Simpatías y diferencias entre el PRI y el PCCh

In by Andrea Pira

El martes de esta semana Liu Yunshan -miembro del Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista Chino (PCCh)- se reunió con una comisión mexicana del Partido Revolucionario Institucional (PRI), conducida por César Camacho Quiroz, presidente del partido político. El PRI llegó a China por invitación del Partido Comunista, y el objetivo de la visita es reforzar lazos políticos entre las dos instituciones.


En la reunión se acordó impulsar la cooperación entre los dos partidos, además de reforzar las relaciones binacionales. “México es un buen amigo y socio de China en América Latina y el establecimiento de una asociación estratégica integral ha llevado a la amistad entre China y México a una nueva fase”, dijo Liu según la agencia de noticias estatal Xinhua.

Las relaciones políticas y económicas entre China y México han visto un crecimiento en el último semestre. México y Perú fueron los únicos países invitados al Foro Boao para Asia celebrado en abril del presente año. Y en junio Xi Jinping finalizó su primera visita a Latinoamérica en México. “No es casual que en los últimos seis meses, el presidente Peña Nieto y el presidente de China y del Partido Comunista Chino Xi Jinping, se hayan reunido en cuatro ocasiones”, dijo Camacho Quiroz en rueda de prensa el pasado martes.

También, es importante resaltar la reciente firma de acuerdos comerciales que permitirán la importación a China de carne de cerdo y tequila, productos clave de la economía mexicana. “El partido debe complementar la actuación del gobierno”, continuó Camacho.

Sin embargo, la visita de la delegación mexicana se centra en estrechar lazos políticos entre el PRI y el PCCh. Camacho hizo referencia a la larga historia que tienen las dos instituciones en la gobernación de su país, además del largo recorrido institucional de los mismos. Los dos fueron fundados en la misma década (el PCCh en 1921 y el PRI en 1929), y los dos han estado casi los mismos años en la cúpula de su gobierno (72 años para el PRI y 64 para el PCCh).

Por esto, uno de los acuerdos firmados entre las partes se refiere a la visita que cuadros de los dos partidos realizarán a sus homólogos. “En diciembre vendrá a china una delegación de jóvenes del PRI, encabezada por el director del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político, que es nuestra escuela de cuadros, para adaptar experiencias de otras latitudes”, manifestó Camacho.

“Todo el comercio y la economía pasan por la política, por eso el partido quiere ahondar sus relaciones con el Partido Comunista Chino y aprovechar la relación de amistad que va más allá de la política”, continuó.

A su vez, una comisión del PCCh visitará México en diciembre con el fin de “intercambiar experiencias de su cultura política a través de académicos y jóvenes políticos que conozcan y comparen sus propios partidos y países para mejorar sus prácticas y conocimiento interno”, dice la página de internet del PRI.

Según las partes, los dos partidos políticos enfrentan situaciones similares, pues “son pocos los países en el mundo, como los nuestros, que a lo largo de su historia acumulan experiencias positivas en la construcción de gobiernos nacionales y en el manejo de asuntos políticos”, argumentó Camacho. “El PRI admira la capacidad y los logros del PCCh en el gobierno de su país”, agregó.

Sin embargo, Camacho también hizo referencia a las diferencias en los sistemas políticos de los dos países. “Tenemos que respetarnos y entender que hay más de un concepto y más de una manera de concretar la democracia. El latinobarómetro ha demostrado reiteradamente, que mucha gente preferiría un sistema menos democrático, de menos libertades, pero de más estabilidad económica y empleo. Creemos en la democracia eficaz”.

Nicolás Berggruen, en un artículo publicado en enero de este año y titulado La vuelta del PRI a México escribe: “La fuerza de las autocracias como China -o el antiguo PRI- radica en su habilidad de forjar consenso y unidad con la capacidad institucional de crear políticas a largo plazo. Pero a falta de transparencia, rendición de cuentas y libertad de expresión se vuelven retrógrados y corruptos, dando paso a la fuerza de intereses creados y erosionando lo que han sido capaces de lograr”.

Durante el gobierno anterior del PRI, el nobel peruano de literatura Mario Vargas Llosa se refirió a México como la "dictadura perfecta", ya que tenía los ornamentos de la democracia, pero en realidad era gobernado con la dureza de un sólo partido, argumento que parece compartir el presidente del PRI.

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 [Crédito Foto: Xinhua]