión extranjera directa) del mundo.

En el 2003 es el primer país receptor acumulando 53.510 millones de dólares USA en ese año. Mejora su nivel de vida, En el 2003 el PIB por cápita se situó en los 1090$ (no olvidemos que al mismo tiempo surgen desigualdades entre sus habitantes y cada vez nos encontramos ante una mayor polarización de la capacidad adquisitiva sobretodo entre las zonas urbanas-rurales, este-oeste – según el Banco Mundial en el 2004 el coeficiente de Gini era del 0.467, demuestra una desigualdad notable). El PIB crece notablemente durante los últimos diez años (tasa media anual de incremento: 8%), en el año 2003 el PIB se situó en el punto de 1,4 billones de dólares, lanzando esta economía a la sexta posición mundial.

China presenta un mercado masivo con grandes posibilidades para las empresas privadas, ambiciosos proyectos de promoción e inversión en infraestructuras, I+D, ofrece unos costos industriales competitivos, mano de obra barata y muy capacitada, apoyos e incentivos para el inversionista extranjero. Si bien es indiscutible que la situación económica de China ha mejorado enormemente, también es cierto que las libertades individuales son insuficientes, que aun existen tensiones sociales que deben afrontarse, que no existe total transparencia en el trato de determinada información.

Ejemplos recientes los encontramos cuando las autoridades chinas no advirtieron al mundo, ni a la OMS de la epidemia del SARS, hasta que se dieron cuenta de que la situación era ciertamente preocupante e incontrolada. También en estos días se está discutiendo mucho sobre el tema de los acuerdos de Kyoto en cuanto a medidas de protección medioambiental, medidas totalmente incumplidas con China, siendo este país junto con EEUU los que se oponen a la puesta en marcha del tratado.

El conjunto de estos hechos nos enfrentan a una realidad a veces olvidada, y es que China no es aun la potencia sosteniblemente desarrollada y suficientemente civilizada y madura que debería ser. Se multiplican los encuentros con autoridades del gobierno y chino con autoridades del resto de los países. Todo el mundo intenta "no llegar tarde a la gran cita" con el comercio con China. En Europa se celebró a inicios del 2005, en la Haya, la cumbre de UE-China.

Míriam Barceló i Vila es licenciada en comercio exterior

Haga click
acá para leer el reporte completo. 



Lee más en Sinología sobre América Latina y China:

Sinología: China-Brasil, industrialización y desindustrialización precoz

– Sinología: El avance de China y la evolución del comercio internacional en Brasil

Sinología: El doceavo plan quinquenal chino y el Ecuador

Sinología: "El Dragón en América Latina"